Siete proyectos de 11 empresas compiten en el concurso por los megavatios de la Térmica de Andorra

Siete proyectos van a pujar por lograr los 1.200 MW del nudo Mudéjar que dejó libre la Central Térmica abriendo un nuevo horizonte para Andorra. Para obtener todos o parte de estos megavatios las empresas deben unir su apuesta por la producción de energías renovables con un plan de acompañamiento que es la gran esperanza de la localidad. Este plan se basa, en parte, en la puesta en marcha de proyectos potentes que crearán empleo y diversificarán la economía local para que no vuelva a depender de una sola empresa y un solo sector.

El plazo para presentarse al concurso convocado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico termina este martes después de que se prorrogara más allá del 3 de enero por problemas técnicos en la web del Ministerio. Según ha podido confirmar La COMARCA se presentarán siete proyectos pertenecientes a 11 empresas. Ocho corresponden al sector de la energía, de las que la mitad son españolas y otras tantas extranjeras; y dos son empresas turolenses muy arraigadas en el territorio (el grupo Arcoiris y Térvalis) y otra un fondo de inversión danés. Tres sociedades han presentando sus proyectos en solitario (Endesa, Forestalia y el fondo danés CIP) y cuatro proyectos parten de la unión de dos empresas: la española Acciona y la italiana Falck Renewables, EDP – Energías de Portugal con Térvalis; IGNIS Energía (Asociación Española del Hidrógeno) junto con la matarrañense Grupo Arcoiris e Iberdrola con Aurinka Photovoltaic Group.

Las propuestas son muy variadas y muchas de ellas están ligadas a la innovación y a la investigación, incluso junto a la universidad. También habrá proyectos agroalimentarios y otros de desarrollo de la movilidad sostenible en el medio rural, entre otros.

«Los proyectos son potentes y es que el concurso incluso se ha convertido en una cuestión de orgullo para las propias compañías. Esperamos sentar las bases del futuro de Andorra, lo hemos hablado mucho con el Ministerio y estamos todos de acuerdo en que no podemos volver a depender de una sola empresa y un solo sector», afirma el alcalde de Andorra, Antonio Amador. La adjudicación provisional de los megavatios tendrá lugar antes del verano y la definitiva en septiembre. Desde la firma habrá seis años para ejecutar los planes, por lo que desde el ayuntamiento de Andorra piden que se aceleren al máximo el resto de proyectos de renovables en la zona.

Algunas de las empresas han presentado un proyecto para optar a la obtención del total de megavatios del concurso, los 1.200; mientras que otras optan a solo una parte. Por ello el Ministerio puede conceder su totalidad a una sola empresa o repartir los megavatios en varios proyectos, la opción más probable. En la mesa técnica que resolverá el concurso participará un técnico del Ayuntamiento de Andorra en representación de la Federación Española de Municipios y Provincias por intermediación de la Federación Aragonesa a petición del Consistorio andorrano.

A la hora de conceder los megavatios tendrá gran importancia el plan de acompañamiento, la principal esperanza de las administraciones para crear puestos de trabajo que suplan la pérdida de empleo por el cierre de la Térmica. La ratio MW/empleos se tendrá en cuenta al igual que la repercusión económica de los proyectos en la zona y también la formación.

Su principal valor es que las empresas que obtengan los megavatios deben ejecutar los proyectos en tiempo y forma si no quieren que el Ministerio les retire la concesión y pierdan los avales. Por cada megavatio que obtengan las empresas deberán depositar 120.000 euros. En total, los avales podrían ascender a alrededor de 240 millones de euros sumando los depósitos por los megavatios más la evacuación y la hibridación (para garantizar el suministro de los MW se hibridará con otra tecnología renovable, por lo que habrá capacidad para generar más de 1.200 MW).

El alcalde de Andorra hace hincapié en la importancia de conseguir el concurso. «Comenzamos la legislatura hablando con Endesa porque la concesión era para ellos y la producción se la podía llevar a cualquier lado. DGA lo llevó a la comisión de la competencia y se logró que se convirtiese en un concurso que, tal y como se plantea, no tiene precedentes», apunta Amador.