El camping de Alcañiz acoge a una treintena de temporeros con tarifas especiales

Muchos han sido los trabajadores del campo que han optado por buscar refugio en los establecimientos declarados alojamientos turísticos para trabajadores esenciales una vez se decretó el estado de alarma.  En el caso del Camping La Estanca, de Alcañiz, se encuentran ahora mismo hospedados sobre una treintena de temporeros, que desempeñan su labor en campos tanto del Bajo Aragón-Caspe como de otras localidades.

A parte de la mayoría de trabajadores del campo, también se alojan sanitarios, trabajadores de construcción y cartógrafos, «perfiles que están dentro de la catalogación de trabajos esenciales», ha explicado Luis Lizana, gerente del camping. «Ha sido un servicio que poco a poco ha tenido bastante aceptación sobre todo por el tipo de trabajador que tiene que cumplir con funciones prioritarias», ha destacado.

Un 80% de los clientes son trabajadores de la fruta que tendrán una estancia de uno a cinco meses, y se les aplicarán «tarifas especiales». Según apuntan desde el camping, el perfil de los trabajadores del campo ha variado mucho a causa de la crisis del Covid, teniendo ahora alojadas a familias enteras llegadas desde diferentes Comunidades Autónomas, ante la gran demanda de trabajo. Son «cuadrillas de trabajo» que tienen ya su contrato y su puesto asegurado antes de venir. «Antes prácticamente eran todos inmigrantes, ahora hay gente muy jóven del territorio nacional que vienen de Madrid, Islas Baleares, Almería y prácticamente de toda España», ha explicado Lizana.

Respecto al alojamiento, los procedimientos de desinfección e higiene se han incrementado. Las zonas comunes se desinfectan diariamente con un «riguroso protocolo» marcado por las normativas sanitarias. También se aplican procedimientos de desinfección «tanto a la salida como a la entrada del camping».

Además, se atiende a determinados criterios a la hora de distribuir en bungalows a los trabajadores, que tienen una capacidad «de una, dos o tres plazas». 16 de los 26 bungalows de los que dispone el camping están destinados «a la figura de trabajador esencial«. «El criterio que llevamos es que nunca pueden compartir ninguna habitación personas que no hayan convivido anteriormente», ha matizado Lizana.