Endesa confirma a sus accionistas e inversores el cierre de la Central en 2020

La eléctrica analizará junto a los agentes del territorio el futuro uso de la instalación y aprovechará las infraestructuras del entorno

La eléctrica analizará junto a los agentes del territorio el futuro uso de la instalación y aprovechará las infraestructuras del entorno

La Central Térmica de Andorra seguirá operando y produciendo hasta el 30 de junio de 2020. La solicitud de cierre todavía no ha sido presentada y no hay una fecha fija para hacerlo. Eso sí, será antes del 31 de diciembre. Así lo han asegurado desde la eléctrica este miércoles por la mañana, cuando ha tenido lugar la presentación del plan estratégico de la empresa en una reunión de accionistas e inversores celebrada en Madrid.

Los trabajos de desmantelamiento se prolongarán entre 4 y 6 años, tal y como ya concretó Endesa esta semana. Estos trabajos generarán alrededor de 130 empleos, con puntas de hasta 200 y requerirán también un desembolso millonario a la eléctrica. Concretamente, para desmantelar Andorra y Compostilla se necesitarán unos 170 millones. 

En cuanto al plan alternativo al que la Ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, liga la autorización de cierre, Endesa ha asegurado que está ultimando un Plan de Futuro que será presentado próximamente, de manera voluntaria y en paralelo a la formalización de la solicitud de cierre. Los ejes principales que contemplará este plan son varios. Desde la eléctrica aseguran que se respetará la totalidad de los puestos de trabajo de todos los empleados de la empresa y se priorizará también a los de las subcontratas para el desmantelamiento.

Endesa también ha señalado que «se realizarán inversiones muy elevadas en nuevas instalaciones de energías renovables que generarán un elevado número de empleos durante la fase de construcción y exigirán un significativo número de ellos durante su operación». En ese sentido, cabe subrayar que lo que pretende la empresa es «transformar su actividad en las zonas adyacentes a las actuales centrales de tal forma que siga generando riqueza para el territorio».

Además, según apunta la eléctrica, «se promoverá la búsqueda de actividades alternativas para el uso futuro del propio emplazamiento, en colaboración con los agentes institucionales, económicos y sociales de la zona».

El consejero delegado de Enel, Francesco Starace, ya había adelantado el martes durante la presentación del mismo plan en Italia, que «no hay razón» para que las térmicas españolas sigan funcionando sin subvenciones.

Enel asegura que rebajará la potencia instalada de sus centrales térmicas de los actuales 5,1 GW a 3 en el año 2021. Esa cifra final se corresponde con la potencia conjunta que tendrán las centrales de As Pontes (Coruña) y Carboneras (Almería) tras invertir en ellas para cumplir con la Directiva Europea de Emisiones Industriales.

En total Enel rebajará en 7GW en todo el mundo su capacidad térmica instalada, mientras que aumentará su capacidad renovable durante el período del plan en 11,6 GW adicionales. El grupo Enel asegura que en el año 2021 el 62% de su producción eléctrica procederá de fuentes de generación de cero emisiones de carbono.

El Plan Estratégico

En su informe de presentación a los analistas, Endesa espera que su beneficio neto crezca un 7 % de media anual en el periodo 2018-2021, hasta alcanzar los 1.800 millones de euros en ese último año, según la actualización de su plan estratégico, que para 2021 contempla recortar el beneficio destinado a dividendo del 100 % al 80 %.

La eléctrica, en un hecho relevante comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), justifica la nueva política de dividendos, que en 2021 sustituirá a la anterior y que pondrá fin a la práctica de destinar el 100 % del beneficio de la empresa a dividendos que se ha aplicado en los últimos tres años y que continuará hasta 2020, en un mayor respaldo al «nuevo perfil de crecimiento de la compañía».

Endesa prevé en los próximos cuatro años que su resultado bruto de explotación (ebitda) pase de 3.500 millones de euros en 2018 a 4.000 millones en 2021, lo que supone un crecimiento medio anual del 5 %, un 14 % en todo el periodo.

De acuerdo con las cifras facilitadas y de cumplirse las previsiones recogidas en el plan estratégico, en 2021, con la nueva política de dividendos, se distribuirían 1.400 millones entre los accionistas, de los que 980 millones los percibiría Enel, que tiene un 70 % del capital de Endesa.

Para 2018, Endesa espera distribuir un dividendo de 1,33 euros por acción (del que se abonará a partir del 2 de enero uno a cuenta de 70 céntimos de euros), correspondiente al 100 % del beneficio previsto para ese ejercicio, que es de 1.400 millones de euros,

En 2019 y 2020 también se destinará la totalidad del beneficio previsto para esos ejercicios, 1.500 millones y 1.600 millones, respectivamente, a dividendos, para pasar ya en 2021 a ser sólo del 80 %.

Las inversiones netas de Endesa para los cuatro años del periodo 2018-2021 ascenderán a 6.400 millones de euros, lo que supone un 28 % más respecto a las contempladas para el periodo 2017-2020.

La mayor parte de esta inversión neta se destinará a renovables, un total de 2.000 millones de euros, mientras que 1.900 millones serán para redes y 1.200 millones para generación.

En concreto, las renovables acapararán un 22 % de la inversión en 2018, un 39 % en 2019, para luego descender al 32 % en 2020 y al 29 % en 2021.

Según Endesa, el aumento de la inversión llevará aparejado un incremento del 40 % de la generación de fondos de las operaciones en el periodo, que pasarán de 2.000 millones en 2018 a 2.800 millones en 2021.

El ebitda pasará de 3.500 millones a 4.000 millones gracias al negocio liberalizado, la mejora de los precios en el mercado mayorista, el impacto de la nueva capacidad de renovables -que será de 1.900 gigavatios (GW)- y el mayor margen de comercialización compensado por los menores márgenes térmicos.

También contribuirá a ese resultado los mejores márgenes en el negocio de gas y la mayor contribución de Endesa X, la marca del negocio de movilidad y soluciones para clientes de Endesa.

La compañía también prevé que la revisión regulatoria que se hará en 2020 se verá compensada por el aumento de otros ingresos y las eficiencias.

En cuanto a la deuda netaEndesa espera que pase de 5.900 millones de euros con que cerrará 2018 a 7.100 millones en 2021, lo que supone un incremento del 20 % en el periodo, que la compañía justifica por la financiación del crecimiento, si bien contiene su apalancamiento, que pasa de 1,7 veces ebitda en 2018 a 1,8 en 2021.

La ultima actualización de esta noticia fue 19 Abr 2019 10:31

Ver comentarios (1)

  • Yo me cambió la luz de Endesa a Repsol que es más barata y encima me hacen descuento en gasoil.