La caída de las temperaturas mantiene en jaque a todas las administraciones ya que, de cumplirse los pronósticos, tras la borrasca Filomena harán su aparición las placas de hielo en calles y carreteras. Es por ello que los esfuerzos se centran ahora en minimizar todo lo posible este efecto ya sea con el reparto de sal o pidiendo extremar las precauciones.
Para evitar riesgos, este domingo se confirmó en la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI), que se suspenden las rutas y clases en la enseñanza no universitaria a lo largo de la Comunidad Autónoma durante lunes y martes. Tras la decisión adoptada en el seno del CECOPI, el consejero de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Felipe Faci, emitió una Orden en la que da traslado a todos los centros educativos no universitarios de la Comunidad Autónoma de la suspensión de toda la actividad lectiva durante los días 11 y 12 de enero.
Aquellas personas que deban desplazarse para trabajar desde este lunes, deberán hacerlo con especial cuidado. En los municipios, los servicios municipales se han ocupado de despejar accesos a los polígonos donde hay empresas que continúan con su actividad. Es el caso de Alcañiz, donde ya se actuó el sábado para permitir el movimiento de camiones en algunas de las empresas. «Hemos trabajado para que Alcañiz esté operativa al máximo desde el lunes», dijo el alcalde, Ignacio Urquizu.
Las máquinas quitanieves continúan trabajando por despejar el mayor número de vías pero, antes de salir se recomienda consultar el estado de las carreteras tanto en la página de la DGT como en la de Carreteras de Aragón.
Alcañiz se prepara para el hielo
En la capital bajoaragonesa no se recuerda un temporal de este calibre desde hace décadas y los esfuerzos tras la nevada se centran en minimizar al máximo la formación de placas de hielo.
Desde el sábado, la brigada municipal junto a la cuadrilla de servicios y obras, trabajan en esparcir sal en las calles, una tarea que previsiblemente se intensificará desde este lunes cuando se prevé la caída de los termómetros. El Consistorio cuenta con la mitad de las 25 toneladas de sal de las que disponía al inicio, cantidad a la que se añadirá la que cedan desde Diputación y que se acumula en un silo en Valmuel.
En las tareas de limpieza, el Ayuntamiento no está solo ya que ha contado con la ayuda de particulares que han aportado sus máquinas, así como de agricultores de la Cooperativa que han sumado sus tractores para extender sal, y la de los propios vecinos. «Somos prudentes pero estamos razonablemente satisfechos por la coordinación y porque la gente, no sólo se está comportando, sino que además está ayudando en la limpieza de sus barrios y por eso estamos agradecidos», dijo el alcalde.
No obstante, recordó a la ciudadanía la importancia de reducir los riesgos saliendo a la calle y a las carreteras lo imprescindible. Tampoco se recomienda pasear bajo cornisas y en zonas arboladas ya que el peso de la nieve puede provocar daños.
La incidencia más aparatosa se registró en un aparcamiento privado del centro donde se vinieron abajo varias chapas de un tejado. Desde el Ayuntamiento se despejó la calle para facilitar el paso de maquinaria. También hubo que asistir a algunas personas que residen en el campo y limpiar el camino a la protectora de animales.
En los polígonos se trabajó en la apertura de accesos a empresas que han continuado con la producción activa para facilitar la entrada y salida de camiones.
Otras poblaciones como Mas de las Matas o Albalate también presentaron algunas incidencias por el temporal.