Venta del Barro emplea en 20 empresas a más de 600 personas procedentes de todo el Bajo Aragón y Zaragoza

La Mancomunidad reivindica la zona industrial como el polígono de todo el Bajo Aragón. Disponibilidad de suelo y ubicación son las fortalezas

Con alrededor de una veintena de empresas, el polígono Venta del Barro emplea a más de 600 personas de diferentes procedencias. Calculan que más de la mitad se trasladan cada día a sus puestos de trabajo desde otras comarcas, y especialmente de Alcañiz. En las plantillas hay personal que va y viene desde Zaragoza, Caspe y, «cada vez más», de la zona andorrana. Es por ello, que desde la Mancomunidad reivindican esta zona industrial como el polígono del Bajo Aragón histórico.

Desde este órgano de gobierno que está compuesto por siete socios de derecho de los nueve pueblos de la comarca del Bajo Martín -Castelnou y Samper son socios de hecho que participan pero sin voto-, destacan la ubicación como su gran potencial. «Somos la puerta a Zaragoza para todo el Bajo Aragón», dijo el presidente de la Mancomunidad y alcalde de La Puebla, Pedro Bello. «Implica que tenemos a una hora las conexiones con el corredor a Madrid, estamos a pie de la N-232 y de lo que esperamos que pronto sea la A-68», apoyó Luis Carlos Marquesán, alcalde de Híjar.

Esta localidad es la que posee mayor porcentaje de participación en este polígono básicamente por proximidad y número de habitantes según se reguló en la constitución de la agrupación en los años ochenta. Sólo dos puntos por debajo está La Puebla, en cuyos terrenos se levanta el polígono. Estos datos se quedan en meras cuestiones administrativas porque en la práctica, Venta del Barro está abierto a toda población y a toda persona que quiera instalar su negocio. «Andorra ha pasado en unos años de casi no tener presencia a aportar entre 60 y 70 empleados. Le siguen localidades como La Puebla, Albalate o Híjar como es casi lógico porque muchas empresas tienen sus raíces en estas poblaciones de la zona», reflexionó Bello.

«Esta situación de crisis pasará y por eso animamos a los emprendedores a que piensen en este polígono para instalarse, desde la Mancomunidad van a tener el apoyo y suelo disponible», añadió Marquesán.

Sensibilidad de las administraciones

Atrás quedan los años de paralización debido a la situación de las cuentas y ahora los retos son varios. Uno de ellos, es revivir el proyecto del cargadero ferroviario, una reivindicación histórica. A corto plazo, y que dependa directamente de la Mancomunidad, es realizar inversiones en arreglos de infraestructuras y, sobre todo, en tratar de dinamizar este enclave y darlo a conocer.

«Ahora tenemos buena disposición económica pero esto requiere de mucho esfuerzo constante sólo en mantenimiento y sería interesante que las administraciones como el Gobierno de Aragón tengan también esta sensibilidad hacia el polígono», añadió Marquesán que destacó la necesidad de crear la figura de un gerente que sea la persona que «dinamice, promocione y consiga atraer esos proyectos». De hecho, uno de los retos es reabrir el hostal a pie de carretera pero el edificio precia de inversión para adaptarse.

Próximamente se abrirá una estación de ITV con dos líneas de inspección. Ahora, los vecinos y trabajadores deben trasladarse a Alcañiz, Andorra, Caspe o Quinto.

Actividad industrial en variedad de sectores

Otra de las fortalezas que destacan desde la Mancomunidad es la variedad de sectores que abarcan las empresas instaladas. Desde talleres mecánicos al alabastro y el sector agropecuario pasando por estaciones de servicio y un supermercado, entre otros muchos. Prenavisa, del sector de la construcción es la que más personal abarca con una plantilla que abarca entre 300 y 600 empleados en función de la época y de los proyectos. Ahora hay media docena dedicadas al metal y «que emplean a personal cuyo tipo de formación es muy parecido al del carbón y la Térmica», dijo Pedro Bello. Así, desde el polígono industrial se reivindican como parte de la solución al horizonte que se abre en plena transición industrial tras el cierre de la Central.

«Aquí podemos ser competitivos: tenemos la N-232 al lado y eso nos agiliza los envíos y repartos», aseguró Sergio Valero, que acaba de instalar el taller familiar desde Escatrón y ya tienen previsión de ampliar. «Tiene que haber más empresas, que se renueve el tejido y que haya variedad», añadió Germán Úbeda, que lleva «toda la vida» en el polígono con Talleres Venta del Barro. El año pasado recibieron un premio nacional.

La ultima actualización de esta noticia fue 15 Nov 2020 22:41

Ver comentarios (3)

  • La verdad que después de meter información del polígono en comentarios, algunos alcaldes empiezan a despertar, objetivo empieza a cumplirse. Sería interesante evitar la tragedia de Castelnou y las empresas que se están moviendo no permitir que fueran a polígonos vacíos en los pueblos, sino centralizar en la venta del Barro. Eso se puede hacer ya sacando una moción urgente para paralizarlo y llevarlas a la venta del Barro, pero en Ña comarca hay que darse prisa a ver si despiertan los políticos... venga ánimo.

  • Es importante ofrecerlo y que se enteren los políticos, en Albalate nos montaron un polígono subvencionado, que no vamos a negar que está bien pero mejor si lo hubieran montado todo junto en la venta del Barro, hubiera crecido con seriedad y nosotros tendríamos un pueblo más bonito y limpio, pero los políticos lamentablemente no piensan. Las empresas a los polígonos industriales y mejorar los accesos a ellos y las infraestructuras es lo importante.

    • Pues en Urrea lo mismo las fábricas pegando al pueblo... y ahora otra más. Hagan algo y las monten en la venta del Barro.