Óscar Pérez, óptico-optometrista y propietario junto a su mujer, Carmen Hurtado, de Ópticas Bajo Aragón, emprenderá el próximo lunes 2 de mayo un viaje en solitario de cuatro meses hasta Mongolia. Lo hará en moto, atravesando más de 20 países, y regalando gafas donadas por los vecinos bajoaragoneses a quienes más lo necesiten.
¿Cómo surge este viaje?
Surge desde la locura de este óptico que no se contenta solo con poner gafas y solucionar la visión de las personas del Bajo Aragón. Creo que he venido a este mundo para intentar mejorar la vista de los demás, también la de que aquellas personas que no pueden comprarse gafas porque en su escala de necesidades está antes alimentarse y vestirse.
Sale en moto desde Alcañiz. No parece el medio de transporte más rápido ni más cómodo para llegar hasta Asia…
La moto viene siendo mi compañera desde los últimos 10 años. Es aventura. Me permite parar durante el camino, regalar gafas en mercadillos y conocer a gente que me acaba invitando a su casa a dormir y a cenar. Si solo cruzas un país, no puedes conocer realmente cómo viven sus habitantes.
¿Cuál es su equipaje? ¿Dónde va a meter tantas gafas?
(Ríe) Llevo un bolso grande donde me cabe la tienda de campaña, el saco de dormir, la esterilla y el camping gas; y otro más pequeño con la ropa. La moto tiene dos maletas metálicas, y una de ellas la llevaré llena de un centenar de gafas. El resto, unas 500, irán en las maletas de unos amigos con los que me reuniré en Capadocia (Turquía) para grabar un documental durante una semana. Visitaremos a las mujeres que tejen las alfombras que tanta fama tienen allí, y les regalaremos nuestras gafas graduadas de cerca para que puedan desempeñar su trabajo mejor.
¿Cuántos tipos de gafas se va a llevar?
Además de las gafas graduadas de cerca, llevaré de sol porque son muy necesarias para evitar las enfermedades oculares causadas por la radiación ultravioleta. También repartiré gafas sin graduar para que cuando una persona con problemas de visión vaya a su oculista, solo tenga que pagar por los cristales. Son gafas donadas a las que les intentamos dar una segunda vida.
¿Qué países va a visitar?
Atravesaré entre 23 y 24 países. La primera noche dormiré en Perpiñán (Francia) en casa de un chico que he conocido a través de Couchsurfing. Seguiré por Italia, Croacia, Montenegro, Albania, Grecia y llegaré a Turquía sobre el 13 de mayo. Después estaré unas tres semanas recorriendo Irán y luego cruzaré a Pakistán para llegar hasta el pueblo de Hushé, donde la Fundación Sarabastall de Caspe, de la que soy socio, lleva años trabajando junto a Sebastián Álvaro, del programa de aventura ‘Al filo de lo imposible’. Han creado un refugio de montaña, un colegio y han formado a muchos maestros. Quiero visitarles, llevarles gafas y entregar personalmente unas gafas graduadas a una mujer de allí que nos las ha pedido. Sobre el mes de julio quiero entrar a China (y cruzar desde allí a Mongolia); aunque no sé si será posible porque a día de hoy el país está cerrado al turismo por el covid.
¿Cómo se planifica un viaje tan largo?
Sé donde doy voy a dormir hasta Turquía, el resto del viaje iré fluyendo. Mi ruta se trazará en función de los lugares y personas que me vaya encontrando en el camino.
¿Ha sido difícil conseguir algún visado?
Sí. Los visados de Pakistán e Irán los conseguí al segundo intento. Para poder entrar a Pakistán, una persona local que trabaja en la Fundación Sarabastall tuvo que escribir una carta de recomendación hablando bien de mí, diciendo qué iba a hacer allí e invitándome al país, además de presentar su pasaporte. En Irán fueron muy estrictos con el seguro de salud.
¿En esos países viajará con un guía o algún tipo de protección?
En el viaje en moto vas solo, sin guía, y estás un poco expuesto a todo. Tienes que ser muy precavido, no intentar acercarte a zonas militares ni acampar en sitios donde vendan alcohol porque seguramente irá gente a molestarte. Solo iré escoltado por militares pakistaníes en la frontera entre Irán y Pakistán, una de las más delicadas y complicadas del mundo por su cercanía a Afganistán. Son unos 1.000 kilómetros y tardas alrededor de 6 días. El miedo frena los sueños. Me expongo al peligro que puede haber, pero también a que no me pase nada y a disfrutar de unas experiencias increíbles.
