Tras años perteneciendo a una misma agrupación secretarial, Samper de Calanda y Castelnou han tomado diferentes caminos y dejarán de compartir secretaría. Ambos municipios alegan que «hay suficiente trabajo como para que cada uno tenga su propio personal». Durante varios ejercicios, ambos Consistorios aparecían en la lista negra de la Cámara de Cuentas al presentar algunas irregularidades. Este fue uno de los motivos que llevó a solicitar la disolución.
A pesar de que Castelnou apenas ronda el centenar de habitantes, cuenta con una gran cantidad de trabajo para ponerse al día con las cuentas, algo que Samper ya subsanó. «En estos meses hemos tenido varios secretarios de paso y no ha ayudado, tener uno propio va en nuestra voluntad de ir corrigiendo lo que se hizo mal en el pasado e ir haciendo las cosas bien conforme a la legalidad», dijo el alcalde por sustitución, Tomás Herrera. «De hecho, de las cuentas de 2019 de momento no han notificado nada en contra», añadió.
Castelnou volvió a saltar a la palestra en primavera cuando la Cámara de Cuentas de Aragón aprobó los Informes de fiscalización de la Cuenta General del ejercicio de 2018. Se incluyen además los ayuntamientos de Valle de Hecho y Valle de Bardají en Huesca, y de Munébrega y La Vilueña en Zaragoza. Estas fiscalizaciones se incluyeron en la programación de la Cámara de 2020 debido «a la falta reiterada de estas entidades del cumplimiento de su obligación de rendición de cuentas», señalaron.
Estos informes abrieron el curso político en las Ponencia de Relaciones con la Cámara de Cuentas en las Cortes de Aragón. La consejera del órgano auditor Rosa Montolío, acompañó al presidente del órgano auditor Alfonso Peña, que detalló los incumplimientos y las recomendaciones.
Se puso de manifiesto la, según los portavoces de los grupos políticos, «realidad de algunas localidades pequeñas». Entre los problemas, se señaló la dificultad en la cobertura de determinadas plazas y la necesidad de que los ayuntamientos pidan ayuda y tengan medios suficientes y eficaces. Así, según el informe, a excepción del Valle de Bardají, estos ayuntamientos dispusieron de ingresos suficientes para hacer frente a su actividad ordinaria y su remanente de tesorería fue positivo y cumplieron los objetivos de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera.
Como indican desde la Cámara de Cuentas, una salvedad de la opinión financiera que afecta a todos es la falta de inventario de bienes y derechos o de su actualización, lo que afecta a la corrección de los estados contables. También, entre otras cosas, el incumplimiento del deber de archivo y la falta de documentación soporte de las actuaciones llevadas a cabo, así como el insuficiente control interno ejercido por los secretarios-interventores. Es común a todos, la falta de un instrumento para ordenar los puestos de trabajo.
Calvo Ja dice
Secretario, administrativo, alguacil, oficial, peón, peón de segunda… sólo falta ponerle jornal al alcalde