Un agricultor de Calanda, Antonio Celma, ha cosechado un melocotón de la variedad Guadalupe que ha pesado unos insólitos 627 gramos. La pieza, de unos 20 centímetros de diámetro, dio para que toda la familia tomará el postre «y aún sobró bastante», como señala Celma.
A juicio del fruticultor, para conseguir melocotones de gran calibre debe darse una combinación apropiada de tierra, riego y abonado, pero la clave radica en que «el clima es perfecto» para producir esta fruta. Prueba de ello es que la localidad da nombre a una variedad tardía que ha dado lugar a la Denominación de Origen del Melocotón de Calanda. Antonio Celma está convencido de que si todo transcurre con normalidad todavía puede cosechar algún otro ejemplar de más de 600 gramos hasta que termine la campaña de melocotón, en noviembre.
Aunque muchas veces los frutos de gran tamaño pueden tener un sabor menos intenso que los pequeños o medianos, Celma explica que el supermelocotón tenía «muy buen sabor». Este agricultor comercializa su producción a través de la cooperativa San Miguel de Calanda, pero la pieza de 627 gramos decidió quedársela para comer en casa.
Mariano dice
En Urrea nos pasan del kilo.