La situación de degradación laboral en Andorra y alrededores se acelera con nuevos despidos en la Central, no nos pillan de sorpresa. Aunque no nos deje de desagradar que todas y cada una de las malas noticias relacionadas con la Central en lugar de ralentizarse, han ido adquiriendo una velocidad vertiginosa.

Estos acontecimientos siguen profundizando la ya de por si profunda y compleja problemática provincial.

En este contexto provincial y con una amalgama de problemas y difícil gobernabilidad a nivel nacional, ha llegado Teruel Existe al congreso. Merecen la generosidad de una exigencia realista. Lo que han hecho es histórico y si consiguen llevar a cabo sus propuestas será perfecto, pero en la realidad del mercadeo político y complejo del Congreso en Madrid no lo tendrán fácil. Por eso en lo que si les exijo y me complacería mucho que estuvieran a la altura, es en ser la voz de la resistencia y me explico:

Algunos se han erigido falsamente como una supuesta resistencia dentro del Congreso. VOX con su retahíla de gentes aristocráticas hablan de problemas que ni padecen ni saben solucionar. El antiguo bipartidismo todavía desorientado por los cambios en los últimos años. La nueva política, muy menguada y ya contaminada de los viejos vicios y los nacionalismos periféricos en sus guerras de siempre.

Y en mitad de todo Teruel, no solo Teruel Existe como agrupación electoral, Teruel como sintetización de muchas voces y realidades de la España vaciada, empobrecida y carente de los mismos servicios que si tienen nuestros compatriotas urbanitas. Por eso en lo que si les exijo, es en sepan trasladar de la manera más humilde y honesta la voz de una España que quiere cosas justas y sencillas.

Decía Guitarte y con razón, que el tema de nacionalidades, nacionalismos etc es cosa de ricos y razón en cierto modo no le falta, sea nacionalismo vasco, catalán o español. Por eso es tan necesario que trasladen un mensaje modesto y sencillo como Teruel y su gente.

Aquí nos conformamos con poco, no nos vamos a poner a pedir las competencias en cercanías por ejemplo (pues no tenemos) ni un debate improductivo de cosas a las que no aspiramos. No, hay que volver a lo simple y normal.

Teruel debe ser el producto de la tierra en un manjar de sultanes, el que huele a pan de horno de leña en el centro comercial más moderno, Teruel debe estar con los pies en el suelo y no perder su esencia. Debe representar valores de una España rural que no renuncia a su pasado pero quiere tener una oportunidad de futuro. Hay que trasladar esa fuerza al Congreso, hay que pelear por conseguir cosas, por supuesto, pero se tiene, incluso una obligación moral de insuflar normalidad en un lugar que por desgracia carece de la misma en los últimos años. Gente corriente pidiendo cosas normales, eso tiene más ideología que veinte etiquetas hipócritas, pues lo que no es desmedido y realista, es lo verdaderamente digno y necesario.

Víctor Puch