Más de 3.000 horas para fraguar el tambor Exaltación, la joya del Consorcio Nacional

Miguel Martínez, más conocido como 'Gilito', de Tobarra (Albacete) ha materializado su sueño tras 25 años. El instrumento tiene representados a los 22 pueblos

Hace 25 años, Antonio Gómez ‘El del Paso’ (hijo de Manuel, reconocido artesano del tambor) sembró en la cabeza de su amigo Miguel Martínez ‘Gilito’ una idea: crear un tambor-joya, seña de su municipio, Tobarra (Albacete), en el que estuvieran representados todos los pueblos del Consorcio Nacional de Tambores y Bombos. Todos los instrumentos de este tipo que se habían fraguado hasta entonces ilustraban pasajes bíblicos, el vía crucis o motivos de la Semana Santa. Tan pronto como ‘Gilito’ aceptó el reto, se sumió en un quebradero de cabeza que se alargó dos décadas. «¿Cómo ubico todos los pueblos de forma simétrica si 21 es un número impar?», se estuvo preguntando hasta que en 2015, una nueva localidad -Jumilla (Murcia)- se unió al Consorcio. Por fin, eran una cifra par. El 2016 fue para pensar cómo materializar el tambor-joya, y el 24 de abril de 2017 ‘Gilito’ comenzó a diseñarlo. Desde entonces, hasta terminarlo, ha trabajado más de 3.000 horas.  

La pieza magistral, de nombre ‘Exaltación’, fue presentada durante las XXXVI Jornadas Nacionales de Exaltación del Tambor y el Bombo, celebradas el fin de semana del 17, 18 y 19 de marzo en Tobarra. El acto, en la Casa de Cultura, reunió a los alcaldes de los 22 pueblos del Consorcio: Albalate del Arzobispo, Alcañiz, Alcorisa, Andorra, Calanda, Híjar, La Puebla de Híjar, Samper de Calanda, Urrea de Gaén, Valderrobres, Teruel, Fuentes de Ebro y Alagón (de Aragón); Hellín, Agramón y Tobarra (Castilla-La Manch); L’Alcora y Alzira (Comunidad Valenciana); Baena (Andalucía); y Jumilla, Moratalla y Mula (Región de Murcia). «Fue una ceremonia importante y muy emotiva», recuerda ‘Gilito’.

Miguel Martínez ‘Gilito’ redobla su tambor-joya, de nombre ‘Exaltación’./ Elena Lisón

Él lo estrenó «personalmente», aunque el primero en redoblarlo sobre el escenario ese sábado fue un amigo suyo de Tobarra, once veces oficial. La ‘Exaltación’ no será una pieza de museo. Esta Semana Santa, volverá a salir a la calle, porque «el tamborilero con el tambor, los dos solos, hacen poco ruido». Eso sí, como tradición, y al igual que el resto de tambores-joya del municipio albacetense, no sonará hasta la bendición del Viernes Santo.

Hecho en aluminio

La joya de ‘Gilito’ está hecha en aluminio, un material «mucho más ligero» que los que se usaban en antaño: hierro, latón y acero inoxidable. Mide 40 centímetros de ancho, tiene 12 tramos entre tornillo y tornillo, y en cada uno de ellos, hay dos pueblos representados (uno arriba y otro abajo). Con dos excepciones: el municipio de Hellín comparte ubicación con el propio ‘Gilito’, y Tobarra tiene hueco propio como sede de las Jornadas este 2023. Estos dos espacios portan, además, dos insignias en memoria de dos personas -queridas para ‘Gilito’- que dejaron esta vida.

Una de ella es Manuel Gómez, artesano y padre de su amigo Antonio. La maleta giratoria que Manuel usaba en su taller -una de las tres únicas piezas que existen- la tiene ahora él. La otra es el turolense Jorge León Cano, fallecido de una cornada en octubre de 2019. «Me ayudó a inspirarme en Teruel. Era un gran amante y promotor de la cultura de todo el Bajo Aragón», recuerda ‘Gilito’.

«Lo más difícil ha sido elegir los motivos representativos de cada uno de los 22 pueblos», confiesa el de Tobarra. Por suerte, además de estar recabando información durante cinco meses, ha contado con el asesoramiento de las decenas de amistades que ha hecho en el Consorcio a lo largo de los años. «Solo hay dos elementos religiosos, la bendición de Tobarra y el cristo del Drama de la Cruz de Alcorisa. El resto son monumentos dedicados al tambor y al bombo, como el tamborilero de Alcañiz, o a personajes reconocidos, como Luis Buñuel en Calanda», explica ‘Gilito’. Tampoco faltan iglesias, arcos y elementos gastronómicos distintivos como el Melocotón Embolsado de Calanda.  

Miguel Martínez ‘Gilito’ empezó a diseñar su primer tambor en 1991. Lo terminó en 1996. A él, se fueron sumando, incluido la ‘Exaltación’, otros ocho. Cuenta que «mucha gente hace tambores-joya, pero muy pocos, lo diseñan también». Su caso es extraordinario y su esfuerzo, mayúsculo. Pese al gran tiempo que demanda esta artesanía, muy pocos pueden dedicarse a ello profesionalmente, y para la mayoría, como es el caso de ‘Gilito’, se reduce a un hobby.

La ultima actualización de esta noticia fue 3 Abr 2023 18:14

Ver comentarios (3)

  • Extraordinaria obra de artesanía, que bien merece un premio en relación a semejante esfuerzo.

  • ENHORABUENA.
    PRECIOSA JOYA, DONDE SE GUARDARA Y DE QUIEN SERÁ ESTE TAMBOR.?
    FELIZ SEMANA SANTA.