Yllana: «El público disfruta del show... Bach y Mozart eran los Maluma de su época»

ENTREVISTA. Este fin de semana continúa el Festival del Castillo de Alcañiz, que el sábado contó con Producciones Yllana que representó ‘Maestríssimo’ en Pui Pinos

Producciones Yllana subieron al escenario ‘Maestríssimo’, una obra en la línea de ‘Pagagnini’ y con la que el público rió y disfrutó de los grandes clásicos de la música. De ello se encargaron los cuatro músicos que componen el elenco: Jorge Guillén, Isaac Pulet, Eduardo Ortega y Jorge Fournadjiev.

Ellos tomaron el relevo a Carles Sans, que abrió el Festival del Castillo de Alcañiz una semana antes y recibió el Premio Trovador. Este reconocimiento que se llevó el integrante de Tricicle también lo tienen Yllana, una compañía muy querida en Alcañiz y que regresa casi cada año con alguno de los espectáculos que lleva en producción.

Guillén, Pulet, Ortega y Fournadjiev, en plena actuación. / Ayto. de Alcañiz

Este fin de semana, la programación llega por partida doble con El Festival + Joven. Incluye la danza contemporánea de Tarde o temprano danza con «Cuentos en papel» este viernes 15, y un cuarteto vocal con Primital Brothers que interpretarán «Primital Prime» el sábado 16. Estas dos funciones también ofrecen precio reducido de 8 euros respecto a los 12 del resto.

La ultima actualización de esta noticia fue 14 Jul 2022 21:01

¿Cómo ha sido la llegada a Alcañiz?... Porque Yllana ya es de casa.

En tren primero a Zaragoza y luego en coche… ¡No es tan fácil llegar aquí! (Ríen) Llegamos con mucho gusto porque además tenéis un anfiteatro estupendo… Bueno, y un tornado que pasó hace poco. Es un gustazo venir a este festival y a este teatro tan maravilloso y poder hacer un poco de humor y música traída de hace unos cuantos siglos, y un poco rebelde y un poco moderna hecha por cuatro sinvergüenzas que tratan de pasárselo bien a la vez que hacen un espectáculo. ‘Pagagnini’ ya pasó por aquí y siempre con una recepción buenísima, nos encanta este público que entra enseguida en el humor, en la comedia y todo eso se agradece mucho en el escenario.

Traéis música de «un tiempo indeterminado», decís. ¿Cómo recibe el público esta especie de continuación de ‘Pagagnini’?

Muy bien, porque además son obras de Bach, Mozart… Los que digamos que eran los Maluma de la época porque eran los que hacían los ‘hits’ y los que triunfaban. Eran de Los 40 Pelucones [en referencia al vestuario], la gente lo disfruta.

¿Qué supone para vosotros que sois músicos un proyecto así?

Somos músicos que hemos dado el salto a este formato y lo hacemos practicando mucho, tocando teniendo que saltar… Eso no lo habíamos hecho nunca porque siempre habíamos estado sentados detrás de un atril y muy serios. Ahora salimos de la partitura y miramos al público y estamos haciendo más acciones que el hecho de tocar. Ha sido duro, pero creo que lo hemos conseguido, ha sido un viaje bonito.

Es otra manera de tratar la música clásica, de sacarla del contexto más serio.

Sí, y creemos que nos ha servido a todos un poco de terapia. Estamos acostumbrados a no movernos casi de una baldosa, de estar en la posición y con el atril y de repente aquí te sientes libre. Esto nos ha servido a nosotros a nivel personal para reírnos un poco de nosotros mismos y para romper con lo que hemos aprendido.

Y tanto, venís de una formación muy recta de academias, conservatorios...

Todo lo que nos dijeron nuestros profesores, cuando entramos al escenario lo olvidamos y hacemos lo contrario. En vez de tocar sentaditos y guardando la postura, nosotros saltamos, nos tiramos por el escenario y nos volvemos un poco locos. Somos los anticlásicos pero vestidos de clásicos.

¿Cómo veis a la gente? Ya tienen cara.

¡Bueno! Ha sido una maravilla de repente descubrir que la gente tiene boca. Es increíble. Con la mascarilla no ves cómo reacciona el público, si se está riendo o se está durmiendo o qué le pasa. Ahora de repente ver la gestualidad es una maravilla y hemos recuperado la conexión que había antes. Creo que todos estábamos deseando quitarnos las mascarillas, expresarnos y reírnos y eso desde el escenario se ve y es una maravilla.

¿Cómo se os presenta el verano porque ha vuelto la actividad con todo?

Ahora tenemos muchos conciertos, en julio y agosto especialmente no paramos, así que, a disfrutar de lo que queda.

Por lo poco que he visto en el ensayo, son espectáculos vivos. Vais cambiando cosas, ajustando otras, vais puliendo... No hay una función igual.

Tratamos de cambiar algún detalle, de hacer alguna modificación en función de lo que nos pide el cuerpo. Siempre respetando la estructura y el guion del show, claro. Bueno, siempre con la intención de mejorarlo y no de estropearlo por nuestra cuenta y riesgo (ríen). Y no paramos, esto es un gimnasio.

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