«Me quedé de piedra cuando supe que sería Cardenal»

El nuevo cardenal de la Iglesia, el cretense Juan José Omella, cree que debe abogarse por el entendimiento y la hermandad entre Cataluña, Aragón y el resto del país

El nuevo cardenal de la Iglesia, el cretense Juan José Omella, cree que debe abogarse por el entendimiento entre Cataluña, Aragón y el resto del país y que la tensión «viene desde arriba».

La COMARCA entrevista al arzobispo de Barcelona, Juan José Omella después de su reciente nombramiento como cardenal de la Iglesia católica. Aboga por el entendimiento entre todos y cree que no existe el mismo nivel de tensión a pié de calle entre Cataluña y el resto de España que el que se da a entender «desde arriba».

¿Cómo se enteró de que el Papa lo había nombrado cardenal?
Lo cierto es que me enteré de una forma muy curiosa. Recibí una llamada de otro obispo y amigo y empezó a tratarme de eminencia. Yo le dije que dejase de bromear porque alguna vez él me había hecho la broma pero enseguida me dijo que no. Se encontraba en Roma y el Papa había hecho un consistorio en el que daba a conocer el nombramiento de nuevos cardenales entre los que me encontraba yo. «Te acaba de nombrar cardenal», me dijo, y yo me quedé de piedra.

¿Le ha dado alguna recomendación Su Santidad?
El Papa ya nos dijo en la homilía del día del consistorio de la creación de cardenales que no éramos príncipes de la Iglesia, ni escalafones de poder si no que somos servidores del pueblo de Dios y que tenemos que ir por el camino de la sencillez, del servicio de la gente y del pueblo. Este es el consejo que nos ha dado y que, por otra parte, es lo que dice el Evangelio. Eso es lo que tenemos que hacer. No he venido a ser servido, decía Jesús, si no a servir. Yo creo que esa es la actitud que tiene que tener todo obispo, todo cardenal, todo sacerdote y todo cristiano. Estamos para servir al bien común, para ayudar a los hermanos con caridad y respeto trabajando por el bien común cosa que, repito, es lo que nos muestra el evangelio y lo que nos recuerda el Papa Francisco.

Son tiempos de cambio, ¿Cuál es el mensaje que debe lanzar la Iglesia a sus fieles?
La Iglesia debe estar la lado de los pobres. Desde el origen tiene esa normal y esa costumbre, la de ayudar al necesitado. Ya cuando capturaron a San Lorenzo en la persecución contra los cristianos acusaban al santo de tener riquezas y el emperador le pidió que se las entregase. Así que al día siguiente San Lorenzo acudió a la cita con los pobres de Roma. Y hay que decir que la Iglesia a través de Cáritas ha hecho mucho y va a seguir haciendo gracias a la gente que aporta desinteresadamente. No soluciona todo pero colabora y contribuye y esa es nuestra riqueza. La solidaridad entre cristianos es la mayor de las riquezas.

Durante la ceremonia estuvo arropado por un centenar de cretenses y otros bajoaragoneses, ¿Cómo lo vivió?
Es un gozo haber sentido en ese momento a todos los de Cretas, con esa numerosísima representación. Hubo también mucha gente de La Rioja, de Barcelona y de otras localidades en las que he estado como párroco. ¡Había que desplazarse hasta Roma! Pero lo hicieron con gran generosidad y se notó ese cariño, ese calor, esa vibración humana que me emocionó muchísimo. Además, entre ellos, entre los riojanos, catalanes y bajoaragoneses, estrecharon muchos lazos. Hubo una gran fraternidad y se llegaron a juntar en torno a mil personas de todo el país. Me sentí muy querido por toda esa gente a la que he servido como cura y que ahora haré como cardenal.

Proviene de una tierra en la que aragoneses y catalanes nos tratamos como hermanos ¿Cómo ve la tensión entre Cataluña y el resto de España?
Cuando uno vive en Barcelona se da cuenta de que la tensión es más de arriba que de la calle. Yo voy por parroquias, voy por la calle y creo que esa tensión la crean ciertos grupos y medios. Es una tensión alimentada. A mí me alegra mucho ver que aragoneses y catalanes siempre han tenido muy buena relación. Ahora parece que a través de esas políticas hay cierta tensión y me duele. Hay que lanzar un mensaje de entendimiento, de paz y de hermandad. A pie de calle es cierto que a veces también se palpa algo de tensión, pero ni mucho menos tanto como trasciende en los medios y da la sensación que la imagen que se da no es correcta. Cuando escuchas a los que mandan referirse a la situación, uno se espera que en la calle no se hable de otra cosa y que la gente está crispada, pero no es así. Tenemos que trabajar todos por el bien de todos y por la fraternidad de todos. La división no lleva a ninguna parte. Eso no conduce nada sino a sufrimientos. Ojalá todos pongamos de nuestra parte, ciudadanos, políticos, periodistas, profesores, padres de familia… ¡Hagamos todo lo posible para acercarnos y dialogar por el mismo bien común!

Precisamente uno de esos escollos es el litigio de los bienes del Aragón Oriental ¿Cree que se resolverá?
Sí, yo creo que se resolverá. También he de decir que no es un problema que acapare el día a día de las personas. Es un pequeño o gran litigio, según se mire cuya no resolución aún es un fastidio. No hay peor enemigo que el que no quiere ser amigo. Yo creo que hay que trabajar desde ambas partes para buscar una solución ya. Al final son unas piezas de arte cuya resolución tiene mil maneras de hacerse efectiva. Y sobre todo cuando uno las reclama deben devolverse. Permítame la comparación, pero esto es un poco como cuando dos niños agarran un juguete y ninguno de los dos la suelta. Perdón por la expresión pero si reclaman unas obras, deben de devolerse. Mi deseo es que vuelvan, como siempre he dicho y creo que así será.
¿Cómo fue ese nuevo reencuentro con los suyos en Cretas el pasado fin de semana?
Teníamos las primeras comuniones de los niños de mi pueblo y me comprometí a ir ya el año pasado. Evidentemente no sabía que iría ya como cardenal. Los cretenses estaban muy contentos, pero lo que dije es que no quería honores ni que la cosa se centrase en mi. Los protagonistas eran los chavales que recibían por primera vez la Comunión. Ya habrá dias para cantarle una jota al nuevo Cardenal.

Cuando finalicen las obras de la Iglesia parroquial…
Efectivamente, ese será un día muy bonito y como me han invitado a inaugurar las obras ahí sí que haremos una fiesta ¡Que los de Cretas son muy fiesteros! Y será sin duda un día muy especial que esperamos que ocurra muy pronto porque los cretenses tienen ya muchas ganas de poder volver a su templo parroquial y están entusiasmados al ver por fin el inicio de los trabajos.

¿Cree que va a haber cambios en su vida ahora que es cardenal?
Yo ya trabajaba en la congregación de obispos y en principio voy cada 15 días a Roma. No sé si el Papa me pedirá alguna cosa más. Mientras me den mis posibilidades físicas e intelectuales estaréa todo lo que me pida su Santidad el Papa. Quiero aprovechar para agradecer todas las muestras de afecto y mandar a Cretas y a todo el Bajo Aragón Histórico un fuerte abrazo.

La ultima actualización de esta noticia fue 22 Sep 2020 10:14

Ver comentarios (4)

  • Tuve ocasión de conocerlo personalmente y su sencillez me impresiono.

  • Que pena, ver a un aragonés, con los separatistas malos catalanes que no quieren ser españoles,

    • "Malos catalanes"...Los catalanes tambien son españoles. Independentistas o no, no tienen porque ser malos.