La familia aprovecha la efeméride para rendir homenaje a la primera generación de horneros
Uno de los establecimientos más apreciados y con más solera del Bajo Aragón Histórico está de celebración. Se trata de la panadería Guarc de Valdealgorfa, que la semana pasada cumplió nada menos que 100 años de historia atendiendo a sus clientes. Conocida por su pan de elaboración artesanal en horno de leña, sus pastas y recientemente también sus dulces y tartas, la panadería lleva un centenar de años siendo un pilar básico en la alimentación de valdealgorfanos y visitantes.
El horno celebró el aniversario con todos sus clientes. En el recuerdo se ha querido rendir homenaje especialmente a la primera generación de horneros de la familia Guarc; Pedro Guarc Gil y Catalina Blanc Blanc, bisabuelos de los actuales encargados de la panadería. Pedro llegó a Valdealgorfa en la segunda mitad del XIX porque allí recibía un pan por cada 24 que hacía mientras que en otros pueblos recibía uno por cada 30.
No fue hasta la segunda generación cuando se fundó la panadería Guarc como tal, cuando se compraron dos hornos en el pueblo para cocer pan y destinarlo a la venta. Pedro Guarc Blanc se casó con la valdealgorfana Ciriaca Pérez, y se establecieron en Valdealgorfa para ir modernizando, poco a poco, la elaboración artesana del pan.
La tercera generación, formada por tres de los cinco hijos de Pedro y Ciriaca, apuesta por sacar los productos al exterior y amplía el radio de venta. A día de hoy la cuarta generación, formada por Ciriaco y Paco, continúa con una tradición familiar que data de tiempos inmemoriales. Son ellos los artífices de la introducción de la rama pastelera y de las últimas modernizaciones del espacio.
«No queremos olvidar de dónde venimos, de aquellos hornos de «pan cocer» en los que trabajaron nuestros antepasados a los que rendimos homenaje a través de un azulejo del XVIII que preside la fachada de la panadería», explica la familia.
Orgullosa de esta familia!!!!
Para mi son los mejores. Sus dulces no tienen rival. Muchas gracias por estar aqui. Y Natalia mejor imposible.