Todavía en las mujeres de buena parte de Rusia y sus antigüas repúblicas el nombre de YAMILIA sigue sonando como sinónimo de emancipación y libertad, como un grito contra las convenciones sociales y, sobre todo, como un canto al amor y a la pasión.
Y todo ello gracias a una novelita que no llega ni a las cien páginas, pero que es de una belleza difícilmente igualable y, además, es, según el poeta Louis Aragon: «la historia de amor más bella del mundo».
Nos situamos en una aldea de Kirguistán, entre estepas y altas montañas, en donde habitan unas gentes que no hace muchas generaciones habías sido nómadas, y aunque ahora no lo sean, mantienen con ellos sus antigüas costumbres familiares y tribales. Estamos en 1942, cuando Kirguistán formaba parte de Rusia, y ahora, cuando la guerra a reclutado a los hombres de la aldea. También el esposo de Yamilia está luchando en el frente. Y, claro, son las mujeres, los niños y los heridos los que deben asumir las duras labores del campo: una tarea que se repite cada día, desde el amanecer hasta el ocaso. Yamilia vive con su familia política, es una mujer fuerte y valiente, y es una de tantas que trabaja sin descanso. A casi todas las partes la acompaña el joven Seit, el narrador de la historia y todavía casi un niño, pero que está fascinado por el magnético caracter y el descaro de la joven y siempre dispuesto a defenderla de cualquier agravio.
Un día llega a la aldea un soldado convaleciente, que es asignado a Yamilia y a Seit para ayudarlos en las labores agrícolas. Daniyar, que así se llama el soldado, es reservado y tranquilo, pero posee una misteriosa fortaleza que emana de su ser. Y aunque no sea muy hablador, es en el camino de regreso a casa donde expresa cantando su verdadera naturaleza: su pasión por la vida, por las tierras de su patria y, claro, su amor desatado por Yamilia. Juntos, entre silencios y canciones, recorrerán la bella estepa, mientras el viento trae aromas de otras vidas posibles.
«YAMILIA» es la novela más celebrada de CHINGUIZ AITMÁTOV, y la que le hizo mundialmente famoso: el más importante escritor de Kirguistán y uno de los más alabados y queridos de Rusia. Su obra, traducida a más de 150 lenguas, refleja siempre las vivencias populares del campo y de su niñez.
Esta deslumbrante historia de amor, narrada con una inspirada sensibilidad, sorprende por su sencillez y por su profundidad y nos introduce en folclore y la sencilla vida de las aldeas kirguizas bajo el dominio soviético. «Bondad humana, sabiduría, amor y devoción en el sobrecogedor paisaje del Asia Central» (The Guardian).
Un joya de las que se recuerdan toda la vida.