Arte contemporáneo para mantener viva la memoria colectiva de los bordoneros

El pueblo se llenó de vida y color con las obras e intervenciones de los alumnos de Bellas Artes

El pueblo se llenó de vida y color con las obras e intervenciones de los alumnos de Bellas Artes

Las calles de Bordón se convirtieron este fin de semana en una sala de exposiciones itinerante gracias a la iniciativa 16 destinos y un punto de encuentro en el que participaron alumnos del Grado en Bellas Artes de la Universidad de Zaragoza del Campus de Teruel, el Ayuntamiento de la localidad y la comarca del Maestrazgo. Con la tradición y la memoria colectiva como ejes temáticos, los artistas encandilaron a vecinos y visitantes con obras e intervenciones artísticas muy interesantes.

Rocío Garriga, coordinadora del proyecto y profesora de la asignatura Arte y Entorno Urbano del Grado en Bellas Artes, aseguró que el resultado de la iniciativa «superó nuestras expectativas» y destacó «el cariño y la implicación» recibida por parte de los vecinos. «Es un lujo poder intervenir de una manera tan real y cercana. Para los alumnos también es especial, porque crean lazos afectivos con los vecinos», indicó.

Para Garriga, una de las particularidades que hacen tan especial este proyecto es que los alumnos crean sus obras «partiendo de lo que es Bordón y haciendo arte para el propio Bordón». Pero además de hacer un arte por y para el pueblo, la iniciativa cuenta con un ingrediente de cercanía que la hace única. Artistas y vecinos conviven durante todo el fin de semana, los creadores tienen la posibilidad de explicar el por qué de sus obras y los vecinos la opción de ayudarles a construirlas. «Las actividades comenzaron el sábado por la mañana con un taller plurisensorial que tiene el objetivo de acercar el arte contemporáneo a los presentes, porque el arte hay que disfrutarlo con los cinco sentidos», explicó Garriga.

El sábado, además, una de las alumnas realizó una intervención titulada No me lo experaba. Se trataba de un taller de ejercicios de expresión en el que se plateaba un tema de debate referente a los problemas del mundo rural. Esta acción cerró la jornada y antes, vecinos y visitantes colaboraron con los artistas para colocar y construir las intervenciones que vería Bordón al día siguiente.

Durante la jornada del domingo se sucedieron las actividades, una combinación de acciones y obras artísticas. En la piscina, por ejemplo, se pintó un mural con el título «El hombre que temía», que está basado en una videoteca con tres televisiones. Cada televisor cuenta con una mirilla que permite ver el exterior, que es el monte. «Es una manera de romper la división entre lo urbano y lo rural», dijo Garriga.

Además, los niños del colegio de Bordón colaboraron en el proyecto «Érase una vez Bordón», donde decoraron la fuente de la plaza con hilos de colores que se conectaban con historias sobre el pueblo escritas por los vecinos. Con todo, existen más obras presentes que se podrán visitar los próximos meses; una manera de conocer Bordón desde una óptica diferente: a través del arte.

La ultima actualización de esta noticia fue 13 Oct 2022 12:36