Los entresijos del cine independiente: Cómo una mirada localista y llena de «verdad» se puede convertir en un «hit» universal

Ángeles González-Sinde, Miguel Santesmases y Manuel Palos debaten sobre "cómo escribir tu propio guion, un camino marcado por el cine', en el decimocuarto panel del Curso de Periodismo de Alcañiz

Una mirada minimalista y localista, se convierte en un fenómeno de masas. Es la visión que han aportado en la mañana de este sábado la escritora, guionista y directora de cine, Ángeles González-Sinde; el director de cine y profesor, Miguel Santesmeses; y el director de Marketing y Comunicación de Avalon, Manuel Palos. Bajo el titulo ‘Escribe tu propio guion, un camino marcado por el cine’, los ponentes han debatido sobre los entresijos del cine independiente, sujeto a la «intuición» y el «riesgo».

Los presentes en la sesión pudieron conocer de primera mano el proceso de creación del fenómeno «Alcarràs» de la directora Carla Simón, una de las tres precandidatas españolas a los Premios Oscar de la productora y distribuidora de cine independiente Avalon. Una producción que «ha roto todas las expectativas» con más de 350.000 espectadores y más 2 millones de euros en facturación, según destacó su director de Marketing. Distribuida en medio centenar de países el filme ha demostrado como su localismo y su «verdad» pueden convertirse en algo universal. Un ejemplo de «inercia positiva», según Manuel Palos, quien destacó la apuesta por una visión minimalista, al centrarse en una familia de agricultores de un pequeño pueblo de la Cataluña rural. «La mirada local lejos de ser reduccionista abre las películas al mundo», ratificó.

La historia que Ángeles González-Sinde y Miguel Santesmases están cocinando a fuego lento para acabar dando vida a «Tierra Baja», proyecto cinematográfico centrado en el Bajo Aragón, también sirvió de ejemplo de esa visión localista inmersa en la verdad que arroja el medio rural. «El cine es un territorio de soñadores», destacó Santesmases, matizando que muchas veces una película no depende del presupuesto disponible, sino de «la fortuna de generar una sinergia». Aunque el guionista es el artífice de cualquier producción, Santesmases habló de la lucha en tener el control sobre los proyectos, asumiendo la libertad de adaptar el guion sobre las secuencias ya filmadas. No hay que olvidarse, sin embargo, según el director, de que la cinematografía finalmente es un arte industrial. «Uno debe pretender acceder a esos esquemas, acceder al sistema para acercarse a todos los canales de distribución. Se puede combinar lo personal y lo industrial».

Desde la germinal etapa de la escritura del guion, pasando por su producción, realización y exhibición, se debe engranar una compleja cadena marcada muchas veces por la «intuición» y a menudo por el «riesgo», relataron los ponentes. «Cada película es un riesgo. Vives de los estacional del negocio y del cine independiente. Hay películas condenadas a la invisibilidad y otras que como productora te sirven para vivir años», matizó Manuel Palos.  

Las películas por norma «van mal» en las taquillas, según el director de Comunicación y Marketing de Avalon, quien incidió en la «saturación de estrenos» a la semana, lo que provoca el fracaso de muchas producciones que, sin embargo, «merecen la pena». «14 estrenos por semana son demasiados. Ni los medios ni las salas de cine tienen el espacio, ni el finito cerebro humano», declaró. Esta avalancha contrasta, sin embargo, con el número de salas.. Un claro desequilibrio en la industria al que se suma además otro fenómeno provocado por la pandemia: la pérdida del hábito. «Películas que facturaban 1 millón, ahora facturan 150.000».

La creación del guion, para la guionista y directora Ángeles González-Sinde, la libertad en el cine «es muy difícil de obtener», porque de todas las artes, la del cine es la más cara, por lo tanto, no deja de ser «arriesgada». «La pérdida de la autonomía creativa de un guionista hace que uno busca otros caminos», indicó, aunque las grandes producciones dependen de un sistema ya instaurado. «Aprendí que el cine se aprende haciéndolo. Un guionista debe hacer un traje a la medida de cada director», ratificó, sin dejar de conciliar sus intereses con las necesidades de quien lo contrata. Al mismo tiempo existe una parte solitaria «la de la escritura» que comparte más con la faceta periodística.

La intervención de la prensa llega a ser «crucial» en el éxito de una película, gracias a la figura de los periodistas culturales, que «desbrozan el camino». Su figura llega a ser clave en el trabajo de mediación entre el todo poderoso algoritmo -que a menudo dirige al usuario hacia lo interesa a una empresa para su cuenta de resultados-, y los intereses del individuo. «El periodismo cultural es el gran mediador, es incluso el que indirectamente decide los repartos», afirmó la directora y guionista.

La cinematografía es un bien que los países necesitan como una «locomotora» que impulsa su imagen. «Es imprescindible para la sociedad estar retratada audiovisualmente», defendió Ángeles González-Sinde. «Por ello hay que convencer a las autoridades de que la inversión en el cine español es ridícula comparada con la de Italia, Alemania, Francia y Reino Unido».

La ultima actualización de esta noticia fue 9 Sep 2022 18:42