Torrefest se consolida con voluntarios, cerveceros y gaiteros que con su empuje contribuyen a superar toda dificultad
«Mientras haya cerveceros dispuestos a venir, habrá feria». Parece de lógica la fórmula de la concejal de Cultura pero hacerla posible no es fácil porque una persona solo va a los sitios donde se siente querida. En Torrevelilla lo han conseguido.
Hace seis años pensaron que podían ganarse un hueco en el mundo de la cerveza artesana y organizaron Torrefest. En este tiempo han cuidado a sus expositores que continúan dispuestos a seguir colocando sus puestos en el pabellón.
Así, Torrefest se ha hecho ese hueco. «Solo faltamos el año pasado porque nos coincidió con San Juan y fue imposible. ¿Qué tiene esta feria? Que nos sentimos como en casa, hay muy buen ambiente». Hernán Serrat reflexionó desde el mostrador de Badum. «Hay mucha gente de esta zona que veranea en Peñíscola y nos conocieron allí. Cuando comenzaron la feria nos propusieron venir y nosotros, encantados», añadió.
Una amistad en común con el pueblo hizo posible la conexión con Golden Promise Brewing y este fue el primer año en el que la firma zaragozana llevó sus productos. «Para el cervecero está muy bien en cuanto a condiciones porque los gastos son los mínimos y facilidades para instalarte, todas», valoró Álex Mabry. «Por lo que veo el ambiente también está muy bien y hay buena oferta de cervezas con lo que hemos traído entre todos», añadió. Los zaragozanos de El Bandido Cucaracha volvieron por tercera vez. Completaron la oferta los oscenses de Seelen y Borda y los navarros Kaalibs Beer.
El público tuvo una amplia variedad para degustar incluso algunas con ingredientes como la alcachofa. «Al final del trago tiene un toque pero no sabe a alcachofa, mejora el sabor de la cerveza pero no se apodera», rió el responsable de Badum.
El paladar se alimentó pero también la vista y la nostalgia para los más veterano en la sección de coleccionismo con material todo cedido por vecinos de la localidad y de otras poblaciones. Se exhibieron desde botellas hasta latas pasando por posavasos, chapas y todo tipo de accesorios. Marcas variadas y envases que transportaron a los presentes a otros países y otras épocas.
Además de los cerveceros hay otro pilar fundamental para que la feria salga adelante. Se trata de los propios vecinos.
Sin voluntarios no hay feria
Torrefest sale adelante gracias a la colaboración de los vecinos del pueblo e hijos de Torrevelilla. Calculan que son unos 80 voluntarios en una población que en invierno supera con dificultades el centenar de personas. «Sería imposible si la gente no quisiera porque una cosa así nos cuesta mucho trabajo. El montaje del recinto empezó el martes y dos semanas antes estábamos pegando carteles por todo el Bajo Aragón y Matarraña», dijo la concejal, Ana Belén Tomás.
Lamentó que las administraciones no tengan la misma sensibilidad. «Hablan de despoblación y del medio rural pero para llenar titulares porque a la hora de la verdad es muy difícil que lleguen ayudas y por muy pequeño que sea el apoyo para nosotros es mucho porque una orquesta nos cuesta lo mismo que a un sitio grande», añadió.
Las novedades que introdujeron resultaron un éxito, entre ellas, el Rincón Infantil. Fue uno de los puntos más concurridos y salió a propuesta de voluntarios que pasaron todo el día entre pinturas. Para incentivar la venta la organización vendió a partir de las 18.30 tiques para comprar cerveza artesana con pincho gratis. La jornada se redondeó con sorteos que se realizaron «gracias a la colaboración de empresas».
Punto de reunión de gaiteros
El buen trato que dispensa Torrevelilla parece que está detrás también de que el encuentro de gaiteros vaya en aumento. Hace cuatro años se pensó en hacer coincidir esta reunión con la feria de la cerveza y el tiempo ha demostrado que la combinación funciona. Participó una decena de grupos de la zona y de otros puntos de la comunidad y uno de baile.
Celebraron el pasacalles matinal con parada cervecera en la plaza, y acabaron con una exhibición en el pabellón después de una comida a la que se sumaron vecinos superando los doscientos cubiertos. La despedida la echaron tocando desde el escenario. La feria siguió hasta la madrugada.
bruce taylor dice
!Enhorabuena, Torrevelilla! por haber conseguido tanto sin ayudas oficiales.
Ana Belén tiene muchísima razón cuando hable de las administraciones y los políticos que sólo están pensando en las próximas elecciones y no en el futuro del entorno rural.
Ha dado en el clavo y más gente en posiciones de influencia lo deberían decir en voz alta. «Hablan de despoblación y del medio rural pero para llenar titulares porque a la hora de la verdad es muy difícil que lleguen ayudas».