Un dispositivo con un par de agentes de la Guardia Civil y otros tantos de Policía Local y Protección Civil recibía este viernes por la mañana a quien llegaba a Andorra desde Alcorisa, Calanda y, sobre todo, Alcañiz, la carretera más transitada. A media mañana el ajetreo era evidente. Es viernes y los camiones que iban o venían se cruzaban con las furgonetas de empresas o quien entraba o salía con motivo justificado. Principalmente trabajo pero también alguna cita en el Hospital o motivos educativos. Después del preceptivo saludo, se informaba de que la localidad estaba confinada perimetralmente y se preguntaba cuál era el motivo del desplazamiento y si era necesario se solicitaba la documentación.
El anuncio del confinamiento perimetral de la Villa Minera y su regreso a la fase 2 durante siete días y desde este viernes se hizo el jueves por la mañana por lo que este viernes todos eran conscientes de las circunstancias y de lo que se iban a encontrar. Dos controles de acceso tanto por la parte bajoaragonesa, en la rotonda donde coinciden las carreteras de Alcañiz, Alcorisa y Calanda; como en la de Albalate-Híjar. Los cuatro accesos desde Alloza se cerraron directamente con new jerseys.
«La respuesta está siendo buena. Vemos que son conocedores de la situación pero nosotros también les informamos», explica el teniente del puesto de Andorra, Javier Muro. En cada turno trabajan unas 14 personas entre Benemérita, Policía Local y Protección Civil.
Adentrándose en Andorra a primera vista en nada se diferenciaba de la hora punta de un viernes al mediodía de la era post covid. La buena temperatura invitaba a estar en la calle y en las calles y plazas más céntricas se podía encontrar a vecinos tomando el vermú o a quien venía de la compra o de hacer un recado. También algunas cuadrillas de adolescentes reunidas en un banco pensando en las fiestas que no van a vivir después de un verano atípico.
La Villa Minera habría festejado esta semana a su patrón, San Macario. A excepción de otros municipios, donde los rebrotes han surgido con las «no fiestas», en Andorra la situación empeoró hace poco menos de dos semanas. Desde el 31 de agosto se han contabilizado 91 casos con transmisión comunitaria y se está a la espera de los resultados de un centenar de PCR. El 70% son asintomáticos y por cada positivo se rastrean a unos 10 contactos de media lo que ocasiona que la presión asistencial del Centro de Salud sea elevada.
Este viernes Salud Pública ha notificado siete contagios en la zona de salud de Andorra, 10 en la de Alcañiz, cinco en la de Caspe, y dos en las de Alcorisa y Maella.
«No compartimos esa denominación de las no fiestas porque se acaban celebrando las no fiestas y surgen los rebrotes como hemos visto en otras localidades. Aquí comenzó antes pero estos días han tenido una incidencia clara. Deben ser días de normalidad y ahora el confinamiento es la evidencia más clara. Estoy seguro de que los andorranos estaremos a la altura de las circunstancias, es un compromiso de civismo y solidaridad. Está en las manos de cada uno de nosotros y eso conlleva dejar muchas cosas en el camino», reflexiona el alcalde, Antonio Amador.
Sí se ha notado el retroceso a fase 2 en las terrazas de los bares y en las colas que formaban en la calle los aforos al 40% en pequeñas tiendas como panaderías o fruterías. En el estanco de Alejandro Guarido no se ha percibido una reducción de clientela aunque su propietario asume que siete días de confinamiento acabarán reduciendo sus ventas. «Tenemos que apechugar, no nos queda otra. Nos hemos relajado, nos han dado un toque de atención y espero que aprendamos de ello», opina el también miembro de la junta de la Asociación Empresarial de Andorra-Sierra de Arcos y el Bajo Martín. La entidad no tiene constancia de que por el momento ningún establecimiento haya cerrado.
Donde ven la situación más complicada es en la hostelería. El bar Chaques ya ha estado trabajando la mitad que otros veranos y desde ayer tiene que reducir el aforo al 50%, tanto en la terraza como en el interior. Además, la relación interpersonal entre personas es de metro y medio por lo que en dos mesas solo pueden sentarse unas cuatro personas. «La situación es mala, entre los que se encuentran confinados y los que tienen miedo… la gente no sale. Antes eran casos aislados pero ahora le hemos visto las orejas al lobo y es lógico que haya temor. Nosotros tendremos que valorar esta semana si nos vale la pena estar abiertos o cerrar», apunta su propietaria, Turia Serrano.
«Lo estoy viviendo con muchas dudas y casi con enfado porque vengo de estar unos días fuera y lo que se hace aquí es lo mismo que en otros lugares, ni mejor ni peor», afirma Mª José Roqueta. La andorrana abrió su negocio tan solo dos meses antes del estado de alarma por lo que ya ha estado en constante reinvención. Regenta el Espacio El Olmo, dedicado al bienestar de las personas mediante la disciplina física y mental. El contacto y el acercamiento son imprescindibles aunque ahora tiene que mantener la distancia de seguridad, aunque eso no le impide afrontar con optimismo el inicio de la temporada de clases, aunque sea con el aforo más limitado.
Raquel dice
Lo de Andorra no tiene nombre… esta tarde daba pena pasar por la plaza del regalo, seguimos tomandonos la situación a risa.
Juanmiguel dice
Pena es poca esta misma mañana primer día de confinamiento había 4 individuos sin mascarilla y emborrachándose en el bar dragón justo en frente del médico menuda vergüenza. Habia gente mayor entrando y saliendo del médico que no daban crédito
Así no vamos a ningún sitio
Clooney dice
Creo que la solución es quedarse 7 días en casa, no compartir el virus con los del pueblo. Van a seguir los contagios, no tienen controlados los focos. La gente sigue haciendo lo mismo que antes. En los bares, no hay distancias. Y terrazas más grandes. Da pena. Siguen siendo dias de fiesta si te paseas por el pueblo.
Un Andorrano dice
Clooney, no digas mentiras, Andorra NO esta de fiesta, el pueblo esta MUY TRISTE y se ve muy poca gente por la calle. Con esos comentarios nos dais muy mala imagen y confundis a la gente y no es verdad. Andorra no esta de fiesta, andorra esta TRISTE. que quede claro.
Clooney dice
Los tristes pagamos las consecuencias de los que están de fiesta.
Javi dice
Andorra no está de fiesta así es, lo malo es mucha gente que si está de fiesta.
Andorrana dice
En Andorra está pasando lo que pasa en toda España ni más ni menos, a ver si ahora vamos a ser los culpables de todo, en todos sitios hay irresponsables, os encanta cebaros con Andorra Basta ya joder! Me gustaría ver si esto hubiera sido en otro pueblo si habría tantos titulares y tanta mierda encima.