COAG planteará un Plan de Emergencia para garantizar el futuro de productores de fruta

El sindicato cree que el sector sufre una crisis estructural que debe abordarse en profundidad, y presentará ocho medidas

El sindicato cree que el sector sufre una crisis estructural que debe abordarse en profundidad, y presentará ocho medidas

Ayer se abrió la admisión de solicitudes para retirar 20.000 toneladas de fruta de hueso del mercado, con objeto de estabilizar los precios. Sin embargo, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) cree que es insuficiente para impulsar los precios en la recta final de la campaña. Asimismo, prevén que el cupo de 20.000 toneladas se agote en pocos días y no creen que vaya a mejorar la situación de los productores. Además, creen que el hundimiento de precios campaña tras campaña ha derivado en una crisis estructural en la que hay que tomar medidas.

 

Debido a esto, el sindicato reclamará al Ministerio de Agricultura un Plan de Emergencia en la mesa de otoño, para que se garantice la viabilidad económica de las explotaciones a corto y medio plazo. «Vender a pérdidas es un problema que se repite campaña tras campaña y se ha tornado en una cuestión estructural que necesita ser abordada con profundidad. La desastrosa campaña que estamos padeciendo es un episodio más en esta destructiva espiral», subraya David Borda, responsable de Fruta Dulce de COAG.

 

Las ocho medidas que se presentarán en el Plan de Emergencia son las siguientes: intensificación de las actuaciones para evitar la especulación, activación de medidas económicas de carácter excepcional para los fruticultores, el conocimiento real de la producción y delimitación del potencial productivo para adaptar las demandas al mercado, que todos los camiones que transporten fruta a Europa lleven una factura en la que se detalle el peso y el precio de la venta, una reforma de los sistemas de gestión de crisis, el mantenimiento de la preferencia comunitaria en el marco de acuerdos bilaterales entre la UE y otros países, un aumento en los esfuerzos en promoción de la frute dulce de España, y por último una potenciación y apoyo a los productores de calidad y a la creación de marcas de calidad.

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