Pulsaciones al son del bombo samperino

Antonio Espés y José Mª Falo recogieron el Tambor Noble y el premio Redoble en las Jornadas de la Ruta.

Antonio Espés y José Mª Falo recogieron el Tambor Noble y el premio Redoble en las Jornadas de la Ruta.

Las vidas de Antonio Espés y José María Falo apenas se parecen. El día a día de cada uno no tiene nada que ver, para empezar porque Antonio vive en Samper y José Mª, en Belén.

Apenas se parecen en lo superficial pero el sábado demostraron que lo que les une en lo más hondo es más fuerte que lo que les pueda separar. Ambos nacieron en Samper de Calanda, ambos aman la Semana Santa por encima de todas las cosas y la vida para ambos es más bonita con un bombo colgado al hombro.

Espés ha dedicado y dedica su vida a los ensayos con samperinos de todas las edades y a organizar la Semana Santa. Falo, alternaba ser alabardero con las rondas de noche con su cuadrilla y su bombo. Ya como fraile franciscano ha oficiado actos como el Pregón y más recientemente, su voz ha predicado el Descendimiento.

Espés recibió el Tambor Noble de manos del presidente de la Ruta, Segundo Bordonaba y del alcalde, Alfonso Pérez.

El sábado, delante de su gente y de los vecinos de los nueve pueblos de la Ruta del Tambor y Bombo, los dos abrieron el pregón en las Jornadas de Convivencia haciendo sonar sus bombos.

Ninguno se esperaba semejante reconocimiento. «Siempre he considerado que estos premios son para gente mayor con una larga trayectoria y creo que a mí me queda mucho por hacer». Antonio Espés se resistió a creer que el Tambor Noble era suyo, pero una vez lo tuvo en las manos reconoció su alegría. «Lo fui asimilando y ahora te puedo decir que tendrá un lugar importante en casa, estoy realmente feliz pero soy hombre de pocas palabras. Me expreso mejor con el tambor», añadió.

En la entrega Antonio recibió el homenaje de la cuadrilla, de un grupo con varios jóvenes entre los que se encontraban sus hijos. «Te da motivación porque un tambor se emociona con el tambor», añadió.

José Mª Falo y el alcalde de Samper se fundieron en un abrazo en la entrega del premio Redoble.

Esto también le une a José Mª, quien también pidió unos días para asimilarlo. La emoción no le dejó articular palabra al subir al atril porque es mencionar Samper o la Semana Santa y las lágrimas se apoderan de un samperino que vive a 3.000 kilómetros desde que fue destinado a Belén como fraile franciscano.

Siempre difunde la Semana Santa de su pueblo. «No me puedo quitar a Samper de la cabeza porque he nacido aquí y eso no se pierde. Es más, al estar tan lejos ese sentimiento aumenta», explicó. Antes de salir de España pasó unos años en Andorra y en Caspe, parte de ellos como cronista de La COMARCA.

Siempre guarda estas fechas para volver y participar. De hecho, el sábado salió con su bombo y su túnica negra a la concentración de medianoche. «Vivo la religiosidad y trato de hacerla patente pero con la característica de nuestra Semana Santa, que son los tambores y bombos, muy presente».

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La ultima actualización de esta noticia fue 21 Sep 2020 12:15