Tres ladrones roban en un céntrico bar de Calanda

En mitad de la oleada de robos y la búsqueda de un conocido delincuente que esta marcando estos días la actualidad del Bajo Aragón Histórico, Calanda ha registrado un hurto más a añadir a la lista. El suceso se produjo en torno a la una de la madrugada de este lunes, cuando tres personas entraron a robar en uno de los bares ubicados en la plaza de España, uno de los puntos más céntricos de la localidad.

La alerta se produjo cuando las alarmas del establecimiento avisaron a los propietarios y a la Guardia Civil. Según pudieron ver en las cámaras de seguridad del local, dos de los sospechosos entraron forzando una de las ventanas mientras que el tercero esperaba fuera. «Primero intentaron entrar por la puerta principal y al ver que no podían lo intentaron por una ventana y por allí pudieron acceder muy cuidadosamente y sin causar ningún destrozo», afirma la propietaria del establecimiento. Ella misma cree que puede tratarse de «personas que ya han robado antes», ya que los sospechosos portaban guantes, la cara tapada y actuaron de forma ágil «y en menos de un minuto».

Los ladrones lograron llevarse una cesta de navidad con diferentes productos que se encontraba justo al lado de la ventana y la recaudación de una de las máquinas tragaperras que podría ascender a un total de más de 2.000 euros. También intentaron saquear la recaudación de las otras máquinas del local, pero la tarea les resultó imposible al ver que estas no podían abrirse ya que tenían un sistema diferente de seguridad. «La alarma ya había saltado, se vieron sin tiempo y decidieron huir en un coche blanco que habían aparcado de mala manera en la plaza», añade la dueña.

Hasta el lugar se acercó una patrulla de la Guardia Civil de Alcañiz que venía de Alcorisa. La denuncia del robo se ha realizado en la mañana de este martes y ahora los efectivos trabajan para obtener imágenes de otras cámaras de la zona de la plaza para poder identificar la matrícula del coche en el que huyeron los sospechosos.

Los propietarios agradecen no haber sufrido daños mayores ni personales, aunque también lamentan la falta de protección que sienten ante una oleada de robos que se alarga por otros pueblos de la contornada. «Ahora mismo creo que estamos en una zona insegura. Esta vez han entrado y por suerte el bar estaba vacío pero están entrando en casas donde se encuentran los propietarios. No puede ser que en un pueblo de casi 4.000 habitantes haya solo cuatro guardias civiles«, defiende la dueña.

Días antes de lo ocurrido, propietarios y algunos trabajadores del bar se extrañaron al detectar un triángulo pintado cerca de la puerta de entrada que hasta entonces no estaba allí. Tras el suceso intuyen que «podría tratarse de una marca que los ladrones habían dejado, ya que no descartan que estos pudieran haber visitado antes el establecimiento». De hecho, si se realiza una búsqueda en internet pueden encontrarse varias guías de símbolos que los ladrones utilizan para comunicarse en las que este triángulo también aparece.