El director del Hospital de Alcañiz, Pedro Isaac Bono Lamarca, agradece la «intachable» labor de todos sus profesionales durante la pandemia y explica cómo se han vivido estos ocho meses desde dentro y las decisiones que se han tomado para evitar que el centro no se desbordara. Esta entrevista forma parte del reportaje especial en el que La COMARCA reconstruye e ilustra con imágenes cómo se ha «sobrevivido» al coronavirus en el Bajo Aragón Histórico de la mano de los profesionales que han tomado las principales-y complicadas- decisiones de los últimos meses.
¿Cuál es la situación actual del Hospital?
Primero quiero agradecer la labor de los casi 700 profesionales del Hospital y rendir un homenaje al personal sanitario que ha fallecido, alguno incluso compañero. Su comportamiento ha sido ejemplar, intachable, no puedo más que dar las gracias. Se han entregado en cuerpo y alma. Alguna vez he dicho que para ser médico o enfermera se debe tener una tara genética, es lo único que explica esa entrega. Yo tengo 65 años cumplido, debía jubilarme en mayo y seguí; igual que va a hacer ahora la directora de Enfermería, Ángela Lara. Llevamos más de 40 años ejerciendo, ¿cómo nos vamos a ir ahora si hacemos falta?
Ahora estamos bien, tenemos la 6ª planta libre y los pacientes covid están hospitalizados solo en la 5ª. Contamos con camas libres en la 4ª, 3ª y especialmente en la 2ª, que son zonas no covid. Se opera tanto lo programado como lo urgente funcionando a pleno rendimiento los tres quirófanos. En los periodos de máximo, dos o tres semanas, tuvimos que suspender la actividad quirúrgica salvo urgencias y los tumores. Las listas de espera de las consultas se han incrementado, pero no las quirúrgicas.
¿Cómo recuerda la llegada del covid?
El primer paciente lo tuvimos concretamente el 16 de marzo. Vimos que el virus ya estaba aquí. Desde enero ya pensábamos que más pronto o más tarde entraría, y nos preparábamos. Si estaba en Italia, ¿cómo no nos iba a afectar?
¿Qué es lo primero que hicieron?
Cuando vimos que aumentaba el número de pacientes y de forma rápida empezamos a pensar y a distribuir espacios. Urgencias tenía en ese momento una entrada única y había que crear un circuito separado, se habilitó incluso el gimnasio como una sala de observación e intentamos transformar la Cirugía Menor Ambulatoria (CMA) con respiradores que luego tuvieron que ir a Zaragoza porque nos los pidieron los Servicios Centrales del Salud. Teníamos cuatro respiradores más uno que nos cedió Motorland, y un aparato portátil de radiología digital que fue fundamental en toda la pandemia.
La por entonces consejera de Sanidad, Pilar Ventura, anunció públicamente la creación de una UCI en Alcañiz.
Le llamaron UCI pero realmente no lo era, era una unidad de intermedios, una REA de mantenimiento de los pacientes graves hasta que tuvieran plaza en alguna Unidad de Intensivos de Zaragoza. Después los Servicios Centrales se reúnen y acuerdan centralizar todos los servicios UCI y nombrar una coordinadora que me llamó pidiéndome los respiradores porque aquí no se podía montar.
Es otra iniciativa que pone de manifiesto que plantearon proyectos de todo tipo para salvar las deficiencias del Hospital.
En tres horas la CMA se transformó en una preuci pero luego nos requirieron los respiradores. Se enviaron dos al Servet y dos a Teruel que ya han vuelto.
Menos de dos semanas después de la llegada del primer paciente se hospitalizó el Hotel Ciudad de Alcañiz.
Teníamos la 5ª y la 6ª plantas ocupadas y la 4ª ya se nos desbordaba. Solo quedaban la 3ª y 2ª para pacientes no covid. Así no podíamos seguir y lo del hotel fue una idea que surgió. Hablamos con el alcalde y en 24 horas estuvo montado. No estaba contemplado por el Salud por lo que la intervención de Ignacio Urquizu fue fundamental y se lo agradecemos, porque fue la válvula de escape para no tener que mandar a otro Hospital a ningún paciente no susceptible de UCI.
¿Ahí vieron que era necesario ampliar las camas del Hospital?
En la desescalada se consiguió realizar un circuito covid en urgencias. Hemos sacado espacios de donde no hay convirtiendo el Hospital en una goma elástica. En la 6ª planta primero se quitó el comedor y la sala de estar de los médicos para ganar seis camas y después trasladamos los dormitorios del personal de guardia para obtener otras ocho. Se ha pasado de 10 a 24 camas covid en la 6ª más las 30 de la 5ª.
¿Faltó material de protección?
