Las gélidas temperaturas registradas en las noches de la última semana (entre el sábado y el martes) han supuesto un «desastre total» para la producción frutícola y de algunos leñosos como los almendros en toda la Comunidad Autónoma de Aragón. Concretamente, los termómetros de algunos municipios del Bajo Aragón Histórico, como el caso de Fabara en el Bajo Aragón-Caspe, han llegado a caer hasta los cuatro grados bajo cero. Desde UAGA, se estima que las pérdidas alcanzan el 100% en las variedades tempranas mientras que en el caso de las tardías «hay que esperar» para conocer el alcance de los daños. La mayoría de las explotaciones no cuentan con seguros debido a los altos costes de los mismos.
En el caso del Bajo Aragón-Caspe, los 6 pueblos del territorio se han visto afectados por las heladas en mayor o menor proporción y dependiendo del tipo de plantaciones (almendros o frutales). En la zona de Fabara, por ejemplo, el frío ha destrozado en torno a un 70% de la producción de almendra. «En principio los mapas decían que en la zona estábamos fuera de esas temperaturas tan fuertes. Y así fue durante el domingo y el lunes. Eso sí, ya estábamos al límite. Ya el martes por la mañana se preveía que el cielo estuviera cubierto de nubes pero no llegaron y no pudieron evitar la temperatura tan baja que hubo. Fue un desastre», lamentó Alberto Balaguer, responsable de UAGA del Bajo Aragón Caspe.
La «helada negra» de la madrugada del martes, sin humedad y con características muy similares a una gélida noche de invierno, afectó de manera «indiscriminada» a las explotaciones agrarias independientemente de su altitud. Según Balaguer, durante la noche del martes se llegó hasta los cuatro bajo cero en algunos puntos de la comarca. La persistencia del frío fue otro factor fundamental. Según cuenta el responsable comarcal de UAGA, al detenerse el viento las temperaturas bajo cero permanecieron «demasiado tiempo» sobre los campos. «Es imposible que el fruto resista tanto tiempo a una temperatura tan baja«, matizó. Todo ello ha hecho que en las huertas tradicionales los daños en frutales hayan alcanzado incluso el 100% de la producción en varias localidades como Fabara, Nonaspe o Maella. Además, las helada producida en la noche del lunes al martes dañaron de lleno los frutales de Chiprana y Caspe que hasta el momento habían conseguido sobrevivir
Otras comarcas también afectadas
Por su parte, estas heladas también han destrozado la cosecha de almendra en las zonas más bajas del Bajo Aragón histórico, llegando a afectar, según las primeras estimaciones, a las comarcas frutícolas del norte de la provincia de Teruel. Toda esta afección se circunscribe a las Comarcas del Bajo Aragón, Matarraña, Andorra-Sierra de Arcos y Bajo Martín, donde los daños en la almendra son mayores en las variedades tradicionales, como la marcona y la largueta, de floración más temprana, mientras que se reducen en las nuevas variedades de floración más tardía. Eso sí, el frío terminó con la producción de todos aquellos almendros ya florecidos o con el fruto cuajado. «En el 80-90% de las localidades la almendra estaba ya cuajada y con el tamaño bastante grande y se ha visto afectada», ha indicado secretario provincial de UAGA, David Andreu.
A su vez, en cuanto a la producción frutícola, los daños se extienden también a las comarcas del norte de la provincia de Teruel, con especial impacto en las variedades más tempranas, como las nectarinas, los paraguayos y el albaricoque. En cuanto al ámbito geográfico, es la zona de Valmuel, Puigmoreno y Calanda la más afectada.
Cabe mencionar que en este tipo de situaciones, en condiciones de bajada de temperaturas y aire estático, las zonas más débiles y en riesgo corresponden con los valles. «Se hielan más rápido, hemos tenido 3 o 4 grados bajo cero y eso ha sido carne de cañón», ha destacado el representante provincial de UAGA. Ahora, se está intentando adaptar variedades más tardías para esquivar las heladas. «En el leñoso cuesta varios años cambiar los cultivos y es mucho más costoso poder hacerlo», comenta Andreu. Además, la escasa utilización de los sistemas de protección (riego anti-heladas) en la zona han agravado todavía más el problema.
Poca cobertura con los seguros
Respecto a la cobertura del seguro agrario, UAGA manifiesta que es urgente habilitar una línea eficaz que cubra y proteja a las personas que se dedican profesionalmente a la fruticultura y tienen sus parcelas en zonas del territorio en las que, por el cambio climático, se están produciendo heladas de forma recurrente en primavera. David Andreu explica que en el caso de los almendros es «una mínima parte» la que está asegurada mientras que el frutal tiene un mayor índice de aseguramiento. «Están las franquicias de 30% por explotación, no por parcelas, lo que limita mucho las indemnizaciones. Desde UAGA estamos intentando mejorar sector por sector, pero los avances son muy pocos», expresa Andreu. Al tratarse de un siniestro que se repite todos los años, el coste de la póliza se dispara e impide que los agricultores lo contraten. En ese sentido, la organización agraria reivindica que es necesario que Agroseguro adapte las condiciones de esas pólizas a las nuevas condiciones climáticas. Eso sí, sean cuales sean los datos definitivos, el representante de UAGA en Teruel avanzó que las pérdidas «son considerables» en el conjunto de la producción frutícola y de almendras del territorio, y por extensión de toda la comunidad autónoma.
Precisamente este viernes, UAGA ha convocado una rueda de presa en su oficina regional de Zaragoza para dar más detalles de las pérdidas. Desde el sindicato agrario explicaban ayer, no obstante, que «todavía es pronto» para conocer las pérdidas económicas ya que se está concluyendo el balance definitivo de las consecuencias de estas heladas.
Javier Molina dice
Lo nunca visto en heladas, el borron de las cerezas está negro y aun no ha florecido. Y los almendros,menos las variedades que florecen ahora, entre la humedad y el hielo no a quedado ni una y el año que viene veremos.
Miguel dice
A plantar girasoles