Francisco Burillo: «El 75% de Aragón ya es un desierto demográfico»

El promotor de Serranía Celtibérica exige a la Unión Europea que actúe con el territorio como en el resto zonas desfavorecidas

El promotor de Serranía Celtibérica exige a la Unión Europea que actúe con el territorio como en el resto zonas desfavorecidas

Por primera vez, la despoblación figura como uno de los temas que más preocupa a la sociedad. Así lo afirma Francisco Burillo, el catedrático y promotor del proyecto Serranía Celtibérica, que propone soluciones para combatir esta problemática que amenaza el medio rural.

¿Preocupa la despoblación a la sociedad?

El 2017 pasará a la historia como un año en el que la despoblación ha sido uno de los asuntos que más preocupan a la sociedad.

¿ Se ve esto reflejado también en la política?

Para nada. No trasciende ni a la política aragonesa ni a la española. Por primera vez se ha creado una Comisión Internacional con el cambio demográfico pero, lo que realmente preocupa al Gobierno, es el envejecimiento y las pensiones.

¿Cómo se puede empezar a trabajar en esta materia de manera eficaz?

El Gobierno de España y las comunidades autónomas no tienen buenos criterios a la hora de plantear la financiación teniendo en cuenta el territorio. Lo que nosotros hemos presentado al Gobierno de Aragón es el primer estudio que se realiza en la comunidad española en el que hemos delimitado, siguiendo los criterios de la Unión Europea, las zonas más desfavorecidas o terrenos despoblados.

¿Cuál ha sido el resultado?

Ha sido verdaderamente alarmante. Hemos observado que el 75% de los municipios se Aragón tienen una densidad de 4, 37 habitantes. Menos de diez por kilómetro cuadrado se considera un desierto demográfico y la mayor parte de Aragón ya lo es. Los estudios rompen los tópicos en los que parece que Teruel es la provincia más despoblada de Aragón ya que, actualmente, son los Pirineos.

«No somos comparables a Laponia, allí habitan el doble de  jóvenes y están  en crecimiento»

Para empezar a delimitar estos parámetros se han trazado tres SSPAs…

Siguiendo los criterios de la Unión Europea hemos delimitado por un lado el Pirineo, la Serranía Celtibérica y un nuevo territorio llamado Eje del Ebro, que une el Pirineo con La Serranía Celtibérica. De esta manera se solucionarían todos los problemas y discrepancias porque queda incluida toda la provincia de Teruel, el 68% de los municipios de Zaragoza y el 90% de Huesca.

Otro de los indicadores importantes es el envejecimiento del territorio

El índice de envejecimiento es superior al 300%. Esto indica que, desgraciadamente, el proceso de despoblación es extremo y esta situación solo se da en España.

¿Se pueden comparar al respecto estos datos con Laponia?

Allí la baja densidad de población es adecuada a la situación climatológica extrema. En invierno es de noche todo el día y, sin embargo, habitan el doble de jóvenes y la mitad de personas mayores. Es una población adaptada al territorio y está en crecimiento.

¿Cómo, desde la política, se puede avanzar en este tema?

Actualmente se están presentando los fondos de cohesión para 2021/2027, y según las últimas reuniones que hemos mantenido en Bruselas, los calendarios son muy ajustados ya que, a finales de 2018, los criterios deben adaptarse a las propuestas globales de la Unión Europea. España debe enviarlos en su globalidad porque los territorios son intercomunitarios. Es decir, no se pueden analizar por provincias y comunidades autónomas.

«El caso de Teruel es extremo. El índice de envejecimiento es del 300%»

¿Llegamos a cumplir los plazos?

Si, tiempo hay, de hecho nosotros estamos trabajando ya en el mapa Europeo y de esta manera Aragón se convierte en el primer programa piloto para que el Gobierno de España lo aplique al resto de comunidades. Nos enorgullece que desde Teruel podamos liderar el equipo de investigación para cumplir el artículo 174 que habla de nivelar e uniformar las zonas desfavorecidas de Europa.

¿Cómo se plantea el reto del carbón en la Serranía Celtibérica?

Es importante mencionar que en el año 2015, si las cortes tanto de España como de Aragón hubieran aplicado las medidas necesarias, se habrían resuelto parte de los principales retos a los que ahora nos enfrentamos en Teruel. Una de las medidas era poner en marcha la Inversión Territorial Aplicada. Esto supondría una gran aportación por parte del Gobierno Central para las inversiones y problemas económicos que tiene el territorio como es el caso de los medios económicos que Endesa necesita para que la Térmica de Andorra pueda continuar.

¿De qué cantidad estamos hablando?

Si tomamos como referencia el ITE de Cádiz, la Comunidad Andaluza aportó 400 millones de euros y el Gobierno de España 900.

En este sentido, ¿debería intervenir la Unión Europea?

Al ser cantidades importantes y problemas graves se deben adecuar dentro de la aplicación del artículo 174 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea ya que es un territorio muy despoblado, rural remoto y de montaña. Los tres indicadores para tener una discriminación positiva.

¿Cuál sería la referencia que hay que tomar en esta «discriminación positiva»?

La Unión Europea lo hace con nueve regiones Insulares y Ultrapeninsulares. En España existe el caso de las Islas Canarias y es el que debemos exigir con urgencia para la Serranía Celtibérica.

¿Qué implicaría esta cuestión?

En las Islas Canarias tienen un IVA reducido del 7%, apoyan a las empresas con la reducción de impuestos de un 4% y tienen medidas específicas a problemáticas muy comunes de la provincia de Teruel como es el caso de la PAC. Por una hectárea de almendro un agricultor de Teruel recibe 80 euros y en Canarias 700.

¿Y en el tema de la sanidad?

De la misma manera que se hace en el archipiélago habría que bonificar a los profesionales por el hecho de residir y dar servicios en un territorio, el más desestructurado de toda Europa. Habría que hacer lo mismo con los desplazamientos para recibir visitas médicas o estudios. En definitiva, exigir que la Unión Europea trate a nuestro territorio como al resto de regiones desfavorecidas.