Cristina Espada, una multiapasionada del arte y la creatividad

«Estoy decidida a volcar toda mi energía, mi pasión y mi talento para poner en valor el arte y la creatividad en nuestro entorno«. Así se presenta Cristina Espada en la portada de la página web de Dadú, mundo rural creativo. Sobre esta declaración de intenciones aparece ella con una sonrisa de oreja a oreja y su pelo, sus uñas y su camisa cargados de colorines. «Cuando alguien se acerca, participa en una experiencia y además, disfruta… Yo soy muy feliz», dice.

En octubre abrió las puertas físicas de Dadú, un espacio para que todo el mundo saque al artista que lleva dentro y en el que se trabaja con valores como la inclusión, la integración y la convivencia además del reciclaje. El 90% de las actividades y talleres se basan en ello, en ser creativos reutilizando lo que hay en casa. Lo que no explica en ningún lado es que quien cruza esa puerta, se lleva impregnado el optimismo, la alegría y, en definitiva, el buen rollo de Cristina. «Todos somos creativos. En este confinamiento hemos visto que hemos sido capaces de hacer cosas y sacar el ingenio de lo que hemos podido», argumenta.

A ella esta cuarentena le sorprendió recién llegada a Alcorisa de una formación sobre crecimiento personal en Alicante. En Dadú llevaba en marcha varias propuestas como el Café con Arte para adultos o extraescolares con niños y niñas que trasladaron al formato videollamada. Además, ese mismo domingo, Cristina se abrió un canal en Youtube. «Era una forma de respaldar a la gente en una cuarentena que se preveía larga en casa. Proponía manualidades, actividades caseras…», sonríe. «A mí casi me faltaron horas porque soy muy inquieta y formación que veía en internet, formación que hacía», ríe. Aprovechó el tiempo y lo sigue haciendo.

Las mañanas de julio y agosto llevan el nombre de «Enjoy Dadú»s summer», el sello que engloba a todos los campus creativos que organiza para público infantil. Versan sobre monstruos, circo, aventuras o superhéroes y la separación en grupos se hace por edad ya que son bilingües. Hace equipo con la profesora de inglés, Edurne Pérez, con la que ya ha trabajado en el Work Camp de ATADI que este año ha tenido que cancelarse. Con el valor añadido del idioma, estos campus fomentan la creatividad saliéndose de lo convencional.

«La creatividad abarca un campo muy amplio porque estimula desde la imaginación hasta la psicomotricidad pasando por la percepción. Creo que tras el confinamiento, los niños merecían algo así, libertad de expresión a través del Arte, de juegos». Apuesta por fomentar áreas que no se tienen muy en cuenta en el currículo escolar. Entre ellas, la libertad de creación y comunicación. «Quiero que se expresen, que expongan su trabajo, que aprendan a comunicarse. Cosas básicas para el día a día», añade.

Los sábados se los plantea en la plaza haciendo los talleres que grabó en junio para «Activos», programa de Aragón TV para el que la requirieron. También se mueve fuera de Alcorisa y con otra manera de disfrutar del arte y la creatividad como es fomentando la convivencia es a través de las yincanas familiares en la naturaleza.

El otro apartado de Dadú es un espacio para los artistas del territorio. Cristina lleva tiempo localizándolos y elaborando un directorio. La idea es que tengan un escaparate al público y realizar un encuentro. De hecho, tenía fecha en junio pero será en 2021. Uno de los que aparece es Santos Villacián, la persona que propuso a Cristina para esta sección. «Mantiene esa esencia del conocimiento, la inquietud y el deseo de conexión entre el sector que quizá se ha ido perdiendo con el tiempo», dijo de ella. También es dinamizadora en el Bajo Aragón de «La Era Rural» que busca y apoya a jóvenes autónomos.

Barcelona, Finlandia, China, Alcorisa

Estudió Bellas Artes en Barcelona con un Erasmus en Finlandia y, antes de regresar a su pueblo, trabajó en Shanghái como directora creativa y de fotografía -su especialidad- en una empresa de chocolates. Confiesa estar enamorada de su pueblo, una afirmación que la Cristina de hace diez años no creería pero a la que una formación en crecimiento personal le cambió la percepción. «Yo, tan urbanita y viajera encontré mi cometido en Alcorisa. Dar la oportunidad de que todo el mundo pueda disfrutar creando, ser facilitadora de ello», reflexiona. «No lo cambio», sonríe.