Siete restaurantes bajoaragoneses han sido seleccionados como «Soletes» de la Guía Repsol por sus destacadas cualidades gastronómicas. Son Empeltre y La Chesita en Alcañiz, Casa Matilde en Tronchón, La Venta d’Aubert en Cretas, Ojinegra en Alloza, Mirador del Maestrazgo en Ejulve y 4 Vientos en Cantavieja.
La Guía Repsol ha creado la nueva categoría Solete, que reconoce a establecimientos desenfadados de toda España que están fuera de los círculos habituales y que destacan por su extraordinaria calidad, su cercanía o su buen ambiente . En la página web se ha publicado la relación de los primeros 1.000 locales seleccionados. La guía tiene la intención de otorgar este honor tres veces al año, los próximos en otoño.
Entre los elegidos no sólo hay los típicos restaurantes y bares, sino que también se tienen en cuenta los chiringuitos y terrazas, las cafeterías, las pastelerías, las bodegas y vinotecas e incluso locales especializados en fast food. Estos establecimientos se seleccionan teniendo en cuenta las recomendaciones de los clientes, que posicionan el restaurante en el mapa y, que posteriormente, visita un experto gastronómico de la Guía Repsol. El objetivo de esta lista es dar a conocer joyas gastronómicas del país que son una apuesta segura por la calidad de sus preparaciones y por sus precios asequibles.
En la lista hay 57 soletes aragoneses. 25 de ellos están en la provincia de Zaragoza, mientras que las zonas de Huesca y Teruel cuentan con 16 cada una.
Empeltre en Alcañiz
«Es una alegría en los tiempos que estamos. Trae más clientela»
En la localidad bajoaragonesa de Alcañiz se encuentra el restaurante Empeltre. El propietario, Adrián Lahoz, lo fundó hace más de 10 años y desde entonces sirven platos de estilo mediterráneo con opciones vegetarianas y veganas. El establecimiento desprende un aire moderno a la vez que acogedor por el contraste de colores blanco, negro y rojo. Además, cuenta con una acogedora terraza en su exterior para disfrutar en cualquier momento del año.
La esencia que caracteriza al restaurante Empeltre es el excelente trabajo de la plantilla y los platos de alta cocina a un precio apto para todos los bolsillos. Los tradicionales espárragos trigueros con jamón o las modernas virutas de foie son algunos de los platos más recomendados.
Adrián Lahoz, propietario de El Empeltre, expresa su felicidad por haber recibido el distinguido Solete y dedica el premio a sus empleados por la excelente labor que realizan. «Nosotros priorizamos el trato cercano. Somos una empresa pequeñita y eso nos beneficia de cara a otros sitios más grandes por el trato directo que ofrecemos», manifiesta Lahoz.
Al igual que el resto del sector de la restauración, Empeltre se ha visto afectado por las restricciones derivadas de la pandemia, pero ahora empieza a ver luz entre tanta oscuridad. «Es una alegría en los tiempos que estamos y es una ayuda porque trae clientela», explica Lahoz.
Casa Matilde en Tronchón
«En este premio van incluidos el trato y la calidad de la comida»
La posada rural Casa Matilde en Tronchón, situada en la comarca del Maestrazgo, es un lugar rústico y entrañable con un ambiente familiar que recuerda a las comidas de antaño que preparaba la abuela. Matilde Julián es una veterana del fogón que lleva 47 años elaborando deliciosas comidas caseras. Su cercanía, amabilidad y humildad cautivan a todo aquel que visita el establecimiento.
Además del trato exquisito, Casa Matilde es famosa por la calidad y abundancia de sus comidas. La cocinera pone todo su esmero y esencia particular para crear unas deliciosas elaboraciones. Entre sus platos más relatables destacan los pucheros, como los garbanzos con ajo o los postres caseros, como la tarta de queso o la cuajada.
«Hace mucha ilusión, es un honor», explica la propietaria Matilde Julián en respuesta al premio. La mujer de 79 años, que lleva toda la vida regentando su restaurante Casa Matilde, menciona con particular humildad que no sabe por qué la han incluido en la lista de los Soletes: «Pues hija mía, no te puedo decir porqué me han escogido. Va el trato, la calidad de la comida… supongo que será un conjunto de cosas que miran». A pesar de la modestia de Matilde, lo cierto es que todo aquel que visita su fogón, queda encandilado por el lugar y por las comidas que prepara la veterana cocinera.
La Chesita en Alcañiz

JUAN ANTONIO FORCÉN | La Chesita
«Es un reconocimiento al trabajo y al esfuerzo»
Las tapas y las raciones son la especialidad del gastrobar La Chesita situado en Alcañiz. Este acogedor establecimiento en el centro de la ciudad del Bajo Aragón ofrece platos exquisitos al alcance de todos los bolsillos. Juan Antonio Forcén, o ‘Juanan’ como le llaman sus empleados, es el propietario de este lugar pero además también es cocinero profesional y cuenta con varios premios a la espalda.
Lo que caracteriza a La Chesita es la mezcla de sabores y texturas que aportan un toque único y explosivo a los platos tradicionales. Algunas de las delicias que hay en su menú son las berenjenas con miel y lima o la ensalada de gambas y melocotón. Los productos que utilizan son principalmente del territorio para poner en valor la calidad de los alimentos de la zona.
Las tapas y raciones de estilo gourmet que elabora La Chesita con productos territoriales son el distintivo de este gastrobar. El propietario y cocinero Juanan se muestra entusiasmado al recibir el Solete porque dice, «el premio es un reconocimiento a su trabajo y esfuerzo».
