La Indicación Geográfica Protegida «Cerdo de Teruel» será una realidad al fin la semana que viene. Se trata de una reivindicación histórica por la que se lleva trabajando desde hace años y que al fin ve la luz. Así lo anunció este jueves la directora general de Innovación y Promoción Agroalimentaria del Gobierno de Aragón, Carmen Urbano, en la Cámara de Comercio de Teruel. Urbano aseguró que el Boletín Oficial de Aragón publicará el 12 de mayo la orden por la que se concede la protección nacional transitoria. Así, se permitirá la comercialización en el mercado nacional de carne al amparo de la IGP Cerdo de Teruel.
«Desde el Gobierno de Aragón esperamos que esta calidad diferenciada con la que va a contar el cerdo de Teruel sirva para generar mucha más economía alrededor de esta industria en la provincia, en Aragón y que nos dé muchas alegrías en el mercado nacional», señaló Carmen Urbano.
Paralelamente, la tramitación del expediente sigue su curso para que el sello forme parte del registro de denominaciones de origen protegidas y de indicaciones geográficas protegidas de la Unión Europea.
La reputación del Cerdo de Teruel deriva de la excelente calidad de los productos amparados por la Denominación de Origen Protegida Jamón de Teruel/Paleta de Teruel, puesto que la producción ganadera destinada a esta DOP ha tenido una repercusión directa en el resto de la canal esta carne.
La zona geográfica de producción (crianza, sacrifico y despiece de los cerdos) de la IGP Cerdo de Teruel está constituida por la provincia de Teruel, en la que el sector porcino tiene un gran peso en el sector agrario siendo un sobresaliente impulsor de la provincia, apoyado por infraestructuras, cooperativas, empresarios, ganaderos e industriales muy dinámicos.
Se trata de un sello de calidad muy importante para toda la producción ganadera de cerdo de la provincia de Teruel, especialmente toda aquella especializada en la cría de cerdos Denominación de Origen Protegida Jamón de Teruel, cuya carne tendrá ahora un aprovechamiento con un impacto de marca mayor.
El proceso para alcanzar este logro ha sido largo. Comenzó hace ya siete años cuando, a finales de 2015, los productores de la DOP Jamón de Teruel/Paleta de Teruel retomaron el estudio de una figura de calidad que aportase un valor añadido a esta carne fresca. En 2017, se decidió encauzar los trabajos para la obtención de una IGP y comenzaron los estudios de tipificación del producto y del resto de los requisitos necesario. Durante estos años hasta la solicitud definitiva se han analizado y estudiado las diversas versiones del pliego de condiciones, así como los controles durante su proceso de elaboración.
En marzo de 2019, se constituyó la Asociación Profesional de Productores de Cerdo de Teruel, agrupación impulsora de la IGP, que presentó la solicitud definitiva de la IGP Cerdo de Teruel en octubre de 2019. En septiembre de 2020, el BOA publicaba la orden de decisión favorable del DGA para la inscripción en el registro comunitario de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Cerdo de Teruel. El expediente completo era enviado a la Comisión Europea para su estudio y tramitación a través del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. En mayo de 2021 se envió la documentación requerida y se está a la espera de que la Comisión comunique sus nuevas observaciones para su posterior publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea. A partir de la fecha de publicación habrá tres meses para alegaciones. En el caso de que no reciban, la Comisión inscribirá la IGP. Habitualmente, esta publicación se produce en los dos meses siguientes a la expiración del plazo de oposición.
Atributos de la IGP Cerdo de Teruel
La carne de «Cerdo de Teruel» se presenta al consumidor final siempre en fresco, ya sea en despiece, corte o fileteado, sin haber sufrido otra transformación que el corte.
Los animales proceden exclusivamente del cruce entre las razas Landrace, Large White o cruce de ambas como línea materna con la raza Duroc como línea paterna.
La alimentación del ganado se basa fundamentalmente en cereales que, en la medida de lo posible, proceden de la provincia de Teruel o provincias limítrofes.
Las canales deben tener un peso, en caliente, igual o superior a 86 kg y un espesor de tocino dorsal entre 16 y 45 mm, medido en la zona lumbar, a la altura de la punta del pernil.
La genética utilizada y el manejo de los animales con sistemas de producción dirigidos a la calidad, mediante la prolongación de los periodos de cebo y con una alimentación de proximidad, consiguen un peso de la canal caliente más elevado y carne con la infiltración grasa deseada, características del «Cerdo de Teruel», que le han otorgado la correspondiente reputación en el mercado.