El Rastrillo de Manos Unidas es una de las citas más esperadas del otoño en Alcañiz. Cumple 28 años y lo hace sin perder ni un ápice de la esencia de todo este tiempo.
Este domingo abrió sus puertas y lo volverá a hacer cada domingo y día festivo hasta el puente de diciembre en horario de 11.00 a 14.00. Por segundo año consecutivo se encuentra en la Ronda de Caspe, en el local que se anteriormente se habilitó como estación de autobús junto a la guardería Santo Ángel.
La acogida de la primera mañana fue una señal de las ganas que había en Alcañiz por volver a recorrer los puestos. Se puede comprar de todo, «desde espejos y muebles, hasta ropa de calle y tradicional, pasando por juguetes y decoración», y también se pueden aportar objetos llevándolos al mismo local.
Todo lo recaudado irá a una causa de Manos Unidas, también lo recaudado en la puerta porque allí se ubica la joya de este rastrillo. Las tortas y buñuelos se repartieron sin descanso. Las preparan con mucho cariño y dedicación las voluntarias, un puesto para el que también tienen las puertas abiertas a quien lo desee.