Fallece Prado Murillo, histórica política y activista en Caspe

La andaluza, que fue presidenta de CHA en la Comarca del Bajo Aragón-Caspe y concejal del Ayuntamiento caspolino, ha muerto de cáncer a los 66 años

La conocida activista y representante política de CHA Prado Murillo ha fallecido en su domicilio en el paraje El Vado, a los 66 años a causa de un cáncer de páncreas. Ha sido conocida en la Comarca del Bajo Aragón-Caspe/Baix Aragó-Casp por su papel público como presidenta de Chunta Aragonesista en la institución comarcal, o como concejal del Ayuntamiento de Caspe. Feminista, reivindicativa, entusiasta de la cultura, de la memoria histórica, defensora del medioambiente y los animales, e impulsora de la Conmemoración del Compromiso de Caspe, considerada en la actualidad como Fiesta de Interés Turístico de Aragón.

Muchas asociaciones y colectivos, y especialmente el partido al que pertenecía de forma muy activa, han mostrado sus condolencias por distintas vías. Los compañeros de Chunta Aragonesista han enviado a los medios de comunicación el siguiente texto:

«Los compañeros y compañeras de CHA vivimos un momento muy triste, se nos ha marchado una compañera, una líder nata que nos ha enseñado a luchar por Caspe y la comarca, pura energía, alma de este equipo. Libre y transparente, directa y tenaz, nos ha enseñado a vivir con coherencia, a implicarnos y a trabajar para conseguir el bienestar colectivo entendiendo que somos responsables de que las cosas cambien. Nos encontramos con ella bajo las siglas de un mismo partido de izquierdas y aragonesista pero Prado, a través de sus cargos institucionales, ha sido timón, referente e impulso para la política general de Caspe. Desde sus responsabilidades como concejala en el ayuntamiento, ejerciendo como alcaldesa en funciones en determinadas ocasiones, como consejera comarcal o como presidenta del ligallo, ha sido torrente de nuevas ideas y proyectos. Prado siempre ha creído en las posibilidades de Caspe y la comarca, en la necesidad de despertar de un aletargamiento funesto, y de su labor nos queda el impulso a los medievales, la apuesta por la cultura con ejemplos como la Muestra de Teatro Infantil; su pasión por la naturaleza y la recuperación de los entornos, la puesta en valor de lugares singulares como la escuela de Miraflores, la creación del parque de salud de Entrepuentes, esos pasos firmes por devolverle el esplendor al río Guadalope. Hasta el último momento ha seguido impulsando proyectos, como la recuperación del Hospital de Santo Domingo, la defensa del ferrocarril o su apuesta por la agroindustria como fórmula de futuro. Para Prado la política ha sido una forma de estar en la vida, ha sabido apoyar a los emprendedores y defender aquellas buenas iniciativas. En su regazo, junto a ella alrededor de una mesa, hemos aprendido a vivir con pasión y a trabajar también desde la alegría, con espontaneidad y con igualdad. Nos deja un legado muy interesante, un modelo de cómo hacer las cosas y una forma de pensamiento avanzado, sin rencores, sin miedos, con sinceridad y humildad. Ella nunca esperó reconocimientos públicos ni recompensas, sabemos que la mejor manera de honrarla es siguiendo su ejemplo. Prado, siempre en nosotros y nosotras.»

También la Bajoaragonesa de Agitación y Propaganda ha querido mostrar sus condolencias, y han publicado en las redes sociales estas palabras: «Hoy lloramos la pérdida de una gran mujer… Más allá de su papel público como concejal que fue del Ayuntamiento de Caspe, o como presidenta de CHA en la comarca Bajo Aragón-Caspe, siempre recordaremos a Prado por ser una luchadora infatigable, por ser una entusiasta de la Cultura, de la Memoria Histórica, de los proyectos de Bajoaragonesa de Agitación y Propaganda, y sobre todo, por lo gran persona que era. Te vamos a echar mucho de menos, compañera».

Asimismo la asociación Amigos del Castillo del Compromiso de Caspe han querido hacer su homenaje particular: «Prado Murillo fue, además de socia y amiga de nuestra asociación, concejal del Ayuntamiento de Caspe durante varias etapas (con Avezami y con Cha). Persona imprescindible en la actividad política y social de Caspe en los últimos 30 años, luchó por sus ideas hasta el último momento».

Como cuenta este último colectivo, Prado llegó a Caspe hace décadas, pero nunca perdió su acento andaluz. «Vivía en el campo, rodeada de libros y naturaleza. No le deseamos que vaya al cielo. Seguro que, conociéndola, preferirá quedarse en el Vado, reencarnada en un rosal, en un pino o en un mochuelo. Buen viaje».

Sin duda, una gran pérdida para el territorio. Quienes quisieron despedirse de Prado Murillo lo hicieron este martes en su propio domicilio en el Vado, hasta las ocho y media de la tarde. Este miércoles será incinerada en Alcañiz.