El embalse de Calanda, muy seco este invierno.
Las lluvias del jueves dan una tregua, pero si la situación no se revierte se limitará el agua en la cuenca y no se podrá realizar doble cosecha
La cuenca del Guadalope está viviendo una de sus peores sequías después de todo un verano y un otoño en los que prácticamente no ha llovido. La zona se encuentra «bajo mínimos» por lo que, si la situación no cambia, el Sindicato Central de la Cuenca del Guadalope se está planteando restringir los riegos en la próxima campaña.
Aunque las precipitaciones de los últimos días han sido beneficiosas, la situación sigue siendo «límite» por lo que tendría que llover con mucha holgura para que el estado de los embalses cambie. La fecha límite para que la situación se revierta es el mes de marzo, inicio de la nueva campaña.
Las lluvias -y nevadas- del jueves y viernes son bienvenidas y dan una tregua. «Dan un margen que retrasa 15 días la alarma. Llovió bien, de forma continua y calando», explica el presidente del sindicato, José Fernando Murria. «Pero no bajamos la guardia y la posibilidad de restringir sigue estando ahí», advierte. De seguir así lo que ya se ha planteado desde el Sindicato Central es limitar la cantidad de agua por cultivo. Esto significa que los agricultores tendrían que olvidarse de la doble cosecha que permiten los riegos modernos. Es decir, de plantar un cereal de invierno y después, por ejemplo, maíz.
Una situación que esperan resolver
La «terrible» situación de los pantanos preocupa mucho. «La gente ya empieza a estar preocupada y las discusiones cuando empieza a faltar agua son duras», explica Murria, quien reconoce que los ánimos ya están tensos en el sector. El alcañizano asegura que sí que recuerda algún año que se llegó a este extremo de sequía pero finalmente llovió y se solucionó. Una situación que esperan que se repita. «Hubo las mismas discusiones pero se solucionó. Lleva muchos meses sin llover de verdad, no sabemos qué está pasando porque no es solo en nuestra zona. En la Sierra tampoco ha llovido, es algo inaudito. Allí están como nosotros o peor», comenta.
angel tremps dice
Y la estanca de Alcañiz sigue sin arreglarse. Es inaudito.
Una cuenca como la del Guadalope, que siempre ha presumido de lo bien regulada que estaba el agua, no puede peritirse el lujo de tener un pantano regulador tantos años roto.
La CHE debería ponerse las pilas y solucionar el problema.
Desde el Ayuntamiento y organismos afectados deberían insistir para la reparación.
Una pena