Puede parecer lejano pero no hace tanto que salimos de un confinamiento impuesto por el Gobierno de Madrid para intentar frenar la pandemia de coronavirus.

Fueron meses muy duros, sobre todo para los afectados por el virus y los trabajadores de la sanidad española, centros de salud y hospitales. Todos o casi todos, como se está demostrando ahora, salimos concienciados de no bajar los brazos en la lucha contra el maldito virus, de seguir las indicaciones del gobierno de Madrid y de nuestras comunidades autónomas para evitar los temidos rebrotes, la temida segunda oleada.

Ha llegado el verano y en mayor o menor medida todos nos hemos relajado, seguramente porque necesitábamos una válvula de escape a tantos días de muertes y tensión. Y aunque pueda ser entendible se está demostrando que no nos lo podíamos permitir, el número de rebrotes crece día a día por todo el país abocándonos, ojalá esté completamente equivocado, a una segunda oleada de coronavirus.

Todos tenemos que poner de nuestra parte para evitarla porque nuestro sistema sanitario está todavía muy golpeado como para volver a lo mismo, nuestros profesionales no creo que puedan resistir ni física ni psicológicamente otros meses como los pasados.

Las comunidades autónomas están empezando a tomar decisiones que nos pueden parecer impopulares, quizás deberíamos recordar las críticas que tuvo el Gobierno de Madrid por no tomar las decisiones «a tiempo», como si fuera fácil hacerlo.

Ahora tenemos la experiencia de estos meses pasados y debemos estar todos a una para evitar la nueva propagación del virus. En este trabajo entran los ayuntamientos, tanto de las grandes ciudades como de los pequeños pueblos, para volver a tomar las decisiones que sean necesarias por impopulares que puedan parecer.

Por encima de todo está la salud de nuestros vecinos, sobre todo de los más vulnerables, y todos debemos tomar conciencia de ello. Se está hablando mucho de la irresponsabilidad de los jóvenes, quizás para ellos sea muy difícil asumir la situación causada por el virus, pero no sólo ellos tienen actitudes irresponsables, como he dicho antes todos nos hemos relajado en exceso.

Estoy seguro que como sociedad sabremos responder a este desafío que nos impone el virus volviendo a poner la salud por encima de todo, porque sin ella difícilmente seremos capaces de hacer remontar nuestra maltrecha economía.

Manolo Gómez – Ganar Híjar