Como el gran Gesualdo Bufalino, la griega MARIA IORDANIDU (1897-1989) no publicó su primera novela hasta los sesenta y cinco años.
Esta fue «Loxandra», una maravilla, un golpe de luz, una revelación para un público, el de lengua castellana, que desconocía el magnetismo y vitalidad de uno de los personajes más carismáticos de la literatura griega. Ahora, la editorial Acantilado edita la segunda novela de la IORDANIDU: «VACACIONES EN EL CAUCASO» -cierto es que pueden leerse las dos sin continuidad-, y vuelve a sumergirnos en ese universo tan particular del que no qurremos salir, pero esta vez de la mano de su nieta. De esa Ana (alter ego de IORDANIDU), que ya es toda una adolescente y que aprendió de su abuela algo que no estaba en el silabario que le habían dado en la escuela: «a sentirse feliz de estar viva y de ver y de oir (…) a amar cualquier cosa a la que se dedicara».
Esta es, pues, la historia de unas vacaciones muy especiales que cubren cinco años de la vida de Ana. Con paralelismos autobiográficos, aunque «los personajes son, casi todos, inventados», la historia parte de una Constantinopla, donde Ana vivie con su abuela Loxandra, que en 1914 está apunto de convertirse en Estambul y saltar del medievo al siglo XX.
Ana viaja, acompañada por una tía, a pasar lo que tenían que haber sido unas felices vacaciones escolares en el Cáucaso; sin embargo, lo hace, sin duda, en el peor de los momentos posibles. En la estación de Batumi, un puerto del Mar Negro, y en medio del tumulto, Ana pierde de vista a su tía, y tras dos meses sobreviviendo penosamente, consigue llegar a Stávropol, una ciudad rusa de provincias, en donde vive una amiga de su tía. Allí busca un empleo como profesora de inglés para salir adelante. Contra todo pronóstico, el estallido de la Primera Guerra Mundial, la revolución rusa de 1917 y la posterior guerra civil rusa entre rojos y blancos le impedirán regresar a su hogar durante cinco años. Sin embargo, y acordándose siempre de los consejos de su abuela, Ana empieza a aprender ruso, se aficiona a la cocina eslava, se adapta a los largos inviernos, hace suyas las costumbres y el carácter de sus nuevos vecinos y hasta conoce el primer amor.
MARIA IORDANIDU hilvana en este libro un relato tan trepidante y emotivo como su propia vida, que relata con el mismo frescor, dinamismo e inconfundible sentido del humor con los que ya dio vida a su inolvidable «Loxandra». Cuando alguien sabe encandilar a un lector con una prosa sencilla, fresca, delicada y posee el don de captar siempre lo significativo tanto de la vida corriente como del horror de una contienda civil, es de seguro que estamos ante un gran escritor.
«VACACIONES EN EL CAUCASO» es, sin duda, una de las novelas más encantadoras, entretenidas y seductoras que han salido en los últimos meses al mercado editorial.
Gracias Miguel por tus estupendas reseñas literarias. Eres una de las cosas grandes de Alcañiz, aunque muchos no se den cuenta.
Yo he leído a Banine, otras vacaciones en el Cáucaso.. «Días del Cáucaso» de una autora azerbayana. Eres genial Miguel
Hola Miguel, hace mucho que no nos vemos. Tomo nota de tus consejos. Espero que estés bien. Un abrazo