El jueves 11 de agosto la Iglesia de San Cosme y San Damián de La Portellada recibió, con gran afluencia de público, el concierto de armonio a cargo de la reconocida organista japonesa Izumi Kando. La música, nacida en Osaka, fue la invitada de honor para estrenar el ciclo «Las llaves del Armonio», que organiza el Ayuntamiento de La Portellada, la Asociación Cultural Quintos 68-Peña Rostoll y el Archivo AM.
Izumi Kando interpretó en la primera parte obras clásicas francesas, en el que muchos de los grandes compositores se interesaron por el armonio. En la segunda, la organista ofreció piezas de autores contemporáneos, con transcripciones propias, así como una obra compuesta por la misma intérprete. Desde el consistorio y la Asociación Cultural agradecen a la organista su implicación en el proyecto, aportando una dimensión internacional al primer concierto de armonio, que también es el primero de la provincia de Teruel.

En el ciclo «Las llaves del Armonio», los organizadores han apostado por reunir a músicos especializados en las peculiaridades del instrumento, que cada vez es más valorado en Europa. El armonio fue adquirido en 2017 por la Asociación Cultural, procedente de la capilla de la antigua Cárcel Modelo de Barcelona.
Ráfales homenajea a Rafael Anglés
Por otra parte, la organista japonesa volvió a Ráfales para interpretar la obra de Rafael Anglés en el órgano portativo de Isidre Vallès. En el acto, conducido por el concejal de Cultura Cristian Berge, la organista presentó obras del organista nacido en Ráfales, así como de sus contemporáneos Manuel Narro y Antonio Soler. El acto tuvo una multitudinaria asistencia de vecinos de la localidad, quienes no se querían perder en emotivo concierto. El homenaje regresa tras el verano pasado, cuando ya se celebró, sin embargo, en esa ocasión la pandemia obligó a reducir el aforo.

El Ayuntamiento de Ráfales con el concierto emprende un camino para reivindicar la figura del músico, que en 2030 se cumplirá el 300 aniversario de su nacimiento. Anglés nació en Ráfales y se formó en Alcañiz. Con 24 años sustituyó a su maestro de capilla, y ocho años después fue elegido primer organista de la catedral de Valencia, cargo que ocupó durante 54 años. Rafael Anglés fue sacerdote, organista, compositor, organero y catedrático de Canto Llano en el Seminario de Valencia. A su muerte dejó un legado de composiciones que se han conservado en diversos archivos catedralicios y en la iglesia de Santa María la Mayor de Valderrobres, en los valiosos manuscritos de Valderrobres 1º y 2º.