El pasado miércoles día 4 de este mes, conocíamos por la prensa de nuestra comunidad vecina la grata noticia que vehículos de la marca Citroen, fabricados en la antigua factoría de Opel en Figuruelas se exportarán por el puerto de Valencia, retomando el transporte ferroviario Zaragoza-Teruel-Valencia, a razón de tres convoy semanales con doscientos vehículos cada uno, y esto gracias a las recientes mejoras operativas en la línea.

Y es que sorprende esta decisión, cuando hace solamente unos meses, en esta misma línea, se tuvo que dar por desistido el convenio establecido con la Opel para transportar por ferrocarril convoy de coches hacia el puerto de Valencia, vehículos producidos en la misma planta con diferente marca, debido al precario estado de la vía.

Aun que es cierto, lo hemos podido comprobar recientemente que se han hecho mejoras, el trayecto se realiza en 2h 20 minutos reduciéndolo en una media hora, teniendo en cuenta que sigue habiendo tramos que el tren no puede superar los 40 Km/ h.

A estas comunicaciones salió al paso muy acertadamente la plataforma Teruel Existe, denunciando la falta de inversión al tramo Zaragoza-Sagunto respecto al resto de los tramos del corredor Cantabrico-Mediterraneo, y que de no haber una inversión seria este trazado difícilmente puede servir para poco más que transporte de pequeña mercancía.

Este fin de semana pasado en medio del puente del Pilar, vuelve a estar la noticia en los medios, «Fomento cumple con su anuncio y empieza a licitar la electrificación del la línea ferroviaria Zaragoza-Teruel», aun que esto también es cierto, el tramo que sale a licitación, es de los proyectos de las subestaciones eléctricas de tracción de Cariñena y Villafranca del Campo, de la línea eléctrica entre ambos, y del telemando de energía entre las dos capitales aragonesas.

Pero reconoce también la complicada situación para la electrificación para el trayecto Sagunto y Teruel, y que únicamente las mejoras acometidas en el trazado este pasado mes de julio permitirán aumentar su capacidad de carga de 20 a 22,5 toneladas así como la electrificación de la infraestructura pero en vía única, no desdoblada como en el resto del corredor Cantábrico-Mediterráneo, adelantando ya, que las actuaciones se irán más allá del año 2022.