Alacón, a un bocado de la excelencia conservera

Ocho vecinos se forman en el Taller de Empleo para recuperar la tradición conservera de la localidad, aportar productos de calidad al mercado gastronómico y mantener la población

Recuperar la tradición conservera de Alacón para aportar a los mercados un nuevo producto gourmet 100% local. Es el objetivo del Taller de Empleo «Tierra y Vida» que se está impartiendo en Alacón y que pretende ser el punto de partida de algo mucho más ambicioso, un proyecto de desarrollo económico y social que cree empleo de calidad y sea capaz de asentar población en un municipio especialmente castigado por el masivo éxodo rural de los últimos veinte años.

Esta idea productiva y de continuidad partió del Ayuntamiento, que llevaba un par de años dándole vueltas a la posibilidad de poder recuperar la actividad conservera de antaño y convertirla en una fuente de generación de riqueza. La intención era poder cultivar los vegetales (pimiento, puerro, berenjena, tomate…) en los campos yermos de Alacón usando variedades propias y mediante procesos ecológicos, asarlos en horno de leña (también cortada en la zona) y embotarlos en aceite de los olivos abandonados de la localidad. La iniciativa caló en el Instituto Aragonés de Empleo (INAEM), que aprobó un Taller anual que comenzó en febrero.

Una vez aprobado el taller con ocho alumnos residentes en el municipio y en situación de desempleo -seis de origen marroquí asentados desde hace años en Alacón y dos nacidos en el pueblo-, el proyecto enamoró a Pablo Condo, que no dudó en trasladar su residencia de Galicia a Alcorisa para dirigir esta iniciativa. «Me contaron el proyecto y me gustó. Soy ingeniero agrícola y siempre me he dedicado a proyectos productivos. Es muy bonito, muy interesante y un reto para todos», explica satisfecho, al mismo tiempo que subraya que las condiciones para que el proyecto termine siendo un éxito son «más que favorables». «Y me decían que aquí no llovía pero, desde que llegué en abril, ¡no ha parado!», bromea.
Pablo se encarga de impartir los conocimientos relativos al trabajo de campo y su compañera, Davinia Gallego, del aspecto alimentario y de conserva. Además, los alumnos también han recibido formación en idioma, riesgos laborales, higiene… «De este modo, también se trabaja en integración, que está siendo muy positiva», detalla Condo.

Además, los alumnos trabajadores están encantados. «Es mi primer trabajo y me está gustando mucho. Sobre todo, el de la conserva», explica con entusiasmo Hakima Minhaj, que llegó a Alacón hace diez años y tiene dos hijos en edad escolar. Asegura que empezar el Taller ha sido para ella una oportunidad. «Estoy mucho más contenta en el pueblo ahora», dice.

A Lekbir Touhami, de 45 años, la experiencia también le está gustando. Ya había trabajado en la agricultura pero ahora se encontraba en el paro. «Llevo 15 años aquí y tengo tres hijos. La oportunidad es muy buena ya que, además de la formación, nos dan certifiados de profesionalidad», detalla. En ese sentido, los alumnos recibirán dos títulos, uno de cultivos agrarios y otro de elaboración de productos agroalimentarios.

Por el momento, los alumnos han llevado a cabo plantaciones en terrenos yermos municipales. Además, han recuperado del banco de semillas de Aragón un tomate exclusivo de la localidad. También han embotado alguna conserva. Lo han hecho en las instalaciones particulares de Alaconservas, empresa con la que el consistorio ha firmado un convenio para empezar a trabajar hasta que estén listas la conservera municipal.

Ahora prueban diferentes productos con la intención de ver cuáles funcionan mejora, tanto en el campo como a la hora de comercializarlos. No obstante, tienen claro que el reto no pasa por producir miles de millones de botes, sino cantidades pequeñas destinadas a un mercado específico y de alta calidad. «Los productos que se hacen ahora en la conservera encajan muy bien en el mercado gourmet en Zaragoza y en Barcelona. Un producto hecho de otra forma, con un proceso trabajado, asado a la leña… Nos propusimos incentivar esto», especifica el alcalde, Raúl Lázaro.

La implicación del Ayuntamiento

Cabe destacar que en un proyecto de esta magnitud el papel del Ayuntamiento es fundamental en el medio rural. Y, en ese aspecto, el compromiso con esta iniciativa está más que demostrado con la construcción de una conservera municipal, que prácticamente está terminada. Se encuentra a las afueras de la localidad, en una antigua nave conocida como nave de la piedra porque se construyó junto a una cantera, y en ella se han invertido en los últimos años 90.000 euros del Fondo de Inversiones de Teruel de 2016. «El principal objetivo era asentar la población. Que luego viene más gente, mejor, pero la prioridad es mantenernos», dice el primer edil.

Pero aunque el proyecto está en marcha todavía queda el último empujón, que consiste en conseguir financiación para el equipamiento de la nave (una autoclave o esterilizadora, mesas de trabajo…). Al respecto, Lázaro muestra su malestar con Adibama que ha rechazado otorgar una ayuda del Leader de unos 25.000 euros para completar las instalaciones. «Al ser un proyecto productivo no entendemos por qué no nos apoyan. Predican las ayudas a la creación de empleo pero no cumplen», relata Lázaro que no descarta usar fondos propios para poder terminar.

«Comete el pueblo»

Además de pensar en futuros talleres de empleo en los que ya se defina una cooperativa o una iniciativa empresarial para comenzar a comercializar, Alacón ha puesto en marcha otro proyecto para complementar la actividad. Se trata de la asociación «Cómete tu pueblo». Los vecinos trabajan en los estatutos y el objetivo es aglutinar el mayor número de socios posible para que, con una aportación de 50 euros al año, den continuidad al mantenimiento de la huerta y la posible recuperación de actividad agraria. «Cada socio recibirá sus productos terminados cada año y, los beneficios, se reinvertirán en el proyecto», especifica Lázaro.

«Cómete el pueblo» es otra pequeña apuesta por el medio rural y por Alacón que urge visibilidad y apoyo público para seguir adelante y reforzarse como una fórmula directa y eficaz contra la despoblación.