¿Por qué Mongolia es su última parada?
Porque me tiene alucinado y enamorado desde hace años. Es un país enorme con muy poquita población: menos de 3 millones de personas, de las cuales el 60% vive como nómadas en yurtas con sus 30 ovejas, sus 20 caballos y sus 5 camellos. Cuando se termina el pasto del lugar en el que están, se trasladan 100 kilómetros a otro sitio. Mongolia es para mí de los últimos reductos de convivencia verdadera entre humanos, animales y naturaleza.
¿Le espera alguien?
Es alucinante lo que me pasó. Puse en Couchsurfing mi itinerario, y a las dos horas me mandó un mensaje una guía de Mongolia que justo es de Bayan-Ölgiy, la zona a la que quiero ir. Allí están los kazajos mongoles, que cazan con un águila montados a caballo. Entre ellos, una treintena de mujeres adolescentes, que están reivindicando el papel de la mujer. Una amiga de la guía pertenece a este grupo e iremos a visitarla.
¿Cómo es el acceso a la salud visual allí?
Súper complicado. La gente vive de forma nómada, y en las poblaciones más cercanas (a 400 o 500 kilómetros) no hay ópticas porque apenas tienen 1.000 o 2.000 habitantes. Las ópticas están en Úlan Bator, la capital del país, que está al norte, cerca de Rusia, y en dos o tres poblaciones más. Allí solo lleva gafas el que está muy mal y tiene dinero para permitírselo. Nosotros aquí lo tenemos muy accesible, sin embargo, unas gafas graduadas es un lujo en muchos países.
¿Cuánto tiempo estará en Mongolia?
Quiero estar unas dos semanas, aunque dependerá del tiempo que me quede. Allí guardaré la moto y volveré en avión a España. Así que será un viaje solo de ida. Si tuviera que regresar en moto, tendría que ir rápido y me perdería muchas cosas. Mi objetivo es volver el año que viene, coger la moto, y seguir el viaje en otro país.
Vaya, que dejar allí la moto es la excusa para poder volver…
Totalmente (ríe). Esta es la moto que le he vendido a mi mujer, que como no puedo volver en moto, que se me hace muy largo, tendré que volver a buscarla.
Sabemos que va a ayudar a muchas personas en estos cuatro meses. Nos falta saber en qué le va a ayudar a usted este viaje…
Seguramente traeré una nueva manera de verme y de saber qué puedo hacer en esta vida. Tengo un impulso por hacer cosas por los demás, y he constatado que la gente solidaria es la más feliz en el mundo. Quiero ir en esa dirección. Cuando venga del viaje seguramente sea un Óscar un poquito diferente.
Un día antes de irse, hay una fiesta de despedida.
Y estáis todos invitados. Será este domingo 1 de mayo a las 18.30 en la Glorieta, en el anfiteatro de la Concha. Vendrá el guitarrista Diego Meléndez. Si tenéis gafas por casa que no usáis podéis traerlas, y también, Playmobil, porque son muñecos que ocupan poco en el viaje y le hacen mucha ilusión a los niños cuando se los das.
¿Qué hay que hacer para seguirle la pista?
Seguir a Ópticas Bajo Aragón en Instagram y Facebook. Cuando tenga cobertura y algo interesante que contar, lo compartiré. Eso sí, tengo claro que lo primero y más importante es vivir el viaje. También hemos hecho un grupo de Whatsapp del viaje en el que cualquiera que esté interesado lo podemos meter. Solo tenéis que llamarnos o pasaros por la tienda.
Lola dice
Mucha suerte y buen viajeOscar.Os conozco a ti y a Carmen desde que os instalasteis en Andorra en la calle La Loma, sois unos profesionales excelentes.Las gafas que os lleve me alegra que tengan una nueva vida y ayuden a gente que lo necesite.
Se armo la gorda dice
No hace falta que te vallas muy lejos Oscar. Aquí en tu comarca hay muchas familias y niños que necesitan gafas de ver el mundo más de color que tristemente sus familias no se pueden permitir semejante vienestar al precio que va dos trocitos de cristal.recortando e hipotecandose hasta poder pagar por salud no por capricho.