Beatriz Rico: «Las épocas más oscuras que recuerdo de mí son cuando más en serio me lo tomaba todo»

La actriz y humorista asturiana Beatriz Rico (Avilés, 1970) nos cuenta la importancia que tiene para ella el humor y cuál es su gran pasión

La ultima actualización de esta noticia fue 11 Feb 2020 20:58

Llegas a Alcañiz con ‘Antes muerta que convicta’, ¿habías estado antes en el Bajo Aragón?

Estuve hace unos cuantos años con Gabino Diego y ‘39 escalones’ pero en otro espacio y… lo que es estar de gira: vienes y te vas corriendo, te quedas con ganas de conocer más a fondo los sitios.

¿Qué supone para ti abrir este Mes de la Comedia?

Es un privilegio que sin conocer la función hayan confiado en mí y en el espectáculo. Estoy también súper agradecida porque me he enterado que es la primera vez que traen una función así, hecha por una mujer. Bueno pues.. ahí estamos. Hay que abrir camino a otras compañeras. Estoy feliz por las dos partes.

¿De qué se habla en ‘Antes muerta que convicta’?

De todo. Carolina es una mujer de pueblo que se va a Madrid a casarse con un millonario, un político y empresario que acaba en la cárcel por eso que está tan de moda de meter la mano donde uno no debe. Ella hace trabajos sociales y limpia teatros, pero su gran meta es triunfar en un concurso de la tele. Llega a uno de esos teatros, ve que está lleno y dice: «¡Os voy a demostrar que soy la mejor!». Lo que pasa es que las cosas no siempre salen bien. Hay música, una historia de fondo muy muy divertida y luego hay otra parte… Quiero que la gente se ría pero tengo la suerte de que hay muchas personas que me están escuchando, entonces también hay un momento de concienciación en el que lanzo un mensaje, algo muy íntimo de mi vida que yo también quiero compartir.

Después de tres años de gira... ¿no te dan ganas de hablar de otros temas de actualidad?

¿Sabes lo que pasa? Que el espectáculo está vivo y como es mío hago con él un poco lo que quiero. Según van pasando cosas también las voy introduciendo: Donald Trump, la política en Cataluña… Lo voy cambiando.

¿Es fácil poner el límite entre personaje y actriz?

Para mí sí. La gente dice, «¿cómo puedes hablar una hora y cuarenta tú sola?», pues es muy fácil, porque me gusta y es mi vocación. ¿Poner el límite entre el personaje…? Yo no puedo cocinar bien, pero sí tengo esa facilidad de ¡pum!, cambio, cambio, cambio… (ríe mientras chasquea los dedos). Para mí no tiene ningún mérito porque me sale solo, no hay ninguna técnica en especial.

Con qué te quedas: ¿hacer reír o hacer pensar?

Ay… cómo has ido ahí a pillar (ríe). Ese silencio respetuoso es precioso, pero un teatro lleno de carcajadas… (suspira). Hay veces que me tengo que dar la vuelta porque me tiembla un poco el labio, pienso en qué suerte tengo y en qué bonito es lo que está pasando.

¿Puede el humor ayudar a entender este mundo de locos?

Mira, yo no sé si ayuda, lo que sí sé es que las cosas se digieren mucho mejor con humor. Tú a una persona le puedes decir cosas muy duras, pero si lo haces mediante el filtro del humor la gente no se enfada y todo cala y llega más. Es importantísimo eso de no tomarse las cosas demasiado en serio. Las épocas más oscuras que yo recuero de mí son cuando más en serio me lo tomaba todo, era un sufrimiento terrible. Y ahora, con tanto hacer humor me doy cuenta de que ya no necesito psicólogos. Esto lo digo como actriz y como espectadora, es la mejor medicina, sales con la cabeza renovada, es como si te resetearan.