Los árboles

Este pasado 24 de Febrero, ávidos lectores, se estrenó en los cines españoles la película «Till, el crimen que lo cambió todo», dirigida por la nigeriana Chinonye Chukwu, y protagonizada por Danielle Deadwyler, cuya actuación ha recibido inmejorables críticas. Para el que la haya visto o tenga en previsión hacerlo, decirle que la cinta está basada en el crimen que el prestigioso escritor sureño PERCIVAL EVERETT refleja en su última, y recientemente publicada en España, novela: «LOS ÁRBOLES».

La novela parte del atroz linchamiento, el 28 de agosto de 1955, al adolescente negro Emmett Till, que reactivó la lucha por los Derechos Civiles en los Estados Unidos. Este chico afroamericano de apenas 14 años había ido a Money, una pequeña población sureña, a visitar a unos familiares. Antes del viaje, su madre le advirtió sobre el profundo y peligroso sesgo racial que había en esa época en los estados del sur. Emmett, que no hizo mucho caso de la advertencia, fue acusado por una mujer blanca de piropearle y coquetearle, ante lo cual su esposo y su hermano decidieron matarlo descuartizando su cuerpo y tirarlo al río Mississipi.

Las fotografías de su cadáver causaron un fuerte impacto. El ataúd permaneció abierto durante el funeral a petición de su madre para que todo el mundo conociera la brutalidad de los hechos. Los asesinos negaron estos hechos y fueron absueltos. Sólo años después reconocieron su crimen, mientras la mujer contaría que había mentido. En 1962 Bob Dylan compuso su maravillosa «The Death of Emmett Till».

PERCIVAL EVERETT, uno de los mejores y más originales escritores norteamericanos de la actualidad, salda cuentas con este crimen y todos los demás (ha habido seis mil linchamientos racistas en Estados Unidos en 110 años, y creciendo), y crea esta venganza literaria al resucitar el cuerpo de Emmett Till como un fantasma que aterroriza a los blancos en la era de Donald Trump. El escritor cambia el curso de la historia real y los linchados ahora son los blancos, los descendientes de los asesinos y otras personas racistas.

Con un humor desmedido y una voz pausada y acerada, el autor ha creado una obra inolvidable. Pero, ¿es posible reírse al tiempo que se toma conciencia de estar leyendo una historia absolutamente oscura y aterradora? La verdad es que en la pluma de EVERETT todo es posible. Sólo él es capaz de, a partir de este hecho monstruoso, crear una novela policíaca que es, a la vez, una comedia mordaz y una caricatura del supremacismo blanco. Escrita con valentía, audacia y genialidad, estamos ante una narración que no deja indiferente, que actúa como un puñetazo, y que está llamada a recordar, a fijar en la memoria, lo que aún no ha sido superado.

«Soy producto de leer a Mark Twain -nos dice EVERETT. No rehuyo el humor ni la ironía… El humor es una manera de sobrevivir».

Miguel Ibáñez. Librería en Alcañiz