La Portellada se mueve al ritmo de la XVII Marcha Senderista

Más de 900 deportistas batieron récord de participación en la prueba deportiva

El mes de marzo comienza a regalar los primeros destellos de sol que nos introducen en la época primaveral. Las temperaturas comienzan a ser más suaves y poco a poco florecen las actividades que giran en torno al deporte de naturaleza como es el caso de la XVIII edición de la tradicional Marcha Senderista de la Comarca del Matarraña.

El Servicio de Actividades Deportivas de la institución comarcal hace gala cada año de sus tesoros naturales en forma de jornadas al aire libre. En esta edición, la localidad de la Portellada fue la encargada de celebrar esta cita ineludible para los amantes del senderismo.

Entre flores de almendro y resplandecientes olivares pasearon durante toda la mañana del domingo más de 900 deportistas procedentes de diversos puntos geográficos como Huesca, Salou, Zaragoza, Tarragona, Lérdida, Barcelona o Castellón; además de los municipios cercanos como Alcañiz, Maella o Beceite. Precisamente, de esta última localidad asistieron 22 amigos que decidieron formar un grupo senderista después de que se celebrara la marcha en su pueblo natal. «No nos hemos perdido ninguna desde 2015», afirmaron. Desde la organización realizaron un balance muy positivo de participación puesto que superaron las inscripciones de la anterior edición. «Ha sido genial. Estamos muy contentos», explicó Salomé Roquer, la técnico de deportes de la comarca.

Los 900 se calzaron las zapatillas y, con bastones en mano, se lanzaron a recorrer una de las dos rutas que la organización había diseñado. Un total de 250 recorrieron el itinerario largo de 23 kilómetros y el resto, disfrutó del paisaje en la ruta corta compuesta de 13 kilómetros. «La mayoría hace el recorrido menor puesto que es un público muy familiar», aclaró la técnico.

Uno de los mayores desniveles de un recorrido «cómodo» fue el que desde el Piló de San Pere Mártir hasta el Salt. En esta pendiente los senderistas pudieron coger aire y admirar las vistas de la ribera del río Tastavins y divisar también los Puertos de Beceite hasta desembocar en uno de los puntos más emblemáticos de la zona: El Salt. Un paraje que, a pesar de la falta de agua, fue uno de los puntos más fotografiados por la característica belleza generada por una rotura del relieve.

La jornada arrancó temprano con el característico ambiente festivo que rodea a un encuentro deportivo en el que prima el placer sobre la competitividad. Los más madrugadores comenzaron a llegar a partir de las ocho de la mañana a la plaza de la Iglesia. Allí, los voluntarios habían preparado un desayuno completo para ayudar a los corredores a recorrer los montes que abrazan a la localidad con energía. De esta manera, grupos de amigos, familiare, incluso varias mascotas, se lanzaron a recorrer un trayecto iluminado por los rayos de sol de un día primaveral que concluyó al mediodía con una comida de hermandad en el Polideportivo Municipal.

Además de la alta participación y el buen tiempo, otro de los factores que hicieron que la marcha fuera un «éxito» fue la alta involucración de los portillenses implicados. Un total de 150 vecinos colaboraron en la elaboración de los avituallamientos, las inscripciones, los aparcamientos…De esta manera, el municipio de más de 200 habitantes multiplicó durante un día por cinco su población, algo que se traduce en un importante impulso para el turismo y la economía de la zona. «Todo el pueblo está muy motivado. Es muy importante para nosotros poder explotar nuestro territorio», explió Paquita Agud, una de las vecinas que ofrecía jamón, olivas y vino matarrañense desde el avituallamientos de El Salt.

Con la XVIII Marcha de la Portellada se cierra el ciclo de las rutas senderistas que la Comarca organizó hace ya 18 años. «Acabamos el ciclo con buena sensación. Ahora trabajaremos para comenzar uno nuevo el próximo 2019», cocluyó la técnico de deportes.