Un «tesoro» histórico de Alcañiz en forma de libro

Jesús Ponz ha transcrito el libro de 1704 La Thesorera y gracias a un grupo de mecenas se ha conseguido editar

Casi 200 hogares de Alcañiz ya guardan como un pequeño tesoro un ejemplar de La Thesorera gracias al trabajo y la constancia de Jesús Ponz. Una joya para los que quieran conocer más de la historia de su localidad puesto que sirvió de referente para Mesa Revuelta o la obra de Evaristo Cólera. Ponz, quien a sus 70 años conserva una gran vitalidad, ha transcrito íntegramente el libro escrito por el notario Pedro Juan Zapater en 1704, un laborioso trabajo al que dedicó varios años. A la labor de transcribir al ordenador las fotocopias que hizo del único ejemplar que se conserva, guardado en Madrid; se suma en este caso que el libro está escrito con trazado antiguo y con distintos tipos de letras, algunas más legibles que otras. «El 99% es lo que está aquí. Como pongo en el prólogo, hay faltas de ortografía, repeticiones, abreviaturas… me he limitado a copiar tal cual», puntualiza.

Tiempo después, otro vecino de Alcañiz, Ángel Tremps, propuso en un grupo de Facebook sobre la localidad reeditar el libro. Ponz le explicó que la transcripción ya estaba hecha y después contactaron con la otra pata del proyecto, la imprenta Tramax. De ahí nació una iniciativa para editar el libro que necesitó contar con mecenas para financiar la edición y también con un laborioso trabajo para buscar la portada, papel, diseño interior…

Ya casi se han vendido los 200 ejemplares de la primera edición y si se encuentra otros 50 interesados se volvería a imprimir el libro, con el que se regala un grabado de palomino de 1780 en el que como curiosidad el río Guadalope aparece nombrado como «Guadalaviar». «Estamos muy contentos, la aceptación que ha tenido es impresionante. Ha habido gente que me ha dicho que no sabía qué regalar estas Navidad y ha comprado el libro. Me siento orgulloso», comenta Ponz.

Lo más interesante es la tercera parte porque es la que trata sobre la historia del Alcañiz de antes del siglo XVIII. Permite conocer, por ejemplo, las numerosas iglesias que por aquel entonces tenía la ciudad como las de Santiago, San Juan, San Pedro y María Magdalena (en el Castillo). También permite conocer más detalles de la Iglesia Gótica, de la que ahora solo se conserva la Torre y la capilla de la Soledad. «En aquel momento Alcañiz creció, tenía más de 5.000 fuegos que decían (unas 2.000 personas) y se decide que debía tener una sede arzobispal. Aprovecharon que hubo terremotos, incendios o que se había caído una viga y… en lugar de reparar la Iglesia la hicieron nueva. No tenían un concepto de valor patrimonial como ahora, simplemente pensaban que como era vieja estaba antigua», explica Ponz. La nueva construcción se decidió en 1736.