Al principio fuimos muy justos porque nadie sabía lo que venía. Ahí debemos agradecer la colaboración de empresas, instituciones y ciudadanos que nos proporcionaron Epis. Hubo mucha ayuda y poco a poco empezó a llegar más.
¿Y déficit de profesionales?
Se han organizado los servicios en función de sus necesidades pero todos han tenido sus vacaciones. En Interna tenemos dos plazas libres por jubilaciones que no se han podido cubrir porque no se encuentran profesionales. En Microbiología en junio cubrimos la tercera plaza porque el 17 de mayo empezamos hacer las PCR.
¿Qué supuso no tener que enviar las muestras de las PCR a Zaragoza?
Fundamental, básico, importantísimo. Antes teníamos que esperar 48 horas más o menos.
¿Cómo es ahora el día a día del Hospital?
Mucho más estable que al principio, todo el mundo sabe lo que tiene que hacer e intentamos ir siempre por delante con una previsión de 10-15 dias. Podemos planificar con más tiempo porque contamos con los datos de Primaria y con sus positivos realizamos una estimación. El 15-20% de los contagios necesitan ingreso hospitalario, por lo que ya podemos prever lo que nos vamos a encontrar en 15 días.
¿Qué situaciones se han encontrado por contar con un Hospital como el de Alcañiz?
El no tener UCI ha sido distinto pero en todo lo demás, como en cualquier Hospital de Aragón. Hay que poner en valor la hospitalización a domicilio porque eso fue la primera actuación que expansionó el Hospital ganando camas. Hemos manejado ese servicio tal y como lo hemos organizado, centralizándolo primero en el hotel en primavera y después en la residencia.
¿Cómo se hospitalizó la residencia Santo Ángel de Alcañiz?
El primer brote en residencias fue en Valderrobres y en ese momento nos filtraba Primaria y nos traían a los pacientes aquí. En la llamada segunda ola, que para nosotros era casi la tercera, aparece el brote de la residencia de Alcañiz. Lo que hicimos fue lo mismo que con el hotel. Atendimos allí a sus pacientes e incluso a usuarios de otros centros. Han sido extensiones de la capacidad del Hospital. Queremos agradecer a su dirección porque fueron todo facilidades, igual que con el hotel Ciudad de Alcañiz.
¿Han llegado a tener un momento de tranquilidad?
No hemos tenido descanso porque el brote de los jornaleros de Caspe apareció el 24 de junio, recién iniciado el descenso de la primera ola. La desescalada generó una especie de optimismo que no nos benefició.
¿Cuál ha sido el peor momento?
Ha habido muchos pero el tener que decidir en el día a día para priorizar a los pacientes covid sin dejar de atender al resto es muy duro. Veíamos que el Hospital se nos desbordaba. También ver a los profesionales con angustia, agotados y que van perdiendo la ilusión porque se está haciendo muy largo. Me producía mucha angustia cuando en la primera ola no se permitían ni las visitas ni el acompañamiento, la soledad de los pacientes. Consultamos al Comité de Ética y fuimos de los primeros en permitir un acompañante. Me ha ocurrido en varias ocasiones que me llamen hijos de pacientes o incluso algunos compañeros para que los dejara entrar (silencio). Y después de decirles que no, estar yo pidiendo lo mismo de madrugada para que me dejaran entrar al Royo Villanova para ver a un primo que murió… Eso es muy duro, muy duro. Si se hubiese visto todo lo que ha pasado en los hospitales habría más cuidado y conocimiento. Esta enfermedad no perdona, no perdona (voz entrecortada).
¿Le preocupa la Navidad?
El comportamiento social es el que marca las directrices. La población debe ser consciente del problema y de que se ha demostrado que es eficaz cumplir las normas sanitarias. Hay que tener más sensibilidad, cuídate tú para cuidar a los demás.
Eduardo Aguilar Cortes dice
Enhorabuena Pedro, por haber liderado este gran problema de salud, sin duda el mayor al que nos hemos enfrentado en el Primer Mundo desde la gripe de 1918.
Un orgullo haber trabajado contigo Pedro y un alivio haber nacido 2 años antes que tú, porque me pude jubilar hace 2 años.
En este sentido me tranquiliza la gran labor del Dr. Francisco Marcilla Córdoba, yo probablemente no hubiera sido capaz de hacer una labor tan eficaz, elástica e imaginativa ocupando su puesto.
Un abrazo a ti y la satisfacción de haber trabajado 33 años en el Hospital de Alcañiz.
Eduardo.
El mesache dice
Han hecho una magnífica labor, gente profesional,amable,pagando muchas veces con su propia salud el luchar por la de los demás.
ты видел dice
No te lo creas, algun@s, como no les bailes el agua, van contra ti.