La alcañizana Sara Carbó Rivasés ha sido nombrada la Hermana Mayor de Honor de la Cofradía del Silencio. Es muy querida en la ciudad. Está muy vinculada a la cofradía y este año representará en la procesión de El Silencio del Jueves Santo a la Fundación Down por una Semana Santa a favor de la integración
Cuando la junta directiva de la Cofradía del Silencio se reunió con la intención de buscar a alguien merecedor de ser Hermano Mayor de Honor pensaron en la posibilidad de darle un enfoque solidario con el objetivo de dar visibilidad a algún colectivo que trabajase con personas con alguna discapacidad. A la vez también quisieron que, de alguna manera, fuera alguien vinculado a la Semana Santa alcañizana o a la propia cofradía.
De este modo, los componentes de la junta que preside Belén Fuster decidieron que dicho nombramiento recayera en Sara Carbó Ribasés y en la Fundación Down. Una institución sin ánimo de lucro que trabaja día a día por aportar calidad de vida a personas como Sara y a sus familias. Por ello, Sara Carbó Ribasés, representará a todos ellos en la procesión del Jueves Santo.
Y es que esta alcañizana es un ejemplo para todos cuando cada año llega el Jueves Santo, se pone su túnica negra y procesiona por las calles de Alcañiz o como cuando cada Viernes y Sábado Santo sale a tocar el tambor.
Como la propia Sara confiesa, «Llevo la Semana Santa y a Alcañiz en el corazón». Por todo ello se siente muy orgullosa de haber sido nombrada Hermana Mayor de Honor y de poder representar a un colectivo de personas que luchan cada día por ser mejores y aportar cosas positivas a la sociedad.
Desde que conoció que iba a ser Hermana Mayor de Honor, Sara vive en un sueño rodeada por toda su familia y amigos, del que espera se pueda hacer realidad el próximo 29 de marzo cuando los tambores del Silencio comiencen a sonar dentro de la iglesia indicando el inicio a la procesión.
Con este nombramiento, la junta directiva de la Cofradía del Silencio también quiere contribuir a aumentar la conciencia pública sobre el Síndrome de Down recordando la valía de estas personas y el bienestar que generan en sus familias y en las comunidades a las que pertenecen. De esta manera esta hermandad, que nació en 1952, aporta un granito de arena a la normalización y a la integración de todas ellas.
José Miguel Carbó Rivasés dice
Vaya por delante que gracias a Dios pude transmitirle mi gran alegría por su nombramiento. Pero debo puntualizar que tres hermanos, dos cuñadas y cuatro sobrinos han sido condenados sin motivo alguno a no disfrutar públicamente de esta emoción. Que quede claro. Gracias.