La apertura puntual para reuniones familiares- hasta este 2 de enero– para este puente de Nochevieja no incide en la situación de la ocupación turística del territorio, en los diferentes
establecimientos como casas rurales y hoteles. De hecho, las zonas más turísticas del Bajo Aragón Histórico que en años normales alcanzaban el lleno, terminan este 2020 con reservas bajo mínimos a raíz de las restricciones de movilidad y los datos epidemiológicos que no dan tregua.
Por ejemplo en la comarca del Matarraña, se mantienen la mayoría de los establecimientos cerrados. «Con el cierre de hoteles y casas rurales, la perspectiva es muy negativa. Hay que tener en cuenta que aquí nos llegan muchos visitantes de Cataluña y Valencia que este año no están», ha explicado Marta Ferras la presidenta de los empresarios turísticos de esta comarca.
Normalmente la campaña de Navidad es una de las épocas más importantes para el turismo de interior. Tanto el Puente de la Purísima como las navidades y Nochevieja inyectan mucha
liquidez a las empresas para sostenerse en los difíciles meses de invierno como enero y febrero. «Ahora sin esos ingresos hasta la primavera seguramente habrá una situación crítica sin tener
ingresos», ha matizado Ferras. A medio plazo desde el sector esperan que a partir de la próxima primavera con el avance de la inmunización las restricciones se relajen. «Desde luego los
empresarios damos por perdidos los meses enero y febrero».
Desde el sector empresarial insisten en que no se ha atendido a la realidad rural a la hora de aplicar las medidas en los establecimientos locales. «Aunque legalmente tenemos permiso de abrir con cierto aforo, a nivel práctico estamos cerrados. Si no pueden venir los clientes de otras provincias y comunidades de poco nos sirve poder abrir», ha concluido Ferras.
La misma sensación comparte también desde el Maestrazgo, que registra una ocupación casi «nula» de menos de un 10% por la falta de sus principales visitantes provenientes de la
Comunidad Valenciana. La presidenta de los empresarios turísticos de esta comarca, Pilar Beltrán, ha explicado que los establecimientos de la zona contaban con bastantes reservas de
cara a estas fechas, pero con las medidas restrictivas la mayoría de ellas se han anulado. «La previsión es muy mala», ha dicho Beltrán.
Otro de los aspectos que valoran los empresarios turísticos es el daño que podrá sufrir el sector por las «consecuencias» de estos días festivos en cuanto a contagios se refiere. «Sabes cómo la
gente se comporta en tu establecimiento pero lo que no sabes es cómo se comporta dentro de las casas, y creo que todo el mundo tendemos a relajarnos en ese sentido», ha indicado la presidenta de los empresarios del Maestrazgo. «Ya se vio que en el puente de la Inmaculada hubo rebrotes, todavía quedan más días, ojalá me equivoque, pero la previsión es que enero y febrero sean todavía muy malos».
Baja ocupación indican también los empresarios turísticos de la comarca del Bajo Aragón, alcanzando un 19%. «Es una cifra mala si tenemos en cuenta las reservas que había en octubre»,
ha explicado Nieves Ballestero, gerente de la asociación. Las expectativas iniciares para salir en Navidad provocaron un 80% de reservas en el territorio bajoaragones. Con las medidas
restrictivas, se han dado cancelaciones masivas. Muchos de los establecimientos, incluso casas rurales han decidido no abrir hasta pasado el mes de febrero. Los pocos visitantes que acuden estos días al territorio lo hacen para reagruparse con sus familiares. «No quieren vivir con sus familiares que en general son personas mayores. Entonces para cuidarlos quieren estar con ellos pero no quieren hacer una convivencia real. Alquilan los alojamientos turísticos para que la estancia sea más confortable», ha explicado Ballestero.
Más allá de las cifras, la inestabilidad del sector sigue estando muy presente, también la «incertidumbre». «Cualquier noticia nos perjudica o nos beneficia notablemente. Es muy difícil hacer planes a largo, incluso a corto plazo. A ver como volvemos a la vuelta de navidades, nos da mucho miedo la verdad», han resaltado.
Comida para llevar
En el caso de los restaurantes, muchos de ellos cerrarán esta Nochevieja debido a la restricción de horarios. Otros, se han reinventado y han preparado menús especiales para llevar. Están trabajando en menús bajo la modalidad de «comida para llevar».
Esta práctica ha experimentado un incremento durante todas las Navidades, con más o menos éxito, dependiendo también de la población de cada zona. En la comarca del Bajo Aragón por
ejemplo, el servicio ha resultado bastante favorable. «Como pueden salir menos, la gente decide que puede comer muy bien desde sus casas. Hemos notado un incremento muy notable», ha indicado Nieves Ballestero. Muchos de los establecimientos de la comarca, especialmente en la capital bajoaragonesa, trabajan intensamente para cubrir las demandas. «La calidad es primordial».
No se tiene el mismo éxito en las zonas menos pobladas como indican desde la comarca del Maestrazgo. «Somos muy pocos en cada pueblo. Normalmente puedes coger alguna ración pero el efecto no es el mismo comparado con una gran ciudad como Zaragoza», ha indicado Pilar Beltrán.
La misma circunstancia se da en el Matarraña, donde algunos establecimientos también se han reorganizado para ofrecer este servicio a lo largo de estos días. «Obviamente no es lo mismo que tener un establecimiento abierto como hubiese sido en un año normal», ha dicho Marta Ferras.
Datos «catastróficos» a nivel provincial
A nivel provincial la tendencia es «desastrosa» tal como ha indicado el presidente de la Federación Aragonesa de Turismo Rural, Jesús Marco. La ocupación para estos días apenas alcanza un 10% en toda la provincia, lejos del éxito de las campañas de otros años. Las casas rurales, que rozaban el completo en esta fecha, permanecerán en su mayoría vacías, debido al confinamiento perimetral, que impide la llegada de visitantes, sobre todo de Levante.
En una provincia donde más de la mitad de los nacidos en ella están fuera, estas fechas son claves para sectores como la hostelería y el turismo. Este año, aquellos turolenses o descendientes que regresaban cada año para pasar aquí estos días, y que son miles, no están. Muchos de ellos solían alquilar casas rurales lo que, unido a los turistas habituales, hacía
que estos establecimientos estuvieran llenos casi sin excepción.
«La situación es catastrófica. Teníamos un montón de clientes que tenían la ilusión de poder haber ocupado estos días una reserva pero a última hora las restricciones lo han anulado todo», ha explicado Marco, de la Federación de Turismo Rural.
El presidente de la Federación de Turismo Rural pide a las Administraciones que ayuden a un sector que ha tenido que invertir mucho para adaptarse a la nueva normativa y propone
una gran campaña de promoción para cuando sea posible la movilidad. «El sector está aguantando el tipo, pero debe llegar el momento de que podamos disponer de las ayuda. Hay que
volver a ilusionar al sector y las administraciones deben respaldarlo con una campaña de promoción importante».
Raquel Cid Ozcos dice
Con el confinamiento las zonas limítrofes pagamos por dos veces.
Los que se beneficiaron un poco fueron las zonas de montaña de Zaragoza provincia.
Pero en el Matarranya el grosor de turismo es catalán. Y se da la paradoja que a un lado del río las casas rurales están al 60% y al otro al 5% ,por no decir al 0.
Y ya se que al político de Zaragoza le da igual, pero aguantar así hasta abril o junio es imposible, va a ser la ruina de muchos comercios del Matarraña.