El bar ofrece una amplia selección de platos tradicionales pero con un toque original en sabor o textura que marca la diferencia. «Aparecer en una guía gastronómica sirve para que la gente de fuera nos tenga en cuenta», concluye el propietario.
La Venta d’Aubert en Cretas

PHILIPPE CRÉLOT | La Venta D»Aubert
«Damos valor al territorio con nuestros vinos»
La bodega la Venta d’Aubert lleva desde 1995 elaborando vinos propios y ecológicos en la comarca del Matarraña. La finca situada en Cretas tiene una extensión de 62 hectáreas, de las cuales 18 están plantadas con viñedos y el resto con almendros y olivos. Todos los vinos fermentan al menos tres años y están elaborados con uva cultivada de manera natural para preservar el ecosistema y vendimiada manualmente.
Los vinos de esta bodega son un producto estrella en el territorio. Para aprovechar este atractivo, la Venta D’Aubert ofrece la experiencia de una visita a la masía para promover el interés turístico del territorio. Esta visita incluye una ruta por los viñedos, las instalaciones de la antigua casa de huépedes y una cata de cuatro de sus vinos.
«Es un honor aparecer en la guía Repsol y esperamos que tenga un efecto en las visitas que recibimos en la bodega» cuenta Philippe Crélot, trabajador de la bodega La Venta D’Aubert.
Sus vinos ecológicos elaborados con la uva que cultiva en la finca se reparten por toda la comarca del Matarraña para darse a conocer y con la finalidad de promover el producto del territorio. «Nuestra intención es dar valor al Matarraña con el producto de calidad que ofrecemos», menciona Crélot.
La Ojinegra en Alloza
«Trabajamos con productos ecológicos del territorio»
Los productos naturales y ecológicos son la especialidad del restaurante y casa rural La Ojinegra. Este lugar concienciado con el medio ambiente y con el buen comer se encuentra en Alloza, en la comarca de Andorra-Sierra de Arcos. Belén Godoy regenta este restaurante familiar con el objetivo de fomentar la agricultura y ganadería sostenible. Los alimentos son de agricultores locales y se cultivan sin productos químicos para que sean lo más naturales posible
La Ojinegra no solo ofrece opciones veganas, sino que también elabora platos con productos de origen animal. Estos alimentos provienen de granjas ecológicas que no utilizan hormonas de crecimiento Además de restaurante, La Ojinegra también ofrece alojamiento en el que disfrutar de la experiencia rural de una casa de campo
El restaurante de Alloza ya luce el solete en su fachada. «Este es un premio de difusión que le añade valor al territorio y también es un reconocimiento al trabajo bien hecho», dice la propietaria Belén Godoy.
La Ojinegra trabaja con una alimentación ecológica y local para dar valor a la alimentación territorial vinculada al medio rural. «No nos lo esperábamos porque es un reconocimiento que hace la gente a los establecimientos. Nos sentimos muy queridos», ha reconocido con cariño Godoy.
Mirador del Maestrazgo en Ejulve
«Estamos sorprendidos y muy agradecidos. No nos lo esperábamos»
Los productos de la huerta de Fernando Forcada y Mar Rodriguez son los que se sirven en el restaurante Mirador del Maestrazgo, establecimiento del que son propietarios desde hace más de 12 años. Este restaurante se encuentra en la localidad de Ejulve y tiene un estilo peculiar. Sus paredes de piedra y sus decoraciones de madera dotan al lugar de un estilo rústico y familiar. Además, las paredes están adornadas con utensilios utilizados en la agricultura tradicional como hoces o azadas. El producto natural del territorio es la especialidad del restaurante, por lo que sus platos más destacados son el ternasco de Aragón y los de cuchara, como las judías o los garbanzos.
Además de ser restaurante, Mirador del Maestrazgo también ofrece servicio de alojamiento en sus tres de sus casas rurales para promover el turismo rural. En este servicio entran los desayunos, comidas y cenas.
El restaurante de Ejulve lleva 12 años ofreciendo comidas tradicionales elaboradas con productos locales. Los propietarios Fernando Forcada y Mar Rodríguez cuentan con ilusión que agradecen ser Soletes de la Guía Repsol «Ha sido una sorpresa enorme, no nos lo esperamos y esto atraerá a más clientes». Además de ser restaurante, los propietarios explican que Mirador del Maestrazgo también ofrece alojamiento en sus casas rurales para promover el turismo en la comarca.
4 Vientos en Cantavieja
«Hay que aprovechar el producto que tenemos en la zona»
El restaurante 4 Vientos se encuentra en el municipio de Cantavieja. La propietaria, Pilar Beltrán, lleva más de 30 años ofreciendo comidas caseras a todo aquel que lo visita. El establecimiento desprende un aire rústico y hogareño por sus paredes de piedra tallada y por sus decoraciones en madera, y además cuenta con un bar y una terraza, en el que se sirven bocadillos y tapas, y un amplio comedor en el que se ofrecen menús del día entre semana y los menús degustación de dos durante el fin de semana.
4 Vientos es reconocido por la calidad y frescura de sus productos porque priorizan los alimentos locales y del territorio. Las especialidades del restaurante son las carnes y los platos con setas. Los platos más recomendados son el ternasco, el solomillo o el cabritillo al horno. También ofrecen platos ajustados a vegetarianos y a celíacos.
Las carnes y setas son la especialidad del restaurante 4 Vientos por la presencia de estos productos en la zona. «Siempre he creído que hay que aprovechar el producto que tenemos en el territorio. Es una manera de dar valor al entorno», explica la propietaria, Pilar Beltrán.
«Es un halago que reconozcan tu trabajo después de tantos años que llevamos», reconoce emocionada la propietaria .