El pleno de Andorra aprueba un presupuesto de 8,4 millones

El pleno del Ayuntamiento de Andorra aprobó el miércoles un presupuesto consolidado que contempla unos gastos de 8.406.763,82 euros y unos ingresos de 8.461.332,82 euros. La cuenta contó con los apoyos de PSOE, PAR, Ciudadanos y Elijo Andorra. El Partido Popular se abstuvo e Izquierda Unida votó en contra. Para el alcalde de Andorra, Antonio Amador, son unas cuentas basadas en el principio de «prudencia» -puesto que no contemplan subvenciones que todavía no han llegado aunque estén comprometidas ni los remanentes de tesorería que se emplearán en inversión real-.

«Son unos presupuestos sociales y de mejora del municipio con apoyo al sector productivo y económico de Andorra», especificó Amador, al mismo tiempo que quiso agradecer a todos los grupos políticos su «predisposición» a la hora de plantear mejoras y enmiendas que, en la mayoría de los casos, han sido aceptadas.

Andorra comienza así el año con un presupuesto para 2021 que se aplicará desde enero, ya que en 2020 se trabajó con el presupuesto prorrogado del 2019. El capítulo de ingresos se ha incrementado en un 5% con respecto al anterior ejercicio y el de gastos, un 8,2%.

Las cuentas recogen un plan social que comienza con una «clara» reducción de impuestos ya que se ha apostado por la exoneración de algunos -como es el caso de los veladores-, por las bonificaciones de otros -deportes, cultura…- y por la congelación del resto. Este plan se complementa con ayudas y subvenciones para apoyar a las familias más afectadas por la crisis del covid-19 en diferentes ámbitos. Se prevén unos 400.000 euros en acción social. «Hay numerosas familias que debido a la situación lo están pasando mal y desde el Ayuntamiento tenemos que estar ahí», subrayó Amador.

Las inversiones

El presupuesto también dobla las inversiones con respecto al último ejercicio, dotando este apartado con 1.101.600 euros. Al respecto, se han previsto 400.000 euros para mejora de vías públicas; 200.000,00 euros para mejora de otras infraestructuras; otros 200.000 euros para mejora de edificios; y 100.000 euros en mejora en parques y jardines. «Tenemos una subida muy importante y eso sin contabilizar planes de concertación ni remanentes. Con respecto a los remanentes, vamos a construir un plan entre todos para ver qué propuestas hay», insistió. Abrió la puerta a todos los grupos a pactar planes de empleo y programas trasversales de formación.
En ese sentido, Amador anunció un año de «muchísima inversión en Andorra». «Vamos a revertir la situación de estos años atrás, cuando apenas ha habido inversión porque se han priorizado otras cuestiones», criticó.

Quedan pendiente proyectos presentados a líneas como la de ayudas a municipios que han cerrados sus centrales térmicas del Ministerio de Transición. Andorra solicitó fondos para la ampliación de la residencia y la dotación de redes de agua, luz y gas a zonas de monte público.

Los ingresos de la Térmica

En lo que respecta a los ingresos, se han visto afectados por la Central Térmica de Andorra. El cese de actividad de la planta supone un impacto negativo de más de 2 millones de euros, correspondientes al BICE y al IAE de la misma, reduciéndose los impuestos directos en torno al 50%.

No obstante, está previsto que en 2021 lleguen algo más de 3 millones de euros de Impuestos sobre Construcciones, Instalaciones y Obras correspondientes a la instalación de parques fotovoltaicos y las labores de desmantelamiento. De cara a próximos años y con el objetivo de optimizar recursos, se va a apostar por medidas de racionalización del gasto. «Sólo en los capítulos 1 (gastos de personal) y 2 (gastos corrientes en bienes y servicios) tenemos ya más de seis millones de euros, por lo que gastaríamos los ingresos si no fuera por estos impuestos especiales», analizó el primer edil.

Algunas de las medidas que se pondrán en marcha para contener el gasto serán la modernización de la administración a través de las nuevas tecnologías, iniciativas de eficiencia energética, centralización de compras y renovación y unificación de contratos de servicios básicos. Como ejemplo, Amador explicó que hay tres contratos con tres empresas distintas de limpieza municipal. «Esto se tenía que haber resuelto hace 20 años», reflexionó.