Los precios, los regalos, las prisas, los descuentos, las ofertas, el escoger el menú para las comidas festivas, la inflación… Son temas que se repiten cada año por estas fechas pero a los que quizá no prestamos la debida atención. Pablo Martínez, director general de Protección de Consumidores y Usuarios del Gobierno de Aragón nos invita a reflexionar sobre nuestros hábitos de consumo, instándonos a incorporar a nuestras vidas una forma de consumo responsable que tenga en cuenta las implicaciones de nuestras decisiones de compra.
Hay muchas formas de consumir. ¿Somos realmente conscientes de lo que implican nuestras decisiones?
Ese es el mensaje que queremos transmitir para buscar una forma de consumo responsable. Son fechas marcadas por los impactos publicitarios, el estrés, las prisas o incluso ese afán de querer agradar a todo el mundo. Eso nos lleva a comprar de una manera quizá un poco impulsiva, y es sobre lo que queremos hacer reflexionar. Hay que parar un poquito, respirar y planificar mejor las compras.
Desde el Gobierno de Aragón se ha lanzado la campaña 'Educar para un consumo responsable', ¿por qué podemos empezar?
Hay que tomar conciencia de que todos nuestros actos de consumo tienen consecuencias para nuestra economía, para nuestra salud, para nuestro entorno más cercano, para la sociedad, para el comercio más próximo y también para el medio ambiente, con la huella de carbono, los residuos que generan y los embalajes. Hay otras maneras de comprar y de consumir más reflexivas y conscientes, leyendo el etiquetado de los productos, comprando al vecino o al comercio local y buscando siempre una buena utilización y la durabilidad del producto.
¿Nos cuesta pensar a largo plazo?
Sí, es normal. Por eso es importante tener una planificación sobre lo que necesitamos y también sobre el gasto, porque si tenemos que recurrir al crédito o al endeudamiento podemos encontrarnos con problemas en un futuro inmediato. Hay que tener en cuenta que de todos los pagos que hacemos con la tarjeta nos llegarán los correspondientes cargos. Por lo tanto, hay que planificar: qué compramos, con qué presupuesto, dónde, a quién y en qué condiciones.
Habla de consumir local, ese efecto sí puede notarse a corto plazo...
Creemos que sí. Tenemos una notable red comercial en nuestros pueblos y ciudades. Son nuestros vecinos, que estén activos también en estos días de compras creo que es bueno. Además, si surge cualquier disconformidad con la compra o algún problema siempre les tendremos más cerca que si se trata de un producto que ha venido desde la otra parte del mundo a través de una compra online.
A las tres erres habituales -Reciclar, Reducir y Reutilizar-, añaden otras como Revalorizar o Reservar...
Sí, yo creo que es la llamada a una nueva forma de entender el consumo. Debemos acercarnos a una economía circular, romper esa economía lineal de utilizar muy poco y ya tirar. También la normativa que ha entrado en vigor este año ayuda a alargar la vida útil de los productos que compramos. Me refiero al derecho sobre la garantía que tenemos los consumidores. Se ha ampliado la garantía en el marco de la legislación europea y ahora ya los productos que adquiramos tendrán tres años de garantía. Eso es importante, sobre todo para poder reutilizar las cosas, alargar su vida, y también revalorizar. La nueva norma de garantías incluye un nuevo derecho para los consumidores y es que tendremos que disponer de pizas de recambio durante 10 años desde que el producto deje de fabricarse. Por eso, volver a la R de Reparar es también una buena idea.
Otra R es la de Reclamar...
Así es. Los productos tienen que funcionar, ajustarse a la publicidad y a lo que esperamos de ellos. En caso de disconformidad siempre tendremos que acudir al propio servicio de atención al cliente de la empresa a la que le hemos comprado. Deben de contestarnos siempre y en el plazo más corto posible, como mucho un mes. Si no nos han contestado o la respuesta no nos satisface tenemos una red de oficinas de información al consumidor de ámbito municipal o comarcal donde podemos acudir a asesorarnos o incluso a emprender reclamaciones.