El Gobierno plantea cerrar cuarteles pequeños y unirlos en uno solo para ganar operatividad
Solo dos agentes, pertenecientes al puesto de Alcañiz, conforma el equipo Roca que cubre todo el Bajo Aragón Histórico turolense. Estas unidades específicas se crearon en España en 2013 para frenar la oleada de robos en las zonas rurales. No obstante, estos equipos no supusieron un incremento de personal sino que fueron agentes voluntarios de las compañías los que decidieron formarlas. Hasta el 14 de diciembre cuando fueron asesinados Víctor Romero y Víctor Jesús Caballero, eran tres los efectivos del equipo. Ahora, tras una incorporación, son solo dos.
Aunque la Delegación del Gobierno ha publicado en su informe anual que en 2017 descendieron los robos en el campo un 17% con respecto al año anterior, el número de agentes y medios sigue siendo «insuficiente». Es lo que denuncian asociaciones como la AUGC (Asociación Unificada de la Guardia Civil) y los vecinos de los pueblos del territorio. Eso sí, destacan la excelente labor de los agentes y reconocen que «no pueden llegar a todo».
La inseguridad y la sensación de abandono que sufren los habitantes del medio rural se ha intensificado después del triple asesinato del 14 en Andorra. Y los datos hablan por sí solos. En el Bajo Aragón Histórico turolense, aglutinado en su mayor parte en la Compañía de Alcañiz (Bajo Aragón, Andorra-Sierra de Arcos, Bajo Martín y Matarraña), apenas hay 110 agentes dedicados a la seguridad ciudadana y están repartidos en 12 cuarteles. A estos, cabe sumar los pocos que patrullan en Cantavieja, que ya pertenece a la Compañía de Gúdar Javalambre.
Teniendo en cuenta que los agentes siguen sus turnos, tienen días libres y vacaciones y tienen que atender los cuarteles, la presencia de patrullas en la calle es cada vez menor. Asimismo, cabe destacar que, a excepción de los equipos Roca, el resto de patrullas se dedican más a recorrer los núcleos urbanos y solo llegan a algunas explotaciones agrarias y ganaderas cercanas.
La falta de efectivos de la Guardia Civil se hace evidente también en los horarios de atención al público de los cuarteles. En el Bajo Aragón turolense no hay ningún puesto abierto al público las 24 horas del día. Solo Alcañiz abre de lunes a domingo en horario de mañana. Andorra, lo hace de lunes a viernes en el mismo horario y, en el resto de pueblos, se abre uno o dos días por semana.
En toda la Comandancia de Teruel, que aglutina toda la provincia, hay 610 guardias civiles -sumando los dedicados a Seguridad Ciudadana y el resto (administración, policía Judicial…)- y en 2011 había 765. Según afirma la AUGC, serían necesarios unos 150 efectivos más. Además, denuncian el estado del parque móvil. Aunque llegaron nuevos vehículos hace unas semanas, lo hicieron con una restricción de 2.000 kilómetros al mes. Solo en la Compañía de Alcañiz se contabilizan unos 45.000 kilómetros al mes.
La falta de personal también ha llegado esta semana a las Cortes de Aragón. La Comisión Institucional dio luz verde el lunes a una iniciativa que apoya a los miembros de la Guardia Civil y demanda más agentes y medios. La propuesta, de Podemos, contó con los votos favorables de PAR, Ciudadanos y Grupo Mixto, la abstención de PSOE y el voto en negativo del Partido Popular.
Plan de reestructuración
La Guardia Civil está ahora pendiente de una reestructuración que ya avanzó el Gobierno Central. Se trata del «Plan plurianual de modernización»,que supondría un cambio significativo en el despliegue del Instituto Armado por el territorio. El objetivo sería reagrupar a los agentes en puestos y cuarteles grandes para ganar operatividad y reducir gastos de mantenimiento de edificios. No obstante, todavía no ha trascendido qué criterios se seguirán para cerrar puestos o mantenerlos abiertos. La Dirección General de la Guardia Civil está elaborando un informe que valora la distribución en todas las provincias puesto por puesto para decidir si son viables. En pequeños pueblos con poco personal resulta difícil atender la oficina y patrullar a la vez. Si se agrupan varios puestos en uno solo más grande en teoría habría menos agentes para tareas burocráticas y más para patrullar o atender avisos. Sin embargo, implicaría cierres. El Ministerio pondría en marcha el plan este año y se prolongaría durante seis, implicando reformas e inversiones cuantiosas.
Caspe, la excepción
Mientras que en la provincia de Teruel la situación es preocupante, en la comarca Bajo Aragón-Caspe, que pertenece a la Comandancia de Zaragoza, el panorama es bien distinto. En la Ciudad del Compromiso, el cuartel está abierto al público las 24 horas del día los 365 días del año y, en Maella, el horario es de mañana de lunes a viernes, igual que en Andorra con menos de la mitad de habitantes. Según fuentes de la Compañía de Caspe, no hay falta de personal y existe satisfacción en lo que respecta a medios, tanto vehículos como de seguridad.