El Ayuntamiento de Caspe, a través de su área de Patrimonio, ha iniciado el proceso de restauración de las puertas labradas de la Casa Consistorial. Este elemento patrimonial data del año 1859 y es obra del escultor Manuel Albareda Cantavilla. Las puertas fueron talladas por encargo municipal, tras la construcción del actual edificio, ya que el anterior inmueble fue destruido por un incendio en 1837. Se destinarán 9.559 euros.
El proceso contempla la eliminación de la suciedad, barnices y masillas, relleno de hendiduras, desinsectación y consolidación de la madera afectada para devolverles su aspecto original. Los tratamientos darán prioridad a la conservación con métodos y materiales tradicionales para no alterar su aspecto externo. Se pretende así garantizar su óptima conservación haciendo un seguimiento a la obra restaurada y estableciendo un plan de mantenimiento.
Además, según ha adelantado el edil delegado de esta área, Antonio Guiu, se completará pintando el atrio de la entrada (hall) y adecentando la escalinata que sube hasta el plenario. «Esta actuación ya estaba adjudicada con la anterior corporación. Queremos poner en valor las obras pictóricas de la escalinata. Acabaremos con una iluminación adecuada que realce los elementos y no dañe las obras», concretó Guiu.
La actuación de restauración se centra en las dos hojas principales que dan entrada desde la calle al edificio, con ambas puertas muy afectadas, principalmente, por su exposición a la intemperie, el envejecimiento de los materiales originales y el ataque de insectos (carcoma) que han deteriorado de forma progresiva su aspecto, presentando, además, fisuras en su cara exterior y pérdidas volumétricas.
El escultor realizó las hojas de las cinco principales puertas del Ayuntamiento, cuatro de ellas, más sencillas, se encuentran en el interior y corresponden a los accesos al Salón de Plenos y a las Oficinas Municipales.