La nieve hunde la mitad de las cubiertas del santuario de Monserrate de Fórnoles

Impotencia y tristeza Esta es la sensación que sienten los vecinos de Fórnoles tras conocer que el temporal de nieve y lluvia hundió la cubierta de buena parte del santuario fornolino de la virgen de Monserrate. «Se nos ha caído el alma a los pies. Abrir con la llave la ermita y golpear la puerta directamente con una viga de madera. No sabíamos si entrar o no, porque la impresión era que directamente se iba a ir abajo todo, y todavía queda nieve». Esto es lo que sintió el teniente alcalde de Fórnoles, Jorge López, cuando este pasado sábado se acercó junto al alcalde, Daniel Ferrer, y la alguacila, Fenely Camelo, a comprobar los daños causados por las intensas nevadas en la ermita Monserrate, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) por el Gobierno aragonés y que tras el paso de la borrasca Gloria corre el peligro de hundirse en algunas zonas.

El acceso desde la N-232 a este paraje es excelente y el Ayuntamiento lo suele abrir para la celebración de Santa Mónica o el Lunes de Pascua. Fue construida en el segundo cuarto del siglo XIV. Tiene en su fachada los canecillos más destacados de todo el Matarraña. Lo más sobresaliente de esta ermita son las figuras de la portada formada por cinco arquivoltas, apoyadas sobre frisos de capiteles. En este conjunto hay una iglesia, un claustro cercado de diferentes dependencias y un pozo. El Ayuntamiento ya ha puesto en conocimiento de la dirección general de Patrimonio del Gobierno aragonés la situación en que se encuentra y espera que un arquitecto acuda a valorar in situ los daños que ha sufrido.

Cabe recordar que durante más de dos décadas los sucesivos consistorios fornolinos han intentado involucrar a las instituciones para la rehabilitación y preservación de esta joya arquitectónica y patrimonial.

Afecciones al depósito de agua

No es esta la única incidencia grave que la borrasca Gloria ha dejado a su paso en Fórnoles. El depósito de agua está ante un inminente derrumbe. En su interior hay vigas y bovedillas que han cedido y se encuentran en el fondo. Su estado, cuentan desde el Ayuntamiento, era ya preocupante pero si finalmente se viene abajo afectaría directamente al suministro de agua de boca potable de los vecinos. También se verían perjudicadas la telefonía fija, móvil e internet, puesto que en este recinto se encuentra una sala de telecomunicaciones así como el sistema de funcionamiento de sondas de los depósitos.

En estos momentos los habitantes pueden beber agua del grifo porque llega desde un nuevo depósito con una capacidad de 300.000 litros que estaba lleno, pero una vez se vacíe el servicio se tendrá que cortar. «Todavía no hemos podido valorar la captación de aguas puesto que la nieve nos impide entrar a ver las instalaciones y placas solares, y es uno de los equipamientos más importantes para esta población. Cabe destacar que al igual que otros pueblos, Fórnoles se abastece de agua gracias a un sistema de placas solares. Es nuestro grano de arena a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible», comenta el primer edil.

Tambien se han visto perjudicadas varias granjas con el derrumbe de cubiertas y edificios públicos como el pabellón multiusos, que posee una solera de cemento y se ha desprendido una parte lateral del muro de carga, haciendo mover la solera y permitiendo la entrada de agua en vestuarios y duchas de las instalaciones.