La Carrasca del Plano del Águila: un «Árbol Singular» de Caspe

A poca distancia de la localidad caspolina, saliendo por la calle La Fuente o la calle Teruel se llega a una bifurcación. Si se toma la opción izquierda se observa un árbol cuyas magnitudes hacen que no pase desapercibido para nadie. Se trata de la centenaria ‘Carrasca del Plano del Águila’, que recientemente ha sido nombrada como «Árbol Singular» por el Gobierno de Aragón.

«Me aventuro a confirmar que muy pocos caspolinos no tienen una foto junto a este emblemático árbol», sentencia Rafael Guardia, concejal de Agricultura y Medio Ambiente de Caspe. El enorme vegetal mide 12,5 metros de alto y 12,1 metros de ancho, por lo que su gran envergadura nunca ha sido común para los vecinos de la zona.

A pesar de que está situada en un terreno de titularidad privada, hasta esta carrasca se puede acceder a través de unas rutas BTT o senderistas que el consistorio caspolino habilitó hace tiempo dada la popularidad del árbol. Y por si alguien llega hasta allí sin conocerla, la emblemática carrasca está acompañada de un cartel informativo en el que se explica su importancia como patrimonio natural. No obstante, este ejemplar lleva muchos años sin estar solo, ya que a su lado le acompañan otras tres carrascas de menor tamaño.

A partir de su nombramiento como «Árbol Singular», este árbol de carácter autóctono estará todavía más protegido dentro de su entorno. «Siempre ha destacado por su gran porte, tamaño y valor cultural«, asegura Guardia, pero ahora que ha recibido el reconocimiento por parte del Gobierno de Aragón, «seguro que consigue una mayor visibilidad y popularidad».

Por su ubicación cercana a la zona urbanizada de Caspe, este árbol ha presenciado gran parte de la historia de la localidad, así como de sus vecinos. Podría considerarse los ojos del municipio o el pulmón de la Ciudad del Compromiso, dado que también ha sido un gran testigo del cambio climático.

Los árboles que reciben esta denominación se consideran excepcionales por motivos tan
variados como su gran tamaño, su belleza, su longevidad, la originalidad de sus formas, su
vinculación a un paisaje o su importancia cultural, histórica, científica o educativa. Cualquiera de estas características les hace merecedores de la definición.

Este es el único ejemplar declarado «Árbol Singular» de la comarca del Bajo Aragón-Caspe, aunque existe otro en Beceite, el Tejo del Barranco de El Cuervo. Aragón, por su parte, cuenta con 15 árboles o arboledas consideradas singulares por alguna de sus características.