Alcañiz dice adiós a la mítica sonrisa de «La Julia» en sus calles

VÍDEO. La muerte este jueves de Julia Arnal Zapater deja un vacío por su carácter dicharachero y los alcañizanos piden al Ayuntamiento que confeccione un cabezudo en su honor. Regentó durante 35 años el bar Caldereros y se la recuerda sentada en «su banco» o con la armónica

Hay personas que son historia viva de un pueblo. No necesitan un gran proyecto vital sino porque su simple presencia en el día a día de la ciudad ya deja un gran poso de cariño por su carismática personalidad. Esa es Julia Arnal Zapater, «La Julia». Fue querida por atender a miles de bajoaragoneses que salían de fiesta por la calle Caldereros desde la barra de su bar, pero también por dar vida a las calles sonriendo, con su armónica, su alegría, su vitalidad, sus charradas, sus bailes y su banco de la plaza, a los pies del ayuntamiento. Este jueves ha fallecido a los 90 años por las complicaciones derivadas de una bronquitis que la mantenía ingresada en el Hospital desde hacía casi una semana.

Su muerte ha dejado tristes a muchos alcañizanos que tienen una historia con ella o que simplemente la conocían de verla por el centro de Alcañiz. Esa tristeza se ha convertido enseguida en un deseo que se ha expandido rápidamente por las redes sociales: que Julia no deje de salir en sus queridas fiestas convertida en un cabezudo. Piden que el Ayuntamiento incremente su comparsa con un nuevo cabezudo homenajeando la figura de Julia como otras ciudades como Zaragoza han hecho con vecinos míticos.

Este jueves por la tarde la han despedido en el Tanatorio Municipal y este viernes, a las 17.00, se celebrará una misa en su memoria en la Iglesia.

A Julia se le recordará con su armónica./ L. Castel

Un bar insignia de Caldereros

Julia nació en una familia de ganaderos pero no quiso seguir la tradición. Como tantas niñas de su época no tuvo una vida fácil. Fue poco tiempo al colegio y rápidamente se tuvo que poner a trabajar. Primero de planchadora con una familia y una vez se casó con su marido, Paco, regentaron a la vez el bar La Perca en la Estanca y una tienda de ultramarinos. Con el tiempo dejaron La Perca y reconvirtieron la tienda en un bar. Le llamaron bar Caldereros en honor al que entonces era el antiguo nombre de la calle (en la dictadura se renombró como «Primo de Rivera»). Estuvo abierto durante 35 años y hasta aproximadamente el año 2000, años en que esa zona era el epicentro de la fiesta alcañizana. El bar abría de día y también de noche.

María del Mar, Mónica y Vanesa con Julia en el banco en el que se sentaba./ Familia Mir

«Podías ir a cualquier hora, siempre lo encontrabas abierto, hasta a las tres de la madrugada te preparaba un bocadillo. Era un bar al que iba todo tipo de gente y en el que eran muy típicas sus tapas. Los caracoles, pajaretes, gambas a la plancha… Hasta estuvo Massiel una vez que visitó Alcañiz», recuerda su hijo Faustino, al que todos conocen como «Cutino».

En el bar Caldereros trabajaban durante todo el día Julia y Paco; y detrás y delante de la barra se criaron sus cinco hijos: Lola, Julieta, Rosa, Paquito y Cutino. «Mis padres eran los dos muy queridos», precisa Cutino.

El bar cerró con el cambio de siglo. Ya se había muerto Paco y su mujer aún prolongó su jubilación trabajando detrás de la barra hasta los 67 años.

En sus longevos 90 años Julia tuvo dolorosas despedidas. Hace 22 años murió su marido Paco y a su hija Lola la tuvo que decirle adiós hace cinco. Se volvió a casar con Cándido, del que también se quedó viuda hace unos años.

«El banco de la Julia»

La figura de Julia está ligada al banco esquinero de la fachada del Ayuntamiento en el que se pasaba horas hablando. Allí se hizo una de las fotografías que ilustran este reportaje con María del Mar, Mónica y Vanesa. Las hermanas Mir y Julia tenían como tradición hacerse fotos todos los años durante las fiestas patronales y ahora María del Mar reconoce que tanto su familia como la Peña la Roja la echarán mucho de menos porque siempre estaba «levantando el ánimo a su paso».

Todos los alcañizanos coinciden en su carácter afable y simpático y en lo que le gustaba hablar con todo el mundo. Su imagen también está ligada a la armónica que llevaba encima aunque como recuerda su hijo entre risas, «la tocaba muy mal».

También solía acudir cada 3 de marzo al homenaje que se realiza a las víctimas del bombardeo. Del 80º aniversario es la imagen principal que ilustra este reportaje. Ese día tocó la armónica y recordó para La COMARCA cómo vivió el 3 de marzo de 1938. A Julia el bombardeo le pilló en el arco de Loreto. Se cayó una casa y ella salió por un lado y su madre por el otro pensaba que su pequeña estaba bajo la enruna. «Cuando llegué a casa la encontré llorando», comentó. Una vez reunida, la familia se marchó al corral pero temerosos de nuevas bombas, se escondieron en «las piedras de San Miguel» con más alcañizanos. «Lo pasamos muy mal por el miedo y porque no teníamos comida, solo lo que nos encontrábamos en el campo. Judías, lechacinos, acelguetas en tortilla…», relató Julia con gran vitalidad y que con una sonrisa que no perdía ni para hablar de «tiempos difíciles». «Los jóvenes de ahora no sabéis lo que es pasarlo mal».

La ultima actualización de esta noticia fue 23 Feb 2023 20:32

Ver comentarios (14)

  • DEP doña Julia que buena persona fue toda su vida la hecharemos en falta que pena que la buena gente se va

  • una gran mujer,desde niño le conocí cuando regentaba Caldereros,con unas tapas increíbles,una persona entrañable.

  • DEP Doña Julia era trozo de pan te echaremos de menos

  • Descansa en paz Julia. Cuanto siento que ya no volvamos a encontrarnos por cualquier calle de Alcañiz e intercambiemos unas palabras siempre cariñosas.

  • Descanse en paz, te echaremos a faltar el los ensayos del hogar, recordaremos siempre tus aplusos, mis condolencias a la familia.