La redacción del Plan Director para la restauración de la Iglesia Santa María la Mayor de Alcañiz ya está en marcha. Este año el Ayuntamiento licitó la redacción del proyecto y la propuesta seleccionada ha sido la del arquitecto José Ángel Gil, quien este martes presentó al público un primer planteamiento general.
Al Teatro Municipal de Alcañiz han acudido numerosas personas para conocer las primeras pinceladas de este Plan impulsando por el Área de Cultura del Consistorio alcañizano de cara a la reforma de este edificio y al estudio de sus potencialidades desde el punto de vista turístico. «Queremos continuar fortaleciendo el patrimonio de nuestra ciudad, en este caso en el marco de la colaboración con el Arzobispado de Zaragoza», señaló Jorge Abril, responsable del Área de Cultura, también presente en la presentación.
El Plan Director acabará siendo un documento guía en el que se establecerá la visión a largo plazo «de lo que el edificio tiene que llegar a ser», tal como explicó el responsable del proyecto, el arquitecto José Ángel Gil. «La base para poder arrancar con el Plan es establecer unos levantamientos topográficos de calidad para poder evaluar el estado del edificio. Posteriormente en coordinación entre diversos agentes habrá que establecer cuál es el objetivo al que se quiere llegar. Por ejemplo, si seguirá siendo dedicado únicamente al culto o se diseñará para acoger otra serie de actividades, como un posible espacio expositivo o lo que se determine», puntualizó.
Por tanto el plan de actuación se basa en cuatro puntos fundamentales: definir las líneas de carácter estructural para determinar el estado de seguridad del edificio, establecer un plan de mantenimiento, realizar un mapa de usos y establecer la coordinación necesaria entre los múltiples agentes implicados en el proceso.
El templo se concibe como un recurso turístico de primer nivel que se suma a los adyacentes, por lo tanto habrá que atender también al entorno en el que está ubicado. Asimismo, se atenderá a los elementos exclusivos que posee-algunos de ellos ocultos o no señalizados- potenciando así el reconocimiento patrimonial que merecen. «Dentro de lo que es el propio edificio hay lugares recónditos que van apareciendo sucesivamente como por ejemplo una moldura en las bóvedas de la propia iglesia gótica que quedó oculta con la construcción de la nueva iglesia. También existe una última ventana que queda de la iglesia gótica y que está oculta y es prácticamente desconocida», explicó Gil.
El recorrido de la bóvedas puede suponer uno de los principales atractivos turísticos. «Tiene un gran potencial para el público en general y particularmente para los estudiosos de la Historia del Arte y de la Arquitectura que tendrán la posibilidad de descubrir estos sistemas estructurales, de los mayores referentes del barroco aragonés».
También se habló de la posibilidad de conectar las bóvedas con la Torre Gótica, pero se constató la imposibilidad de esta acción por razones de seguridad. «Un doble arco de ladrillo sujeta la torre. Ahí se encuentran los peldaños 100 y 101, ese sería el sitio natural para poder conectar pero no podemos eliminar el elemento estructural que sujeta la torre hacia arriba. Fue una pena, queríamos haberlo hecho pero resulta muy costoso», indicó José Ángel Gil. Sin embargo, sí que existe el acceso desde la zona de Sacristía donde la conexión resulta más sencilla.»Es una cuestión que hay que coordinar y ver su viabilidad».
Algunas de las actuaciones más urgentes radican en las intervenciones en cubierta del edificio ya que se han detectado determinadas deficiencias por colonización de plantas o de aves que impiden la evacuación del agua y por tanto potencian la humedad. También las grietas que presentan los muros y otro tipo de estructuras constituyen vías de entrada de elementos físicos, químicos que provocan un daño progresivo.»Lo conveniente sería actuar para que no siga progresando el deterioro del templo».
Tal como ha explicado el arquitecto, el marco temporal para la ejecución de este tipo de proyectos es amplio, ajustado además a los plazos previstos para cada una de las intervenciones que se decidan. Por su magnitud y también por los recursos económicos que implica, esta reforma global se va tener que acometer en una serie de proyectos a través de varias partidas presupuestarias. Eso sí, la unidad de criterio será fundamental en todas estas actuaciones.»Generalmente por cuestiones presupuestarias es inabarcable en un único proyecto y de ahí surge la figura del Plan Director. En él se tendrán que establecer las prioridades así como las diferentes etapas por las que hay que ir pasando. Los proyectos suelen ir desarrollándose a lo largo del tiempo por distintos técnicos redactores sujetos a una cierta unidad de criterio en esta evolución del edificio». Se manejan plazos muchas veces superiores a 20 años en este tipo de actuaciones sobre elementos patrimoniales.
Entre las principales posibilidades de financiación para la restauración del edificio el Ayuntamiento de Alcañiz tiene la voluntad de buscar alianzas con otras administraciones tanto a nivel nacional como autonómico. Uno de los principales recursos a los que se puede optar es al 1,5 Cultural que ya se pudo conseguir en el caso de la restauración de la Torre Gótica.
Por el momento los expertos estarán centrados en la redacción de este Plan Director. Para ello se ha establecido un plazo de seis meses. «Es un plazo ciertamente exigente para tener un primer avance, pero es positivo marcar unos plazos temporales para evitar demoras innecesarias. Son tantos los agentes y las decisiones que tomar que supone un recorrido largo y complejo».
Angel+Tremps+cases dice
Indiscutiblemente la acción sobre la excolegiata merece un aplauso pero quiero ponerlo en consideración de todos aquellos que no aprueban igual reacción en la Iglesia del Carmen por ser edificio de la iglesia. Seamos serios que TODO es beneficio para Alcañiz