Nati Cañada y el Monasterio del Olivar: 50 años y 32 cuadros después

REPORTAJE. FOTOGALERÍA. Una exposición recoge numerosas obras de la artista olietana, muy vinculada a la Orden de la Merced y a este singular enclave. La muestra puede visitarse hasta el 8 de diciembre

El anecdotario de la artista olietana Nati Cañada es amplio. Debiera serlo tras más de 60 años pintando, creando. Este viernes desgranó alguna de esas pequeñas historias que han ido componiendo una vida prolífica. Lo hizo en un ambiente cercano, en un lugar sin duda familiar para la artista: el Monasterio de Nuestra Señora del Olivar. Lo que presumiblemente no esperaba la olietana es que este lugar sería escenario de otra de sus anécdotas.

A aquel que llega hasta el Monasterio del Olivar, a unos dos kilómetros de Estercuel, podrían llamarle la atención varias cosas. La primera, el entorno; la segunda, su arquitectura; la tercera, que es uno de los pocos Monasterios en los que continúan viviendo religiosos; y en cuarto lugar, que no hay cobertura móvil en casi ningún punto del amplio e histórico edificio. Le confiere esto último un carácter todavía más de recogimiento, un aura romántica de desconexión absoluta. O casi. «¡Ahora nos van a poner fibra!», me cuenta Fray Fernando. Minutos antes este padre de la Orden Mercedaria -que es la que custodia el Monasterio- me ponía en sobre aviso: «Nati Cañada va a firmar el cuadro en la Sacristía de nuestra Iglesia».

Estaba a punto de concluir ya una intensa jornada marcada por la inauguración de la exposición ‘De lo terrenal a lo sagrado’, compuesta por decenas de piezas situadas en torno al claustro del Monasterio. Una exposición que además ha sido apoyada por diversos entes públicos y privados. Muchos vecinos de Andorra-Sierra de Arcos y otras comarcas se acercaron a vivir el día con la artista, que en la tarde ofreció también una conferencia magistral. Las palabras de cariño, admiración y agradecimiento se mezclaban en las dependencias del Monasterio con los impresionantes cuadros de Nati Cañada, testigos y protagonistas de su propia historia.

Tras más de 4.000 retratos realizados -algunos de ellos incluso para la Casa Real- la olietana continúa en activo, dedicada en estos últimos tiempos a la pintura religiosa. A través de la exposición puede verse su evolución: «El pintor evoluciona. Yo no pinto igual ahora que hace 20 años o 50. Cada época refleja lo que el pintor es en ese momento», cuenta.

Nati Cañada junto a uno de los retratos de la exposición, en este caso de Plácido Domingo./ Alicia Martín

La artista lleva ligada al Monasterio del Olivar más de 50 años y de sus paredes penden un total de 32 cuadros, el último de ellos situado en la Sacristía de la Iglesia. Admite que le resulta cómodo plasmar sobre el lienzo esos hábitos blancos propios de la Orden. «Los frailes se han portado muy bien conmigo y yo me siento muy vinculada. Veraneo en Oliete y hemos venido casi todos los años a comer con ellos o de excursión. Hay mucha relación», añade.

El cuadro que se inauguraba este viernes llegó en seis piezas al Monasterio. Se colocó en una de las grandes paredes de la Sacristía, llenando el espacio con un total de 19 mártires mercedarios de hábitos y capa blanca. Un cuadro «muy realista» al que, sin embargo, le faltaba un pequeño gran detalle: la firma. Se dio cuenta una de las asistentes a la jornada y la olietana no dudó en poner remedio a ese peculiar olvido. Ayudada por su círculo cercano, le faltó tiempo para sacar la paleta que le acompaña desde hace más de 40 años -según contó en la intimidad de tan curioso espacio ante apenas dos decenas de personas- para estampar en la esquina derecha y en vivo y en directo el nombre y el año. «No sé qué ha podido pasar», decía entre risas, en un ambiente distendido y cálido, de clara complicidad tanto con los padres mercedarios como con los vecinos y amigos que presenciaron un momento único.

Un Monasterio que se reinventa

La exposición, que supone un atractivo más para el Monasterio, puede visitarse hasta el día 8 de diciembre del presente 2022. Y es que Fray Fernando tiene claro que es el momento de que este lugar único se reinvente, aunque siempre teniendo en cuenta sus orígenes y su historia. «Nosotros entendemos que el Monasterio ha tenido una vida y una función tradicional pero esto no puede quedarse solamente ahí; y más en un momento en el que la gente empieza a olvidarse del turismo de sol y playa. Quizá por estas crisis estamos empezando a valorar más lo que son las experiencias. Desde esta nueva visión creemos que el Monasterio puede ofrecer algo más que la visita al arte que ya tiene, y eso son experiencias, experiencias que estén enraizadas en lo que somos pero que estén atentas a lo que la gente busca, a las preguntas que tenemos y a las inquietudes que estamos teniendo», reflexiona.

Cabe destacar que este Monasterio está acreditado como alojamiento Starlight, lo que le ha permitido en los últimos tiempos potenciar las experiencias que giran en torno al astroturismo. De hecho fue el ganador del segundo premio a mejor experiencia turística de Aragón 2021.

La ultima actualización de esta noticia fue 5 Abr 2022 11:34

Ver comentarios (1)

  • Magnífica exposición. Hay cuadros que transmiten el sentimiento interior de la autora que te ponen los pelos de punta. Hay que verla para poder explicarlo.
    Además de poder pasar un día en un monasterio de arquitectura espectacular y un entorno lleno de paz. Sin duda volveré a visitarla pues permanecerá la exposición hasta diciembre.